A pesar de la enorme maquinaria de propaganda desplegada está quedando bastante claro que la Guerra no marcha según el plan previsto. Las tropas imperialistas están sufriendo una ardua resistencia con pérdidas y bajas mayores de lo esperado. Se prepara una dura resistencia. A pesar de la enorme maquinaria de propaganda desplegada está quedando bastante claro que la Guerra no marcha según el plan previsto. Las tropas imperialistas están sufriendo una ardua resistencia con pérdidas y bajas mayores de lo esperado. Se prepara una dura resistencia.
Pronto publicaremos otro artículo sobre temas tales como la implicación de Turquía, los posibles conflictos étnicos que pudieran emerger una vez que termine la guerra, el creciente ambiente de rabia, especialmente entre las masas árabes, y los cínicos cálculos de las compañías norteamericanas quienes están ansiosas por meter sus garras en las riquezas naturales de Irak y hacerse con todos los contratos de la llamada “reconstrucción” de Irak después de la guerra.
Los EEUU es la más poderosa nación imperialista jamás vista en la historia, y está usando su poder de forma vengativa contra Irak. Nunca vimos antes en la historia tan poderosa máquina de guerra en acción. El nivel tecnológico de la misma no tiene precedentes. La capacidad destructiva del armamento norteamericano es enorme, como lo es también la cantidad de soldados desplegados sobre el terreno. Las solas fuerzas de EEUU podrían destruir Irak hasta más de 10 veces. No hay ninguna duda sobre esto. Y aun a pesar de todo esto está quedando claro que la invasión de Irak no es una tarea tan fácil como los imperialistas norteamericanos habían pensado. Están pagando un duro precio, tanto a corto como a largo plazo.
El propósito de este artículo no es proveer un análisis detallado de las operaciones militares. Incluso si quisiéramos hacer esto tendríamos que basarnos en las informaciones facilitadas por los medios de comunicación oficiales, a los que sólo se les permite presentar un cuadro de los hechos poblado de misiones exitosas “de acuerdo a los planes previstos”. Para conocer toda la verdad de lo que está sucediendo tendremos que esperar bastante tiempo después de que esta Guerra haya terminado. A pesar de todo, sí podemos mirar a través de la niebla de mistificación y ver que las cosas en absoluto se están desarrollando como estaban planeadas.
Antes del inicio de la Guerra estaban confiados en que las cosas se desarrollarían rápida y cómodamente. El 18 de marzo, leíamos este reporte optimista en el diario británico The Guardian: "las ciudades y poblaciones del sur- Basora, Nassiriya and Samawa – se espera que caigan rápidamente o sean atravesadas por las fuerzas estadounidenses y británicas para dirigirse al norte, a Mosul y Kirkuk. La población se levantó en el norte y en el sur poco después de la Guerra del Golfo en 1991, y unidades del ejército se amotinaron, y no hay razón para que sea diferente esta vez”.
La impresión que estaban dando los medios de comunicación oficiales es que las fuerzas “aliadas” penetrarían en Irak como un cuchillo en la mantequilla. Ellos continúan insistiendo en este discurso porque es lo que Bush y Blair necesitan mostrar, la imagen de que están haciendo grandes progresos.
La cuestión es: ¿será esta guerra corta y rápida? Nadie puede decir de antemano cuánto durará. La moral de las tropas irakíes no puede ser medida fácilmente. Hay que tomar en cuenta diferentes factores.
Lo que sí podemos decir es que conforme pasan los días cada vez se hace más patente que las “fuerzas de la coalición” no lo están teniendo fácil. En algunas áreas hay una áspera resistencia de las fuerzas irakíes. Bush y Blair quieren una guerra corta, rápida, casi “quirúrgica”, de manera que puedan proclamar Victoria, y evitar una gran número de bajas que tengan un impacto político en casa. Pero las cosas se están desarrollando de manera diferente.
