Argentina en una encrucijada

“El trabajo sucio está ya casi terminado”*

Las palabras del Ministro de Hacienda y Finanzas Prat Gay no pueden ser más elocuentes. La declaración de uno de los empresarios que ha tomado nuevamente el timón del Estado no tiene desperdicio.

Si la relacionamos con las medidas que desde el macrismo se vienen impulsando desde el 10 de diciembre, debemos dar la razón a este Ministro que de manera desembocada y mostrando un desprecio de clase dice las cosas como son.

Dejemos hablar a los hechos. Desde la asunción de Macri, el 10 de diciembre, no sólo las promesas de campaña electoral fueron mentiras, sino que la ofensiva hacia los trabajadores, juventud y sectores populares no se han hecho esperar y vienen siendo aplicadas sin pausa.

Desde la falacia “Pobreza Cero” a “Vamos a generar 1.500.000 de puestos de trabajo”, o “En mi gobierno, ningún trabajador va a pagar Impuesto a las Ganancias”, “Vamos a otorgar un millón de créditos hipotecario” hasta “No vamos eliminar ningún derecho”, pareciera que estamos en el mundo del revés.

En realidad, no hay mundo del revés sino más bien pura hipocresía por parte de la burguesía y sus representantes políticos en el Parlamento y el Estado.

Los datos arrojados por la Universidad Católica Argentina UCA (Observatorio de Deuda Social) -siendo una estructura en defensa manifiesta de los sectores más rancios del capitalismo- no dan lugar a dudas. La pobreza trepó del 29% en 2015 al 34,5% en el primer trimestre del 2016. En los últimos meses 1.400.000 de personas cayeron debajo del índice de pobreza y 350.000 personas en la indigencia.  

Para la UCA, una familia tipo con dos hijos necesitaba en marzo de este año $7.877 para no ser pobre. Para ATE (Asociación Trabajadores del Estado) en el mismo mes, necesitaba un ingreso de $17.492 para cubrir sus necesidades. Como respuesta el Ministro de Trabajo Jorge Triaca anunció que el salario mínimo llegaría a $8.060 recién en 2017

La realidad manda y la hipocresía sale crudamente y se mezcla con la sinceridad, en boca del Jefe de Gabinete macrista, Marcos Peña la “Pobreza Cero tiene que ver con una meta como sociedad, es una meta desde ya inalcanzable”.

Esto muestra la farsa que el macrismo armó y arma con un discurso que intenta buscar adhesiones para sostener los avances en contra de las condiciones de vida de las masas, tanto en el plano salarial, empleo, salud, educación, vivienda y la justificación y armazón del andamiaje jurídico para el avance de la represión.

El macrismo nunca contó con una base militante sólida, su estructura nacional fue dada por la histórica Unión Cívica Radical (UCR) y su apoyo electoral fue en tanto y en cuanto que su propaganda electoral a Presidente decía que iba a respetar o mantener lo bueno del gobierno K y cambiar lo que no era así, cabalgando en una serie de reclamos de sectores laborales que comenzaron a no sentirse representados por el kirchnerismo.

Según una consultora privada Tendencias Económicas “en los primeros cinco meses del año los trabajadores despedidos fueron 154.570. La mayor parte correspondió al sector privado, lo que afectó principalmente al gremio de la construcción y, en menor medida, a la metalurgia y a la prensa, entre otras”. Según el CEPA, Centro de Economía Política Argentina “entre diciembre de 2015 y abril de este año hubo 154.000 despidos”, prácticamente la misma cifra que estimó Tendencias Económicas sólo un mes después. A esto hay que sumarles los más de 50.000 trabajadores del Estado, que quedaron afuera con la excusa de ser ñoquis políticos. 

Una de las consignas de campaña de Macri era que iba a crear más de 1.500.000 puestos de trabajo en el sector privado – esto supone un crecimiento de más del 7% anual de la economía (Chequeando.com)-; en un marco donde los dirigentes de Cambiemos denunciaban que desde el 2011 no se generaba trabajo privado y que la economía del país no crecía desde hacía cuatro años. Mientras, el pronóstico del FMI en diciembre de 2016, era que la economía se contraería y ¡que el crecimiento no superaría el 1%! y el Banco Mundial, auguró tan sólo un crecimiento del 0,50% para el mismo año! 

