Desde la Corriente Socialista Militante repudiamos el operativo de desalojo desplegado en el asentamiento Papa Francisco –en Villa Lugano- con efectivos de la Gendarmería y de las policías Metropolitana y Federal, por ordenes del gobierno del PRO y el gobierno Nacional a través de de la Secretaría de Seguridad de la Nación comandada por Sergio Berni
Las fuerzas represivas de la Gendarmería Nacional y de las Policías Federal y Metropolitana ejecutaron violentamente una orden de desalojo dictada por la jueza Gabriela López Iñïguez. Las grúas y los camiones utilizados para llevarse las pertenencias de los habitantes del asentamiento y derrumbar sus precarias viviendas.
Antecedentes
El problema habitacional de la ciudad de Buenos Aires se ha agravado durante las últimas décadas. El carácter excluyente de la ciudad puede apreciarse en el crecimiento de la población residente en villas o asentamientos.
En esos hogares conviven 470.966 habitantes que representan al 16,7% de la población de la ciudad. “Hasta 2010 existían en la ciudad 342.842 inmuebles deshabitados. Según datos del Censo de Población y Vivienda de ese año, el parque habitacional de la ciudad de Buenos Aires comprendía 1.425.840 viviendas y el 24% de ellas estaban desocupadas”.
Según Página 12 (16/02/14): “Pues efectivamente en la CABA, el último Censo Nacional de Población y Vivienda (realizado en octubre de 2010) sorprendió con datos muy abultados de viviendas vacías, que promedió el 24,91%. Más allá del sorprendente 39,84% de la zona central que seguro tiene departamentos que son oficinas, los distritos residenciales más tradicionales, como Recoleta (34,50%), Palermo (29,47%), San Cristóbal y Balvanera (25,20%), tienen un alto registro. Lo mismo que Belgrano, Colegiales y Núñez (24,58%) y Caballito (21,85%). Habiendo cinco comunas más que rondan de 18 a 20%, e incluso los barrios populares del sur cuyas dos comunas tienen no menos del 17% de viviendas vacías. Es decir que en la CABA, de 1.425.840 viviendas censadas, hay 340.975 vacías.”
Un agravante de esta crisis, derivada de la especulación, es la negativa de la banca privada de ofrecer créditos para terrenos o viviendas o en caso de hacerlo se da en condiciones que son inalcanzables para un trabajador. De esta manera vemos como un sector que viene embolsando ganancias astronómicas se niega a financiar el acceso a la vivienda en condiciones accesibles, lo que deja en evidencia su carácter parasito.
Lugano
Las seis hectáreas en donde estaba el asentamiento Papa Francisco quedarontotalmente cerradas después del brutal desalojo y represión.
En febrero pasado se asentaron en las 6 hectáreas más de 350 familias. Según se desprende de la investigación que está llevando adelante la justicia, los instigadores de la toma de tierras en Villa Lugano tendrían como principal motivo el desarrollo de una suerte de negocio inmobiliario, donde se vendían lotes.
La descomposición de sectores como lo instigadores de ocupaciones de terrenos es innegable, pero cabalgan sobre la existencia de necesidades concretas y urgentes de familias obreras por resolver la necesidad de vivienda para sus familias.
No deja de ser menos cierto que esta ocupación se da por la tremenda crisis habitacional que padecen miles de familias obreras en Argentina, que contrasta con miles y miles de departamentos y casas vacías.
Es más que urgente resolver uno de los flagelos que impone el capitalismo a millones de trabajadores, como es el caso de la vivienda. Un dato que refleja esto es que mientras un pequeño puñado de 4.000 terratenientes concentran el 74.3 % de la tierra, millones de trabajadores no poseen ni un metro cuadrado para vivir junto a sus familias.
La aplicación del plan PROCREAR por parte del gobierno nacional es un paso adelante que debemos sostener y defender, pero que indudablemente se muestra insuficiente ante la magnitud del problema.
Por esto resulta urgente avanzar en organizar a las barriadas populares, asentamientos y villas que exijan al gobierno Nacional y de la CABA una implementación de un Plan de Obras Públicas que dote de infraestructuras plenas a nuestros barrios y localidades (viviendas, canalizaciones, cloacas, instalaciones educativas y de ocio, hospitales y Centros de Salud, rutas, etc.) y así acabar con la crisis habitacional.
Que brinde vivienda digna para las familias trabajadoras. Avanzando en la estatización sin compensación de las grandes empresas constructoras y municipalización del suelo urbano. Que los alquileres o las hipotecas de las viviendas no superen el 10% de los ingresos familiares. Que luche por el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos e instauración de una “tarifa social” gratuita para las familias pobres.