La confianza inicial disminuye
Como Richard Norton-Taylor escribió en The Guardian, antes de que se iniciara la guerra: "Los jefes militares británicos esperan que el régimen colapsará pronto después de una campaña de bombardeos basada en la táctica de los norteamericanos de “conmoción y espanto”. Pero luego añade que “Los analistas militares más prudentes enfatizan los riesgos e incertidumbres. Ellos repiten el viejo ‘adagio’ de que los mejores planes militares no sobreviven al primer contacto con el enemigo”. Y en caso de que alguien tuviera dudas, el lugarteniente-coronel Hugh Blackman, Comandante de los Guardas de Dragón del Royal Scots, comentó al diario Sunday Telegraph (reportado por The Guardian, 18 de marzo del 2003) que “si nos desplegamos en Irak habrá muchos muertos, de eso podemos estar absolutamente seguros”.
La realidad se está volviendo hacia los pronósticos más pesimistas. Ahora el Pentágono ha admitido que la guerra puede durar 30 días, y Bush solicitó un presupuesto extra de 75.000 millones de dólares basado en esta perspectiva. Blair ha tenido que admitir que “ … yo debería advertir que nuestras fuerzas enfrentarán una resistencia y que la campaña, necesariamente, no alcanzará sus objetivos de la noche a la mañana” (Daily Mirror, 22 de marzo del 2003). De hecho, la guerra podría empantanarse por mucho más tiempo.
Casi desde el primer día de la guerra recibimos reportes sobre la toma de tal ciudad y de la otra. La ciudad portuaria de Umm-Qasr se suponía que había caído hace varios días, y todavía es el día que nuevos reportes tienen que corregir las informaciones previamente facilitadas. Hay todavía “focos” de resistencia, dicen. El hecho es que esta guerra no está siendo un paseo hasta Bagdad, donde las masas darán la bienvenida y se regocijarán con las tropas estadounidenses y británicas a las puertas de la ciudad.
Al comienzo se nos prometió el lanzamiento de 3.000 misiles crucero en las primeras 48 horas. En lugar de eso tuvimos un pequeño ataque al palacio de Saddam Hussein. ¿Por qué sucedió esto? Aparentemente la CIA había detectado en su interior la presencia del círculo íntimo del dictador. Desgraciadamente para Bush, a pesar del desperdicio de varios millones de dólares en misiles, no había nadie en su interior. Pero ¿qué revela este intento de asesinar a Saddam Hussein? Muestra que a la administración Bush le gustaría “decapitar” al régimen con la esperanza que el resto de la dirigencia irakí se rindiera y se llegara a un acuerdo de cómo gobernar el país bajo la dominación de los EEUU. De esta manera ellos pueden evitar implicarse en una complicada y sangrienta guerra. Ellos esperan que el ejército irakí se rinda en masa ante el hecho de enfrentar a una maquinaria de guerra tan devastadora. Este deseo es lo que explica la difusión todas las imágenes de soldados iraquíes rindiéndose.
Ahora, indudablemente, muchos soldados irakíes deben sentirse muy cautelosos antes de combatir a una maquinaria que ellos sienten que no pueden derrotar. Y también, ¿Por qué deberían ellos combatir por Saddam Hussein? Él es un terrible opresor. Esto recuerda a la cantidad enorme de soldados italianos durante la II Guerra Mundial rindiéndose a las fuerzas mucho más pequeñas de los soldados británicos en el desierto del norte de África. Ellos no veían razón para combatir por el odiado Mussolini. La rendición y captura por el enemigo era su manera de acabar con esa situación. Elementos de esto también debe haber entre las tropas irakíes.
Se han hecho algunas comparaciones entre el régimen de Saddam Hussein y el del Viet Cong en Vietnam en los años 60 y 70 del pasado siglo. Pero esta es una comparación falsa. Ese régimen (el del Viet Cong) había dado la tierra a los campesinos, había nacionalizado los medios de producción y, a pesar de las deformaciones estalinistas, había ofrecido auténticas mejoras en las condiciones de vida de las masas. De ahí que el ejército campesino en Vietnam tenía rezones concretas para combatir a las tropas de EEUU. Ellos estaban combatiendo por su tierra y por la defensa de las conquistas de su revolución.