La tendencia general del comercio mundial desde el 2008 ha disminuido considerablemente. Esta situación, para una economía como la Argentina, que tiene un alto porcentaje de exportaciones colocadas, marca un grado de dependencia de la economía mundial y sus vaivenes.

Según la publicación Desarrollo de Negocios Internacionales:

“Entre 2005 y 2010 las exportaciones de bienes argentinos han crecido desde 40.013 millones de dólares hasta 68.500 millones de dólares (en el intermedio, en 2008 habían llegado a unos 70.000 millones para descender en 2009 y recuperarse en 2010).

Sin embargo, un análisis cualitativo de la evolución de las ventas externas permite descubrir que en la matriz exportadora argentina hay cierta tendencia hacia la involución en la calidad de la participación de sectores exportadores, ya que crece la participación relativa de los 5 principales rubros, perdiendo la fuerza consecuente los restantes rubros que  componen la canasta de 20 principales sectores y también muchos otros de sectores menores exportadores argentinos.

Éstas y otras conclusiones que se obtienen de este análisis son las siguientes:

I- Las exportaciones argentinas en 2010 estuvieron dominadas por los siguientes principales 5 rubros: 

  • Los residuos de la industria alimenticia (principal rubro), con 8889 millones de dólares
  • El material de transporte terrestre, con 8092 millones de dólares
  • Las grasas y aceites vegetales comestibles, con  5263 millones de dólares
  • Semillas y frutos oleaginosos, con 5375 millones de dólares
  • Los cereales, con 4661 millones de dólares.

Este gran conjunto de cinco principales productos exportados sumó 32.280 millones de dólares, lo que implica el 47,12% del total (68.500 millones de dólares)”.

Podemos observar que la matriz productiva argentina se encuentra en el sector primario. En general, América Latina ha sufrido un descenso del 14% de las exportaciones en 2015, mientras que las naciones de América del Sur, la caída fue aún más estrepitosa: 21% de sus exportaciones colectivas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el año 2015 marcó el tercer año consecutivo de caídas que se intensificaron y extendieron a todas las naciones de la región.

La promesa que los sectores agrarios hicieron al macrismo, durante la campaña electoral, de vender rápidamente los cereales stockeados en silos bolsas no fue cumplida ya que la liberación fue demasiado lenta por la especulación y el aprovechamiento del mejor precio internacional de la soja y demás cereales y por la presión que ejercieron para subir el precio del dólar. Aunque el gobierno apenas asumido levantó las retenciones a las exportaciones a los granos, así como a la industria de extracción de minerales y otras exportaciones. En definitiva el gobierno no contó con los dólares que necesitaba.

Por esto, mandó en estos últimos días un Proyecto de Ley que fue aprobado recientemente, para la venta de las acciones que el Anses (Seguridad Social) tiene en 45 empresas – en las que participa con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).

La justificación del macrismo es la deuda histórica con los jubilados que cuentan con sentencia por los juicios que oportunamente llevaron adelante por ajuste de liquidación en sus haberes. En realidad, lo que busca es la venta de las acciones a cuenta que resulta un abultado negocio demandado por estas empresas de más de 93 millones de pesos, monto de la valorización de esos paquetes de acciones a marzo de este año. Este monto del paquete accionario no refleja su verdadero valor para quienes serán sus más interesados compradores, los titulares de los paquetes mayoritarios de las empresas en donde el Anses participa.

En esta Ley está incluida el mega proyecto que reúne al menos cinco leyes en una. Detrás de la supuesta “reparación histórica” a jubilados, se votó el perdón para los capitales fugados sin declarar y exenciones de impuestos a grandes patrimonios.

Por otro lado, esta operación es la bisagra para desfinanciar al Anses y la medida tiene dos puntas, una  resulta la vía para un nuevo traspaso de las jubilaciones de reparto a una nueva versión de las AFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) de los ‘90 y por el otro, extender la edad jubilatoria. Es verdad que la extensión de 60 años a 65 años es para las mujeres que no han aportado; pero esto no deja de ser un antecedente severo para más luego extenderlo a los que sí han aportado, tanto mujeres como hombres.

