El Gobierno nacional de CAMBIEMOS deja ver con claridad hacia donde se dirige. La reciente decisión anunciada desde un ex centro de tortura y exterminio acerca de la reforma del funcionamiento de las Fuerzas Armadas para permitir “mayor colaboración” de los militares en tareas de seguridad interior, implica que el Estado se prepara, poco a poco, para reprimir con el Ejercito la protesta social que inevitablemente crece producto de la miseria planificada que implica la vuelta al Fondo Monetario Internacional.
Los empresarios buscan así salvar la crisis del capitalismo argentino como parte de la crisis económica mundial del propio sistema capitalista.
Mientras la fuga de capitales se agudiza a niveles inconmensurables junto con el endeudamiento, todos los indicadores sociales retroceden de manera abrupta y la economía real se derrumba reflejando asi la crisis mundial que se viene agudizando a través de la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China y que quedo plasmada en el documento final de la cumbre de ministros de finanzas del G20 en el que abiertamente se reconocen “tensiones geopolíticas y comerciales”
En este contexto empresarios, terratenientes y banqueros se disponen para sostener su tasa de ganancia profundizando el ajuste en curso y avanzando en la militarización de la calle al igual que lo hace la burguesía brasileña que mantiene Rio de Janeiro bajo control militar desatando una violencia sin fin.
En esta primera etapa el gobierno Macrista buscara destinar miles de efectivos del Ejercito a las fronteras para cumplir tareas de Gendarmería y asi destinar los gendarmes para el control social interno.
Otra arista del anuncio desde Campo de Mayo es el total alineamiento del país con los EEUU en materia de “seguridad”. El propio Mauricio Macri dio luz verde para que el Comando del Sur a través de la embajada de los Estados Unidos retome el proyecto de construir una base militar disfrazada de “base de ayuda humanitaria” en Neuquén en una zona estratégica que tiene acceso al aeropuerto, y una zona clave para la industria del Gas y el Petróleo por su proximidad al yacimiento de Vaca Muerta donde EEUU tiene inversiones, con una cercanía a la Antártida y el paso del Atlántico al Pacífico. Por supuesto la respuesta popular no se ha hecho esperar y mas de 60 organizaciones políticas, sindicales, sociales y derechos humanos, conformaron la multisectorial “No a la base yanqui en Neuquén” que ya ha organizado las primeras movilizaciones y caravanas. Iniciativas similares existen en Misiones y Salta donde también el Imperialismo intenta instalarse bajo el viejo y trillado pretexto de la guerra contra el narcotráfico.
Es claro que estamos en un salto cualitativo en la política represiva, la burguesía en el poder se esta preparando estratégicamente para el periodo que se viene. La necesidad de imponer el ajuste lo lleva a endurecer la violencia.
Por lo tanto es tarea también de las organizaciones políticas prepararnos para la etapa política que se avecina y enfrentarla en unidad. Es necesario soldar la unidad en las calles, la consigna de golpear juntos y marchar separados se hace más vital que nunca ante este nuevo escenario. Esto significa que debemos movilizarnos en unidad, pero manteniendo independencia política y organizativa y sin renunciar a las propias reivindicaciones políticas.
No podemos dividir las movilizaciones, ni convocar de manera separada, sino que debemos propiciar convocatorias unitarias que agrupen a todo el campo revolucionario, es decir a los sectores mas vivos y vibrantes de la sociedad.
Es un gran error y una manipulación del concepto de “independencia de clase” convocar movilizaciones apelando solamente a aquellos que se identifican con lo que podemos denominar “la izquierda”, dejando afuera a organizaciones políticas y sindicales que organizan a cientos de miles de trabajadores y jóvenes. Dividir solo lleva al triunfo de la burguesía en el gobierno.
La independencia de clase se construye no cayendo en políticas sectarias sino defendiendo firmemente una posición de clase y trabajando para materializarla a través del frente único marchando y debatiendo con militantes, delegados y trabajadores que aun confían en sus dirigentes reformistas.
La capacidad de la izquierda para crecer y transformarse en una alternativa que pueda disputar el poder a los capitalistas depende justamente de la capacidad de esa izquierda para ganar a las bases de las organizaciones reformistas de masas.
Lenin explico ya hace bastante tiempo que era un crimen separar a los trabajadores avanzados de las masas y que tales tácticas lejos de socavar a los dirigentes reformistas sirven para fortalecerlos.
Invitamos a todos los compañeros de la izquierda a motorizar este debate dentro de sus organizaciones políticas de base.
A su vez desde la Corriente Socialista Militante convocamos y apoyamos a las distintas movilizaciones que ya se están organizando por todo el país para derrotar este intento del gobierno de incrementar la represión a la vez que impulsamos el debate acerca de la necesidad de construir, mediante el frente único, la unidad en las calles, escuelas, universidades, sindicatos y lugares de trabajo para frenar el ajuste en curso.
¡Fuerzas armadas en las calles NUNCA MAS!
¡Fuera las bases militares imperialistas!
¡Abajo el pacto con el FMI y el saqueo organizado!
¡Fuera Macri y el Partlamento del ajuste!
¡Por un Gobierno de los trabajadores!