Así que no sería sorprendente que un cierto número de tropas irakíes, al menos entre los soldados reclutas, estuvieran seriamente pensando evitar la guerra. Sin embargo, la cantidad de soldados que actualmente se han rendido es muy pequeña hasta ahora, comparada con el tamaño del ejército irakí. Si tenemos que creer los reportes de los medios de comunicación (a pesar de que se han contradecido ellos mismos repetidamente) unos 3.000 soldados irakíes se han rendido. Es todavía un número muy pequeño comparado con los 389.000 efectivos militares que componen las fuerzas irakíes.
La mayor parte del ejército irakí todavía está intacto
De ahí que la mayor parte del ejército irakí todavía está intacto. No se está desmoronando tan fácilmente como se esperaba. Esto es porque muchos irakíes no ven las tropas invasoras como un ejército de liberación. Lejos de eso, los ven como invasores extranjeros que defienden los intereses del imperialismo. Durante más de 10 años el pueblo irakí sufrió las terribles consecuencias de las sanciones impuestas, en particular por los EEUU y Gran Bretaña, y por supuesto por la ONU. Al menos medio millón de chicos, y probablemente más de un millón, murieron como resultado de estas sanciones. Así pues, es difícil que el pueblo irakí reciba a las tropas invasoras como “libertadores” como cualquiera puede imaginar. Sólo gente que vive aislada del sufrimiento real de las familias trabajadoras normales pueden vivir en un mundo de ensueño donde tales fantasías puedan parecer reales.
Los medios de comunicación están haciendo mucho ruido con los avances de las tropas de EEUU Gran Bretaña, pero cuando miramos más de cerca la situación podemos ver que la realidad no es tal como la pintan. Una gran parte de este avance ha atravesado hasta el momento áreas poco pobladas, casi desérticas. La mayor parte de la población irakí está concentrada alrededor de los dos grandes ríos, el Tigris y el Éufrates. Cuando las tropas invasoras llegaron a las ciudades, anunciaron inmediatamente que éstas han sido “aseguradas”, aparentemente casi sin lucha.
Para esconder la realidad se inventan nuevas palabras todo el tiempo, y el significado de las viejas palabras también está cambiando. Uno podría pensar que una palabra tan común como “asegurada” equivale a “tomada” ¡Nada de eso! Ahora en el fragor de la guerra significa “hemos alcanzado los alrededores de la ciudad y estamos manteniendo escaramuzas con focos de resistencia irakí”.
La situación en y alrededor de Basora es emblemática. Las fuerzas británicas han tenido que retroceder desde Basora después de combates con una fiera resistencia irakí. Ellos pensaban que podían “beberse” Basora, pero ahora se ha reportado que los marines y paracaidistas podrían ser desplegados en la medida que los comandantes británicos tuvieron que admitir que subestimaron el nivel de resistencia que esperaban encontrar.
De acuerdo con The Guardian (25 de marzo del 2003), "los oficiales británicos admitieron que habían subestimado ampliamente el grado de resistencia del enemigo y expresaron su malestar por el hecho de que hasta el momento no hayan sido recibidos entusiastamente por la población como libertadores. La opción de llamar a los marines y paracaidistas se tomó después de que algunas unidades de las Ratas del Desierto fueran forzadas a retirarse 10 millas de Basora ayer”. Y el reporte añade que “la reacción de las tropas británicas a una oposición inesperada y severa se ha mezclado con pequeñas muestras de preocupación y otras expresiones de temor de que la guerra pudiera prolongarse durante meses”.