No podemos olvidar que Macri junto a otros funcionarios de su gestión están involucrados y denunciados ante la Justicia Penal por los Panamá Papers. Es sabido que las empresas offshore se arman para esconder la identidad de los dueños de las compañíasy que éstas suelen utilizarse para generar autopréstamos entre sí, para ‘triangular’ exportaciones y para eludir o evadir el pago de impuestos en el país de origen, con todo lo que esto conlleva.

En el mega proyecto se incluye el blanqueo de capitales, el propio Macri ha repatriado $19 millones.

El periodista Guillermo Kohan celebró la aprobación de la ley de blanqueo en el Senado y pronosticó que el “bono mágico” a 7 años, que permitirá blanquear “3 veces lo suscripto”, puede transformar la iniciativa del Gobierno en un éxito. Kohan precisó al respecto que “los especialistas en este tipo de operaciones -como agentes de bolsa, administradores fondos de empresa de familias y privados- manifiestan que sus clientes van blanquear”.

“Si es así va a ser muchísimo más exitoso. Esto es, en parte por esta alternativa de última hora que doy por llamar el “bono mágico” a 7 años. Este le va a permitir a la gente blanquear 3 veces lo que suscribe”.

La Cámara de Senadores convirtió en ley el proyecto que prevé el pago de sentencias a jubilados a través de un blanqueo de capitales, con el que el Gobierno espera recaudar 20 mil millones de dólares.

Wall Street en el gobierno de Macri

Pero vayamos al comienzo, el gobierno del Presidente Macri está compuesto por más de 27 CEO de diferentes empresas o Bancos Internacionales, los más destacados son JP Morgan, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Barclays y Morgan Stanley, Merrill Lynch. Siendo el JP Morgan el que más ex funcionarios se encuentran manejando los resortes fundamentales de la economía del país.

Para ver el grado de entrega al imperialismo, Página 12 publica un artículo de Alfredo Zaiat donde señala que “En la mega emisión de bonos para pagar a los buitres inversores locales casi no tuvieron espacio para sus ofertas, que quedaron concentradas en entidades de Estados Unidos y Europa. Esa colocación significó una ganancia directa por comisiones de 29,7 millones de dólares para el Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS”.

Según Cronista.com del 29 de junio cita The Financial Times“La animosidad entre el gobierno de Argentina y Wall Street puede haber disminuido, pero algunos observadores les preocupa que el gabinete pleno de banqueros del Sr. Macri pueda no estar adecuadamente preparado para lidiar con algunos de los problemas reales que él enfrenta. Entre ellos se incluye el de los sindicalistas rebeldes que luchan por defender a los argentinos temerosos de perder sus empleos y esforzándose para pagar sus cuentas mensuales mientras los acosa la inflación de dos dígitos”.

No olvidemos las declaraciones radiales en los primeros días de abril del Secretario General de la UIA (Unión Industrial Argentina) Juan Carlos Sacco ante la ofensiva macrista por la aplicación de  los tarifazos, donde el gas, agua y la luz llegaron a aumentos entre 600% y 1000%, “desde el Ministerio (de Energía) de (Juan José) Aranguren se quieren suicidar, no aflojan” y sigue diciendo “no es que la gente no quiere pagar, es que no puede pagar” (cursivas nuestras).

Las declaraciones de uno de los generales de la Unión Industrial Argentina demuestran una preocupación creciente por el estado de ánimo y malestar de los de bajo. Se suma a las declaraciones de la Vice Presidente del país Gabriela Michetti, que dijo “lo que estamos viviendo es el momento más oscuro del país” haciendo alusión de salir del “populismo” kirchnerista, y añadió “Resulta que vamos en el túnel y vemos todo oscuro y algunos se empiezan a preguntar si iremos bien. El segundo semestre es el momento en el cual aparece la luz en el túnel allá lejos, pero seguís en el túnel”. (Los Andes 30/06/16)

Por cierto, este pronóstico fue desmentido por varios funcionarios macristas ya que el segundo semestre no se va a dar la reactivación tan esperada y prometida, la apuesta pasa ahora al 2017 con el “aluvión de inversiones”.

