El ataque imperialista contra Irak está provocando una ola de indignación y rabia por todo Oriente Medio, y el riesgo de desestabilizar toda una serie de regímenes árabes reaccionarios. Después de una semana de iniciada la guerra, todo el mundo árabe está en completa efervescencia. La situación es clara: las masas respaldan al pueblo de Irak, mientras que la mayoría de los gobiernos árabes están con EEUU. El ataque imperialista contra Irak está provocando una ola de indignación y rabia por todo Oriente Medio, y el riesgo de desestabilizar toda una serie de regímenes árabes reaccionarios. Después de una semana de iniciada la guerra, todo el mundo árabe está en completa efervescencia. La situación es clara: las masas respaldan al pueblo de Irak, mientras que la mayoría de los gobiernos árabes están con EEUU.
La Liga Árabe ha hecho un llamado oficial a favor del fin de la guerra, pero en realidad lo que todos los gobernantes árabes reaccionarios está suplicando es que sea una guerra corta que conduzca a la caída de Saddam Hussein, y así esperar que el problema se termine. Es bastante improbable que estas cosas que ellos esperan sucedan tan rápidamente como desearían.
Los gobiernos árabes tienen una poderosa herramienta en sus manos, la reservas petrolíferas. Si ellos quisieran realmente parar la guerra, podrían imponer un bloqueo a los suministros de petróleo destinados a los ejércitos occidentales. Pero esta es la última cosa que ellos estarían dispuestos a hacer. De esta manera queda bastante claro ante su propio pueblo que son meras marionetas en las manos del imperialismo.
En particular Egipto y Jordania, aliados muy cercanos de EEUU, han sido golpeados por enormes protestas. En El Cairo, capital de Egipto, se registraron protestas de miles de estudiantes en los últimos días.
En Jordania, una masa de 20.000 personas se manifestó por la capital, Amman, cantando: “Escucha, escucha, ellos vendieron Rawashid por un dólar”. Rawashid es la base militar donde 6.000 soldados norteamericanos están estacionados esperando para ser desplazados a Irak.
El martes, la capital de Siria, Damasco, fue testigo de una enorme manifestación de medio millón de personas contra el ataque británico-norteamericano. La rabia contra Bush está creciendo, especialmente luego de que un misil alcanzara un micro que transportaba a un grupo de trabajadores sirios que cruzaban la frontera con Irak, matando a 10 de ellos. Los manifestantes están demandando ahora el cierre de las embajadas de EEUU y Gran Bretaña.
La misma demanda fue planteada en Sudán por la organización estudiantil que está organizando protestas diariamente contra la Guerra. Hace dos días, miles de estudiantes se juntaron frente a la embajada de EEUU en la capital, Jartum, donde la policía abrió fuego matando a un estudiante.
En Líbano, Palestina y Omán las protestas son diarias con miles de personas participando. En la pequeña Bahrein, en el golfo pérsico, el ambiente es realmente explosivo. La embajada de EEUU ha sido cerrada y a los ciudadanos de EEUU se los aconsejó a que permanecieran en sus casas y no ingresen a bares o pubs. Ayer, en el Akhbar Al-Khalij (Noticias del Golfo), el principal diario de Bahrein, apareció el siguiente titular: la Administración de los Bandidos Unidos de América ha desafiado al mundo, preparando el ocaso y la caída de toda institución, como la ONU, la OTAN y la Unión Europea”. La situación se está convirtiendo cada vez más peligrosa para los “aliados”, teniendo en cuenta que Bahrein hospeda ¡a la Quinta Flota de EEUU!
Mañana día viernes, incluso hay programadas manifestaciones más grandes en la mayoría de los países árabes. En la medida que las imágenes de bajas civiles iraquíes se están mostrando en los medios de comunicación de todo Oriente Medio es de esperar que la rabia aumente aún más en los próximos días. No hay un solo régimen estable en toda esta área del mundo ¡Y en absoluto está garantizado que el gobierno de Saddam sea el único que vaya a caer en Oriente Medio!
27 de marzo del 2003