Ellos están considerando el uso de bombardeos masivos sobre Basora, y esto realmente ya ha comenzado. Esto es así porque temen un alto número de bajas entre las tropas si intentan tomar la ciudad sólo con fuerzas terrestres. Duros bombardeos puede evitar las bajas entre sus soldados, pero hará peligrar ciertamente la vida de muchos civiles iraquíes. Incluso con el uso de las armas “inteligentes” que supuestamente sólo alcanzan objetivos militares y edificios oficiales.
La prueba de que muchos objetivos alcanzados fueron civiles es el hecho de que los suministros de agua y electricidad han sido destruidos por los bombardeos. Ahora incluso se hacen estimaciones del porcentaje de la población de Basora que está sin agua. Blair tuvo incluso que ir al Parlamento británico para reasegurar que al menos del 40% de la población tiene el suministro de agua asegurado. ¡Y todo por atacar solamente al régimen no al pueblo!
Luego vinieron noticias de un levantamiento popular en Basora. De nuevo los militares británicos se planteaban que esto permitiría tomar la ciudad casi indoloramente. La gente se levantaría por encima de las tropas irakíes y daría la bienvenida cuando ingresaran los “libertadores”. Luego las noticias cambiaron de nuevo. El coronel británico Ronnie McCourt ya no está seguro de que lo que está ocurriendo en Basora sea una revuelta de la población contra la Guardia Republicana. El principal grupo de oposición “Shiíta” ha declarado que que lo que está sucediendo en Basora no es un levantamiento popular contra la Guardia Republicana sino un movimiento de protesta por la falta de agua y electricidad. De acuerdo con la cadena de TV Al Jazira, una de las pocas compañías que mantiene una oficina en Basora, no existen signos de revueltas. De ahí que los británicos tengan que enfrentar la perspectiva inevitable de enviar tropas de tierra para tomar Basora, con todos los riesgos de importantes bajas que esto implica
Lo que ocurrió en Nassiriya también muestra cuán difíciles se pueden tornar las cosas. 4.000 soldados estadounidenses estuvieron involucrados durante tres días en violentos combates. Más de 500 soldados irakíes murieron. De acuerdo con la Agencia France Presse casi todos los edificios a lo largo de la ruta principal de la ciudad han sido dañados, mostrando señales de balas, evidencia del hecho de que incluso hubo combates en las calles y que muchos daños a objetivos civiles tuvieron lugar.
Problemas similares hubo en Umm Qasr. Aunque este importante puerto ha sido ya declarado bajo control aliado, hubo una fuerte resistencia en diversas partes de la ciudad, y todavía no es seguro de que toda la ciudad esté “asegurada”.
EEUU teme ingresar a las ciudad con tropas de tierra
El hecho de que desde el mismo comienzo de la Guerra hayan decidido evitar ingresar a las ciudades, donde corren riesgo de implicarse en combates callejeros, revela una cosa importante. Están aterrorizados de perder un gran número de soldados. Comprenden que esto podría afectar seriamente a la “opinión pública” en casa.
De acuerdo con el Lugarteniente General Cordy-Simpson, "las próximas 48 horas son críticas para las fuerzas de la coalición en su aproximación a Bagdad. Hemos hecho dramáticos progresos hasta ahora pero va a ser inevitable sufrir más bajas a menos que aseguremos nuestras líneas de comunicación. Vimos lo que ocurrió en ciudades como Umm Qasr y el Puerto de Al Faw que pensábamos que habíamos asegurado. Aunque, sobre el papel, las cosas parecen marchar como habíamos planeado, la cifras de bajas son más altas de lo que esperábamos (Daily Mirror, 25 marzo 2003).
Y añadía que "habíamos esperado que un colapso rápido del régimen enviaría un mensaje a los irakíes de rendición. En lugar de eso están combatiendo más duramente de lo esperado, y la psicología, una de las armas más importantes para ambos bandos, no está funcionando muy bien para nosotros”. (Daily Mirror, 25 marzo 2003)
De hecho, un aumento de bajas entre las tropas estadounidenses y británicas podría provocar un giro brusco de la opinión pública norteamericana y británica contra la guerra.