El kirchnerismo

El anuncio de la separación  del Frente para la Victoria de seis diputados del Movimiento Evita, marca la profundidad de la crisis en que se encuentra el kirchnerismo como fuerza política. Pero no fueron los primeros, ya que desde el comienzo del gobierno Macri se han alejado quince diputados, de las provincias de Salta, Jujuy, Mendoza y Chaco y ex funcionarios nacionales como el caso de Diego Bossio del Anses (Seguridad Social). De esta manera, el kirchnerismo se quedó con 70 de los 98 legisladores que tenía en diciembre.

Los dirigentes kirchneristas son blancos de la ofensiva del gobierno, el poder judicial y parlamentario, apuntalado por la maquinaria mediática. Investigados por corrupción, por la ruta del dinero K y su relación con los empresarios que actuaron durante la gestión kirchnerista: José López (Secretario de Obras Públicas de la Nación) que lo encontraron enterrando una valija con U$S9.000.000 en un Monasterio de la Provincia de Buenos Aires, vinculado a Julio De Vido (ex Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios), es el caso más reciente.

Esta no es tan sólo una lucha entre facciones capitalistas y sus fricciones. Por sobre todas las cosas, resulta una ofensiva contra la clase obrera, la juventud y los sectores populares que en el 2001 se atrevieron a gestar el Argentinazo, a desafiar el orden capitalista, sus políticos y sus instituciones. La clase capitalista se encuentra en pie de guerra y el odio de clase que destilan los funcionarios macritas así lo reflejan. Su intención es que los de abajo no levanten cabeza. Es en este marco que hay que interpretar la ofensiva contra los K, es decir, para que ningún sector de base sea un canal viable de la bronca de los explotados.

El kirchnerismo y su núcleo duro en general se han movido de manera empírica revotando ante los vaivenes de la economía, no sólo por la presión de los capitalistas locales en tanto seguir acumulando jugosas ganancias y generando inestabilidad al gobierno k, sino además sometidos a las presiones de la crisis mundial capitalista.

El hecho de aceptar gobernar dentro de los límites del capitalismo, aprovechando el boom posterior a la década del ’90 y gobernando con herramientas políticas económicas como el keynesianismo, sólo le permitió mantener cierto plafón político hasta que la grasa se terminó.

La dirección K veía el declive general de la economía, con reservas por demás de exiguas en el Banco Central, soportando la ofensiva que poco a poco fue dañando la economía. Y sobre todo, con el conocimiento que el costo laboral argentino resultaba para los capitalistas uno de los más altos del mundo. Tenemos que recordar que los discursos de la ex Presidenta CFK en los últimos dos años, estaban direccionados a los grandes empresarios, tratando de poner ciertos límites a su avaricia, “hay sectores que la juntan a paladas” y, por otro lado, haciendo valer su autoridad ante amplios sectores de masas para terminar las negociaciones paritarias a la baja (discusión de los convenios colectivos).

La crisis se agravó y ya no quedaba tanto en caja para “la distribución de la riqueza”. En el plano político la arenga de CFK fue que todos los funcionarios y militantes de rango “se bañen en un manto de humildad” y que vuelvan a sus puestos de perfil bajo, a sus intendencias, municipios, gobernaciones, legislativos, advirtiendo los tiempos por venir. “Apoyar” a un candidato del ala derecha del movimiento fue el mal menor para la perspectiva kirchnerista. Daniel Scioli, en el caso de ganar debería hacer el trabajo sucio, controlado por el movimiento kirchnerista.

Ante las directivas K, paulatinamente desaparecieron las consignas “defender la década ganada”, “vamos por una década más” que ocasionó la desmoralización de miles de jóvenes, poniendo paños fríos a las demandas de los de abajo. Esto hizo que sectores que no se sentían peronistas, pero que acompañaban al proyecto nacional & popular, fueran gradualmente alejándose, combinado con el rechazo a la política de aparato de las dos organizaciones más grandes de base del kirchnerismo, La Cámpora y el Movimiento Evita.

