Tierra y Libertad nacía en 1861 y existió hasta 1864, teniendo como objetivo la preparación de la revolución campesina y la convocatoria a un Congreso del Pueblo, es decir, sin distinción de clases.
No era extraño que las ideas revolucionarias populistas festejaran la revolución, no de manos del proletariado sino del campesinado, pues la población rusa era mayoritariamente campesina. Por otro lado, no era extraño que defendieran la revolución como un socialismo agrario sin bases en la industria moderna, pues Rusia en ese momento (1861) era un país desindustrializado.
Tampoco era casual que defendieran el terrorismo, pues en Rusia parecía no haber otra forma de opción de lucha y de manifestación política. No era cuestión de azar que muchos de los dirigentes políticos fueran migrantes, miembros de la clase media o pequeño burgueses. Debemos tener en cuenta que la mayoría de la población rusa era analfabeta, y no contaba con una expresión política independiente, ni con organizaciones propias, como sindicatos, parlamentes, grupos políticos.
La organización tuvo en un comienzo dos momentos: los populistas de Tierra y Libertad surgieron como una organización inexperimentada, abierta y espontanea pero la misma dinámica de la lucha de clases, con represión y detenciones autoritarias la empujó a la clandestinidad y sus métodos tendieron a cerrarla sobre sí, se hicieron aun más burdos, terroristas, individualistas. El motor de este movimiento fue tanto la atracción del campesinado que supuso un movimiento de lucha revolucionaria en ciertos momentos, que a pesar de su conservadurismo y de su sospecha hacia los extraños agitadores políticos de las ciudades, también se mostraban en algunos momentos y en algunos de sus sectores permeables a la agitación.
En otro aspecto, la crítica de los intelectuales hacia la autocracia fue otro motor para las ideas populistas, que en su vaga teorización generaron un ideal bastante concorde a una visión nacionalista del socialismo. Pero el Socialismo sólo es posible como una voluntad colectiva internacional organizada por la clase obrera.
En 1876, Tierra y Libertad, resurge como una organización populista mejor organizada, pero las acciones represivas del poder y el creciente número de partidarios del terrorismo como instrumento de enfrentamiento con el Gobierno, hicieron que se formase una división entre éstos y los opositores a que la organización se concentrase principalmente en acciones terroristas.
La autocracia censuraba toda política alternativa y muchos elementos de Tierra y Libertad teorizaban con un vago ideal de heroísmo ante una realidad compleja, por encima de las masas, de la historia humana, y del análisis económico político. Sumado a que la asimilación crítica de las conquistas democráticas surgidas de los procesos revolucionarios en otras partes del mundo, aún no se realizaba sobre bases marxistas.
De este modo las ideas del populismo y el terrorismo eran, lejos de ser aberrantes naturales, concordes con su época, pero también su decadencia lo seria. Las principales ideas populistas eran:
El héroe terrorista como motor de la revolución, no la clase obrera, ni menos aun el planteamiento de una alianza con la misma clase campesina que es lo que propone el marxismo.
Socialismo campesino, como vía de eludir el problema de la industrialización, con base en la idea de una comuna campesina, que era el vestigio de la subdesarrollada agricultura pre capitalista.
Fue a disposición de estas experiencias del populismo que el marxismo comenzó a construirse en oposición a este ideario y con el método de la crítica, en la asimilación de las ideas modernas que surgieron por el desarrollado del capitalismo en Europa y que poco a poco se hacían pujantes en Rusia, la lucha contra el atraso por la presencia de una burguesía raquítica nacida a la sombra del zarismo.
El marxismo no es solo una variante nacional de una ideología particular, sino un movimiento mundial e histórico creado desde la misma consciencia política de la clase obrera, que vendría a emerger del mismo desarrollo de la industria y del capitalismo mundial, en definitiva es su negación.
En el año 1883 Plejanov, Axelrod y Vera Zasulich fundan el Grupo para la Emancipación del Trabajo, su tarea principal fue asimilar el marxismo, desarrollaron una crítica marxista al contexto ruso y su desarrollo, como también a sus opositores políticos.
El grupo apenas pasó a centralizar el trabajo en cinco personas, lo que hacía increíble pensar que un futuro de este germen sería importante para el desarrollo de la historia de Rusia. Sus comienzos fueron duros, encontrando hostilidad también entre los emigrados. Se les criticaba en especial por no unirse a otros grupos revolucionarios ni integrarse a la terrorista Naródnaya Voila – Voluntad del Pueblo, escisión de Tierra y Libertad-. Los revolucionarios rusos preferían respaldar a esta organización y confiaban en que el terrorismo acabaría con la autocracia.
En 1883 y 1884 Emancipación del Trabajo no contaba con partidario alguno en la capital rusa. El pequeño grupo viraba en la extensión de su propaganda, la traducción de obras marxistas y la realización de algunos trabajos propios. El grupo era constantemente perseguido y la facilidad para el trabajo no era mucha; el marxismo era desconocido y otros grupos de emigrados los veían, por ahora, con desconfianza. El logro de contactar con la Socialdemocracia europea y tomar la teoría marxista mientras que se elaboraba un ingente trabajo, fue decisivo a largo plazo, aunque los correligionarios de los partidos socialdemócratas no mostraron un entusiasmo demasiado importante. Se fueron dando pasos hasta que la década siguiente el grupo tuvo oportunidades de extenderse.