La oposición a la misma ya era masiva antes de su comienzo. Ahora entre muchos de los que se opusieron a la guerra habrá un ánimo de aceptar algún tipo de resignación, en la medida en que ven que no pueden pararla. Pero si los noticieros empiezan a anunciar un gran número de bajas, tanto entre la población irakí como entre las tropas de EEUU y británicas, entonces el ambiente en casa podría cambiar rápidamente. De ahí que tanto Bush como Blair estén aterrorizados de los efectos políticos que esto podría tener. Por lo tanto ellos casi tienen que negar lo que está ocurriendo realmente en Irak. Blair en particular casi parece creerse su propia propaganda.
Significativa fue la reacción del padre de uno de los soldados de EEUU muertos en acción. Fue mostrado en la TV británica con una foto de su hijo. Él se dirigió a las cámaras y le dijo a Bush que mirara la foto y dijo “Vos te llevaste a mi único hijo, señor Bush”. Parece ser que esto no fue mostrado en las TV de EEUU . Eso en sí mismo demuestra que no tienen confianza en que la opinión pública se mantenga detrás de ellos si el número de bajas entre las tropas de EEUU sigue creciendo.
Las clases dominantes de EEUU y británica, esa minoría privilegiada de ricachones y banqueros, están enviando a las capas pobres de la clase obrera de Gran Bretaña y EEUU a matar a irakíes para el beneficio de los ricos y poderosos. Más pronto o más tarde estas actuaciones golpearán las conciencias de las familias trabajadoras y se volverán contra sus amos capitalistas. Pero por ahora el mito tiene que ser mantenido. De ahí que tenga tanta importancia analizar un poco los problemas que están cosechando los imperialistas.
La batalla de Bagdad
Ahora se están preparando para la batalla de Bagdad. La historia será diferente cuando esta batalla tse libre seriamente sobre el terreno. Saddam Hussein está concentrando la mayoría de sus fuerzas alrededor de Bagdad. Dentro de la ciudad, tres milicias principales están preparadas para combatir calle por calle. Existe una fuerte concentración de 60-70.000 miembros de la Guardia Republicana. Están mejor equipados, pagados y entrenados que el ejército regular. Existe también una fuerza especial de 20-25,000 Guardias Republicanos. Esta fuerza ha sido entrenada durante 20 años para la defensa de la capital.
La Guardia Republicana tiene a su disposición tres divisiones blindadas, una división mecanizada y dos divisiones de infantería. Han sido posicionadas a unas 15-20 millas de Bagdad. Pero todos los expertos esperan que se retiren a un perímetro exterior de la ciudad cuando los combates se intensifiquen.
Será un asunto sangriento. Soldados y civiles morirán en gran número. Mientras que algunos soldados reclutas pueden rendirse, la Guardia republicana, en su historia, jamás se rindió o huyó del campo de batalla frente a un enemigo superior en número. Así que mientras no sean derrotados se puede esperar que combatan fieramente. Su trabajo consistirá en defender las posiciones clave y frenar a las fuerzas estadounidenses y británicas. Las unidades más leales probablemente serán retiradas al interior de la ciudad para esperar a las fuerzas atacantes. De hecho, ellos ya han conseguid retardar las fuerzas aliadas en Nassiriya, Umm Qasr y todavía en Basora. En Nassiriya ellos contuvieron a los norteamericanos durante tres días de fieros combates perdiendo muchos de sus hombres.
La Guardia Especial está entrenada para el combate casa por casa y su tarea será inflingir tantas pérdidas como sea posible a las tropas de EEUU y británicas. Saddam Hussein sabe que los comandantes norteamericanos tienen un problema en lo que se refiere a aceptar muchas bajas. Ellos no quieren que se revierta demasiado pronto el ánimo entre la opinión pública en casa. De ahí que las fuerzas irakíes se retirarán al interior de la ciudad, planteando un dilema a los comandantes de EEUU. Si los norteamericanos quieren evitar la pérdida de muchas tropas de tierra tendrán que usar su poder aéreo para intentar destruir las fuerzas irakíes, pero dentro de la ciudad esto necesariamente causará muchas bajas civiles.