Así, en esta combinación de factores se llega a las elecciones donde en primera vuelta Scioli no logra la mayoría necesaria. Se va al ballotage y se produce una polarización de amplísimos sectores de masas alrededor del candidato K a sabiendas que no era de su agrado pero que Macri era y es peor. La dirección K no hace mucho y las elecciones terminan con el triunfo macrista con una diferencia de apenas 2,68% sobre el Frente para la Victoria. Esta mínima diferencia se dió por el apoyo crítico de las masas a Scioli, si era por el kirchnerismo la diferencia hubiera sido más amplia.

En su último discurso, la ex Presidenta CFK advirtió a la burguesía y a sus representantes en el Parlamento que en 2003 recibieron un “país en llamas” y que hoy -por diciembre de 2015- entregaban un “país normal”. ¡Qué palabras más significativas! para una representante que ve la posibilidad de humanizar al capitalismo y que hizo a la burguesía un favor gigantesco al recomponer la gobernabilidad del país y las instituciones burguesas en 2003.

Como parte del asedio, la burguesía arremete en el plano judicial y la ex Presidenta fue citada el 13 de abril para ser indagada en los tribunales de Comodoro Py, frente al juez federal Claudio Bonadio en la causa donde se la investiga. Causa que se hizo extensivo a Axel Kicillof ex Ministro de Economía y a Alejandro Vagnoli  ex titular del Banco Central República Argentino (BCRA). Se los acusa del delito de “defraudación contra la administración pública” por los contratos de dólar futuro que el Banco Central hizo en 2015 vendiendo, sobre todo, a bancos y grandes empresas.

En este escenario y ante 400.000 personas que la acompañaron a declarar, CFK planteó la formación del Frente Ciudadano. Nuevamente el kirchnerismo juega como rueda auxiliar de las instituciones capitalistas ya que el gobierno macrista se encontraba en una situación de zozobra, asediado por movilizaciones y paros. Nuevamente es el kirchnerismo el que refuerza la gobernabilidad, en tanto la popularidad de Macri y Cía. se encontraba golpeada a los pocos meses de gobierno, perdiendo gradualmente base electoral.

La voluntad de lucha por parte de la juventud y los trabajadores, la masiva concurrencia a actos, paros y movilizaciones se contrapone con la conducta de los dirigentes K  que sólo plantean una salida en el marco de las instituciones burguesas: elecciones Legislativas 2017 y Presidenciales 2019. Suponen que podrán reeditar “la década ganada” pero no cuentan con la crisis mundial capitalista, que en boca de los economistas más serios de la burguesía la caracterizan como secular, es decir, vino para instalarse por 40 o 50 años, claro que con padecimientos y condiciones de vida cada vez más a la baja. Por esto, la diáspora a la que está sometido el kirchnerismo no ha terminado. Es hora de revolución.

Los de abajo

El macrismo al asumir la presidencia no se hizo esperar. Desde el levantamiento del cepo cambiario (cepo es en alusión a la intervención del BCRA que mantenía un dólar con cierta “estabilidad”) el dólar trepó de $8.9 a $15.20 produciendo la devaluación del salario real.

La luz verde a la descarada y sin precedentes remarcación de la canasta de alimentos, por parte de las cadenas de distribución y comercialización, se encuentran fuera de control. Los tarifazos en los servicios de luz, agua y gas se suman al deterioro de las condiciones de vida de la mayoría del país. Las palabras de Prat Gay son una clara radiografía de lo que pasa en las mesas obreras, “nos encontramos en un 45% de inflación en lo que va del año” especulando que en el próximo semestre baje. 

La desocupación creciente y el intento de frenarla por parte del bloque del Frente para la Victoria y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (PO – PTS – Izquierda Socialista) con la aprobación de la Ley antidespidos – un intento parlamentario para poner cierto freno a la avanzada capitalista-, no es más que un mayor costo para los empresarios por el pago de doble indemnización; Ley que luego fue vetada por el Presidente Macri.

La quita de derechos en lo que hace a programas sociales, como Conectar Igualdad, REPRO, Procrear**, etc., la baja del presupuesto de Educación de un 6% del PBI a un 3%, todas medidas que incrementan un enorme malestar.

Se ha dicho mucho en relación a la falta de voluntad de lucha, que la gente no da, etc., etc., etc. Se ha caracterizado –desde el kirchenrismo a la izquierda- los resultados electorales presidenciales, como un giro a la derecha por parte de la sociedad, además de la falta de ánimo para la lucha por parte de los de abajo. Creemos que esta es una lectura equivocada de la situación política.

