Más de 700.000 personas en un acto político electrizante (Balance de un pueblo en las calles)

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 ¡Contundente respaldo popular!

 

No existe poder igualable al de las masas cuando se ponen en marcha. Sin duda las movilizaciones populares son una muestra masiva de fuerza en la calle que sacude el tablero político en cualquier parte. Es por eso que tiene gran importancia y utilidad realizar una serie de reflexiones acerca de la impactante movilización del sábado 25 de mayo en Plaza de Mayo.

 

Como se olfateaba en el aire, la concurrencia fue inmensa, más de 700.000 personas desbordaron la plaza y varias cuadras a la redonda, convirtiendo esta movilización en una de las más importantes de los últimos años. El rechazo rotundo al proyecto político de la derecha y el llamado a profundizar las medidas progresistas nutrieron el espíritu que dominó el ambiente entre miles y miles de personas. 

 

Algo que ha quedado reafirmado es el anclaje que tiene el kirchnerismo entre las clases populares, nuevamente se muestra a los ojos de todos como un verdadero movimiento de masas. Decenas y decenas de organizaciones políticas, sindicales, culturales, barriales, estudiantiles, de género, sociales, y miles y miles de participantes independientes con sus familias son el testigo irrefutable de esto que afirmamos.

 

También resulta altamente positivo que haya sido la juventud la que leaportó una impronta espectacular y alentadora. Losmás jóvenes son la mejor garantía para avanzar.

 

Los compañeros de la Corriente Socialista Militante intervinimos activamente con nuestros libros, folletos, periódicos, banderas e ideas. Desde Rosario, Lanús, General Rodríguez, La Plata y la propia Ciudad Autónoma de Buenos Aires participamos desde temprano con entusiasmo.

 

Otra de las cosas que se pudieron observar son la necesidad y las ganas que había de movilizarse para apoyar al gobierno, pero sobre todo para enfrentar a la derecha en las calles luego de la ofensiva reaccionaria que ésta viene sosteniendo virulentamente en los últimos meses. Sin duda la movilización popular los hará retroceder y quedarse quietos por un tiempo. Esto nos muestra la importancia mayor que tiene organizar actividades de este tipo.

 

Por eso creemos que este debe ser el camino para cortarle las alas a la derecha política y mediática, las organizaciones con poder de movilización deben ser las primeras en convocar sin esperar resoluciones desde arriba. El poder popularse debe organizardesde abajo si queremos que tenga una utilidadpráctica.

 

Fue interesante ver las reacciones desesperadas de los medios monopólicos que intentaron tapar el sol con un dedo ninguneando la convocatoria. Sin bien lo más decadente fue la tapa de Clarín con la foto de… ¡Superman!, lomás despreciable fue La Nación -de la mano del colaborador de la dictadura, Joaquín Morales Solá- que tituló su nota “Celebraciones con milicias populares“.

 

Pero si de algo podemos estar seguros es que detrás de estos ataques de los medios se esconde una gran preocupación debido a que ha quedadomás que claro que los sectores populares son capaces de movilizarse para defender lo conquistado y cerrarles el paso del control directo del aparato del estado a los representantes de las corporaciones y la oligarquía agroexportadora.

 

Otra cuestión importante a tener en cuenta es la necesidad deprofundizar, comomanera de garantizar y mantener el respaldo mayoritario del pueblo. Los acontecimientos de los últimos años dejaron ver que cada vez que el gobierno tomó medidas en favor del pueblo pobre yenfrentó a quienes detentan el poder real de la economía argentina, el apoyo y la adhesión a este proyecto político aumentó exponencialmente.

 

Esto evidencia que la manera de seguir adelante con las transformaciones, es enfrentando decididamente a la burguesía argentina y a las multinacionales extranjeras que sabotean permanentemente la economía para beneficiarse y tumbar a Cristina. De esta manera se mejora sustancialmente la calidad de vida de los sectores populares a la vez que se incrementa el apoyo político que permite nuevas transformaciones. Es un círculo virtuoso que debe ser puesto en marcha para nunca parar.