El plan es claramente arrastrar a las tropas británicas y de EEUU al interior de la ciudad, donde el combate será calle por calle, hombre por hombre. Aquí es donde se podrán causar los más grandes daños a las tropas invasoras y por tanto las bajas más numerosas. En estas condiciones, de acuerdo con The Guardian (18 marzo 2003), "Si se asume que la Guardia Republicana combatirá en territorio urbano, lo que disminuye la eficacia de la superioridad tecnológica, sólo podría mantenerse en el tiempo mientras la moral se mantenga firme”
De acuerdo con expertos del ejército de EEUU, Bagdad está rodeada por una de las más grandes concentraciones de misiles tierra-aire y artillería antiaérea del mundo. Las defensas alrededor de Bagdad son ahora, de hecho, más fuertes que durante la última Guerra del Golfo hace 12 años.
Precisamente, por los riesgos de grandes bajas que comporta el combate en las calles de Bagdad para las tropas de EEUU y británicas, es por lo que los comandantes norteamericanos dijeron antes incluso de que la Guerra hubiera comenzado, que ellos no serían arrastrados a combatir en las calles y que estarían preparados para sitiar Bagdad.
Así que, a pesar de toda la tecnología a su disposición parece algunos de los altos oficiales del ejército de EEUU estén pensando ¡en un sitio de Bagdad! Lejos de usar los métodos del siglo XXI están pensando ¡en utilizar las tácticas de los Nazis cuando intentaron tomar Moscú y Leningrado! Lo que significa que planean rendir la ciudad de Bagdad privando a la población de comida y agua. No podemos tener ninguna ilusión en la idea de que esta es una guerra “quirúrgica” en la que se puede obviar la existencia de civiles.
Las bombas inteligentes no son inteligentes
Lo mismo se aplica a las llamadas armas “inteligentes”. Todas las tardes tenemos que sufrir el espectáculo de Rumsfeld y los generales norteamericanos intentando vendernos el cuento de que ésta es una guerra de bombardeos de precisión. Pero los analistas más serios son más sobrios. Escondida en la páginas de The Economist (15 marzo 2003) encontramos una evaluación más realista:
"Desgraciadamente, existen pocos ejemplos de guerras urbanas “limpias” y sí en cambio muchas llenas de sangre. Mientras más prolongadas se hacen las batallas urbanas menos posibilidades tienen de ser “limpias … ” y añade que” … más del 10% de las bombas “inteligentes” que son lanzadas, generalmente no suelen ser inteligentes en absoluto”.
Si aplicamos este cálculo a los 3.000 misiles cruceros que fueron arrojados en las primeras 48 horas de la guerra, entonces quiere decir que al menos 300 de ellos de desviaron de su objetivo.
A pesar de toda la tecnología, dos helicópteros se estrellaron uno contra otro matando a todos los que se encontraban en su interior. Un avión británico fue derribado por un misil patriot. Un cámara de la ITV fue muerto por le llamado “fuego amigo”. Un misil de EEUU alcanzó un micro lleno de trabajadores sirios cuando intentaba cruzar la frontera en dirección a Siria. Una bomba extraviada alcanzó una aldea kurda, matando 33 personas. Misiles crucero cayeron sobre Turquía y cohetes estadounidenses también alcanzaron Irán.
Lo que significa que una vez que la guerra termine nos servirán gran cantidad de documentación que demostrarán cómo las bombas inteligentes no lo fueron en absoluto ¡Y encontraremos el verdadero nivel de bajas civiles!