La respuesta no se hizo esperar sobre todo por parte de los despedidos en el Estado. Las dos CTAs (CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma) se unificaron en los dos paros nacionales y en las movilizaciones como así en el paro nacional de ATE (Asociación Trabajadores del Estado) contra los despidos y los tarifazos.

La huelga de 48hs de los petroleros que amenazaron con el corte de suministro de gas y combustible, Telecom, Metalúrgicos como Acindar de Villa Constitución, Cresta Roja, la multitudinaria marcha por la defensa de la Educación Pública y Gratuita, el paro de bancarios. El 24 de marzo donde no sólo se cumplieron 40 años del aniversario del golpe de la dictadura militar del ’76, sino que representó un canal de movilización para expresar la bronca de miles y miles. Tan sólo en Buenos Aires congregó a 1.500.000 de personas en la calle. La movilización del 29 de abril a Buenos Aires de las cuatro centrales obreras, las dos CTAs y las dos CGTs  (Confederación General del Trabajo dividida en tres centrales sólo que esta vez convocaron a la movilización las dirigidas por Caló y Moyano, Barrionuevo no convocó a la misma) que congregó a más de 350.000 obreros. En Rosario la formación del Movimiento Sindical Rosario donde confluyen más de 70 gremios de servicio y producción y la formación de la Mesa Sindical Rosario que puso en la calle a más de 7000 obreros para decir basta al ajuste y los despidos, en donde, como cierre, desde el palco se planteó enarbolar el Programa de Huerta Grande***. Todo lo citado muestra una clara voluntad de lucha por parte de la juventud y los trabajadores.

En realidad, el papel histórico de los gordos sindicales o jefes sindicales fue y sigue siendo nefasto, planteando un tipo de sindicalismo pragmático, corporativo, anti democrático y reformista dejando de lado los postulados básicos de la lucha contra el Estado y las grandes patronales para adoptar una clara política de conciliación de clases en pos de negociar ciertas reivindicaciones y en la clara actitud de seguir manejando la caja de las Obra Sociales Sindicales (Macri en este aspecto negoció con las CGTs una caja de $8000 millones). De igual manera la movilización del 29/4 fue impuesta por la presión de las bases ante los despidos y la inflación.

Construir un Partido de los Trabajadores

La inmensa población en el país -más del 80%-  somos trabajadores, somos los que creamos la riqueza con nuestras manos y cerebros, somos los que elaboramos los productos que comemos, las mesas y sillas donde nos sentamos, las fabricas donde trabajamos, la ropa que vestimos, el transporte en que viajamos.

Y no contamos con una herramienta que represente nuestros genuinos intereses. Por el contrario en general la historia de la clase obrera en el país transitó diferentes expresiones políticas, el anarquismo, sindicalismo revolucionario, el Socialista de la Segunda Internacional el Partido Comunista y el Peronismo.

El peronismo se instaló en un momento de crisis mundial capitalista, en donde la crisis estructural del sistema había llevado a la segunda conflagración mundial entre las potencias más relevantes del mundo. El fenómeno del peronismo no fue privativo de Argentina, sino es expresión de dicha crisis mundial y su expresión nacional, compartidos por el APRA del Perú, el MNR de Bolivia o Nasser en Egipto del ’56.

En la Argentina el fenómeno llamado sustitución de importaciones vino a dar cierto desarrollo y un semi bonapartismo por parte del Gral. Perón. Así logro poner los pies en la clase obrera dando enormes concesiones. Pero siempre defendiendo la propiedad privada capitalista de los medios de producción.

El Peronismo en sus diferentes expresiones cobija en su seno disímiles alas de centro, derecha e izquierda: movimiento que se autoproclama policlasista, conteniendo en su base a sectores populares, base obrera y juvenil junto a sectores capitalistas.

La historia del Peronismo en parte es la historia de la clase obrera, sus luchas y demandas, pero también es la historia del seguidismo a programas ajenos a la clase obrera, a programas capitalistas desde distribución de la riqueza al liberalismo abyecto.

Hay un dicho de los sectores más radicales de la militancia peronista “el peronismo será revolucionario o no será nada”, entonces debemos sacar cuentas de la historia. En 1945 las masas populares de manera correcta se ubicaron en el terreno nacional ante la ofensiva imperialista estadounidense. Braden o Perón expresaban la disyuntiva entre perder las condiciones de vida conquistadas durante años de lucha y ser barridas tras la asunción en el poder del Embajador de EEUU o seguir manteniéndolas con la “garantía” que encarnaba Perón. Es por esto que la movilización del 17 de octubre fue una movilización espontánea que arrancó de la prisión a Perón y para ponerlo en 1946 como Presiente del país.

En ese período, se produjo la sustitución de importaciones y la economía vivió cierto desarrollo y expansión. Pero siempre persistió la lógica de satisfacer las demandas capitalistas, que en tiempos no tan convenientes desalojaron con balas y bayonetas a las masas obreras, imponiendo la dictadura de Rojas y Aramburu en 1955.

Marx señala que “la historia se repite una vez como tragedia y otra vez como farsa”. La tragedia del ’55 donde cientos de militantes y de pueblo fueron masacrados o fusilados por la reacción, llevó años de resistencia y experiencias donde el peronismo se definía en líneas de clase, la resistencia peronista, el luche y vuelve; la confluencia con la izquierda revolucionaria, hicieron posible los programas de Huerta Grande (1962) y el Cordobazo (1969) – que daría lugar al sindicalismo clasista del Sitrac Sitram (1971)-, derrocando al Onganiato en el ‘70.

En los años ’70 los debates recorrían los andariveles del Socialismo y los trabajadores recorrían experiencias que empujaban hacia posiciones políticas cada vez más radicalizadas.

La vuelta de Perón desde Puerta de Hierro, su arribo y la masacre de Ezeiza fue una muestra de lo que vendría cuatro años después, fue el estallido de las contradicciones del peronismo. Los sectores de derecha esperaban a las columnas más radicalizadas de Montoneros y de la Juventud Peronista. No se sabe la cifra exacta de muertos, se habla de de cientos de heridos y más de diez muertes.

Para los marxistas, el Operativo Retorno (así se llamó al operativo para el retorno de Perón al país) fue para que Perón contenga la radicalización de las masas. La burguesía se encontraba dividida y los sectores más rancios se oponían a la vuelta de Perón, pero había que detener el giro cada vez más hacia la izquierda de los trabajadores y la juventud.

El último episodio que aún vivimos de la era kirchnerista que apeló a la historia del peronismo, recreando los símbolos populares, sumando a otras figuras de distinto origen político, viene a dar un “final” esperado ante la crisis mundial para un sistema que nada tiene para ofrecer.

No es la intención desarrollar en este artículo la historia de la clase obrera en la Argentina. De lo que sí se trata es de establecer el hilo conductor de los episodios más relevantes de la historia obrera y de la juventud. Y este hilo es la ausencia de una herramienta política que exprese los intereses de los trabajadores y la juventud. Por esto estamos convencidos de la necesidad de construir un partido de la clase.

Hacemos un llamamiento a las bases de la izquierda y a las bases kirchneristas a llevar adelante esta tarea.

 

*Alfonso Prat Gay discurso ante inversores de Nueva York en el Consejo de las Américas al inaugurar el foro de “Oportunidades de Negocios en Argentina” (24/6/2016).

**Conectar Igualdad, REPRO, fueron algunos de los programas sociales que funcionaron durante los años del kirchnerismo. Procrear  fue la financiación con un costo accesible para la vivienda y se entregaron más de 400.000 créditos. El REPRO fue un  programa que brinda a los trabajadores de las empresas, en situación de crisis, adheridas una suma fija mensual no remunerativa a plazo determinado, destinada a completar el sueldo de su categoría laboral, mediante el pago directo por ANSES. Conectar Igualdad fue la entrega de netbook a alumnos y docente en todo el país.

***EL PROGRAMA DE HUERTA GRANDE 1962

1. Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado.

2. Implantar el control estatal sobre el comercio exterior.

3. Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y frigoríficas.

4. Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales.

5. Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo.

6. Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción.

7. Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación.

8. Implantar el control obrero sobre la producción.

9. Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales.

10. Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.