La guerra de propaganda
Conviviendo con la auténtica guerra con armas tenemos también una guerra de propaganda, que está diseñada para alinear detrás de las fuerzas invasoras a la población de EEUU y Gran Bretaña. Por eso necesitan demostrar que esta guerra está justificada. Una cosa que están buscando son las pruebas de las llamadas “armas de destrucción masiva”. Están teniendo dificultades en esto. A pesar de los intentos de decir lo contrario, no encontraron todavía ni una sola evidencia de la existencia de estas armas. Un oficial del Pentágono, el Mayor General Stanley McChrystal tuvo que admitir que hasta el momento no habían encontrado nada. Por supuesto, ellos continúan repitiendo de que están seguros que finalmente las encontrarán. Al final buscarán tanto ¡que tendrán que fabricar las propias pruebas!
Para ampliar lo que esta guerra de propaganda puede alcanzar tenemos la cuestión de los prisioneros. Los militares británicos y norteamericanos se quejan por la exposición de sus soldados capturados en la TV irakí. Nadie duda de la naturaleza brutal del régimen irakí. Pero hasta ahora todo lo que hemos visto es el desfile de estos soldados ante la TV irakí y que se les hacían algunas preguntas. El hecho es que cuando los primeros soldados fueron hechos prisioneros los EEUU negaron que ninguno de sus hombres hubiera sido capturado. Luego el régimen irakí probó que habían sido capturados mostrándolos en la TV. La cólera de la administración de EEUU no es tanto por la captura de sus soldados. Están enfadados porque fueron concientes de los efectos que esto tuvo en casa. Ellos preferirían una guerra sin prisioneros ni bajas estadounidenses.
El asunto es quiénes son ellos para hablar cuando en la base de Guantánamo en Cuba han admitido abiertamente que torturan a los prisioneros allá. Cuando estos prisioneros fueron llevados desde Afganistán hace más de un año se los vendó y maniató, y fueron filmados y fotografiados para exhibirlos por todo el mundo. Ahora algunos de estos prisioneros fueron liberados luego que los EEUU tuviera que admitir ¡que eran inocentes! Para ellos no existe la Convención de Ginebra, no existen derechos humanos. La hipocresía de los EEUU es sangrante.
En el mundo real muchos irakíes están siendo asesinados. Los bombardeos de hoy sobre un mercado en un distrito pobre al norte de Bagdad mataron a muchos civiles, pero la CNN, la BBC y otras cadenas de TV occidentales dijeron que esta noticia no fue “confirmada por fuentes independientes”. Pero la verdad emergerá. Están asesinando a civiles irakíes. Están enfrentando una mayor resistencia de la que esperaban. Han sufrido más bajas de lo que hubieran esperado y cuando ingresen a las ciudades, en particular Bagdad, sufrirán más bajas incluso.
Esto va a tener un impacto en todo el mundo. El movimiento de masas contra la guerra era ya muy grande antes de que ésta comenzara. Y está destinado a hacerse más grande. En Gran Bretaña y EEUU los gobiernos han intentado agrupar a la población sobre la idea de que tenemos que “apoyar a nuestros muchachos”. Envían a estos jóvenes soldados a su muerte, pero al mismo tiempo pretenden transmitir que están muy preocupados por su “seguridad”.
La única manera de “apoyar a nuestros muchachos” es traerlos de vuelta a casa. Parar la guerra por cualquier medio. Pero ¿cómo se puede conseguir esto? No desde luego haciendo piadosos llamamientos. Esta guerra tiene que ver con intereses que tocan el corazón del capitalismo y el imperialismo. La manera de parar este tipo de guerras y muchas otras que inevitablemente se darán en el futuro es luchando acá, hoy, a través de un movimiento que pueda poner fin al sistema que engendra la guerra. Sólo la clase obrera, los sindicatos y los partidos obreros, unidos alrededor de un genuino programa socialista de transformación de la sociedad puede poner fin al barbarismo del que somos testigos cada día en las pantallas de TV.
26 de marzo del 2003