 

Claro que para esto es necesario depurar del movimiento a todos aquellos sectores que dicen defender el proyecto kirchnerista pero que en realidad funcionan como caballos de Troya de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Sociedad Rural Argentina (SRA), del Grupo Clarín S.A., etc. Son estos enemigos del cambio (que constantemente tienen un discurso tibio e insulso y muchas veces reaccionario) los que frenan y ponen palos desde adentro haciéndole un gran favor a la oposición de derecha que busca hacernos retroceder. Debe ser una discusión central entre nosotros la de remarcar que conScioli, Gioja, Urtubey, Isfrán, Massa… y determinadas alianzas políticas no se puede ir demasiado lejos. Sin duda en el palco principal del acto se podían ver algunas caras impresentables que no representan en absoluto las demandas de la aplastante mayoría de las 700.000 personas que inundaron de pueblo las calles.

 

El discurso de Cristina Fernández

 

Queremos destacar también algunos aspectos del discurso de la presidenta, por otra parte muy interesante en su totalidad. En esta fecha en que se cumplían diez años de la llegada del kirchnerismo al gobierno, Cristina Fernández destacó los logros de la década (AUH, autonomía de los organismos de crédito internacionales, recuperación de las jubilaciones, inclusión educativa, paritarias, derechos laborales de trabajadores domésticos)y remarcó que la opción kirchnerista por las transformaciones a favor de las mayorías populares le ocasionó la enconada oposición de los sectores privilegiados que vieron afectados sus intereses. Allí hizo la comparación con el primer peronismo, también duramente criticado y combatido por la oligarquía.

 

¨Cada ciclo de gobiernos populares ha tenido ataques feroces pero, en realidad, cada una de esas dirigencias no eran ellas el problema, el obstáculo, eran las herramientas que la historia del pueblo había tomado para transformar un destino de esclavitud, un destino de atraso y, entonces, había que destruir las herramientas.¨

 

A continuación, contra todo paternalismo dirigista, puso al kirchnerismo en su lugar histórico, como producto del Argentinazo. Y a sus dirigentes como meros instrumentos de las masas y sus necesidades. Y pidió que el pueblo se organice y se haga cargo del proceso para defenderlo y profundizarlo:

 

¨Quiero también convocar a todos los argentinos a esta gesta, a que a esta década ganada, le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando también. Porque… yo no soy eterna, …y lo que es más importante, tampoco lo quiero ser.Es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad (…) para que ya nunca nadie más pueda arrebatárselas, y sé de qué estoy hablando.¨ ¨…no fuimos importantes ni seremos importantes por nosotros mismos. Somos apenas una herramienta de ustedes, del pueblo y me refiero, no solamente a los que están en esta plaza.¨

 

Viene muy bien fortalecer el estado de ánimo de las masas, fortalecerlas en su confianza. Para cerrarle el camino a la derecha que también viene por todo: por desandar todo lo conseguido en esta década.

 

¨Muchas veces leo en letra de molde que hablan del kirchnerismo y del fin del ciclo y yo me pregunto y le pregunto a todos los argentinos: el cambio de un gobierno por otro, ¿es fin de ciclo o en realidad a lo que se están refiriendo es a que cuando yo me vaya se va a acabar todo lo que hemos conquistado en esta década ganada?¨

 

¨Por eso, mi desvelo, mi obsesión es que esta sociedad de los 40 millones de argentinos se organice en forma unida y solidaria pero, al mismo tiempo, comprendan. Porque quiero decirles algo: si no se organizan, si no participan, si no cuidan ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir otra vez por todos ustedes como lo han hecho a lo largo de toda la historia.¨

 

¨Tenemos los argentinos el deber de no depender de una persona; tenemos el deber, pero sobre todo la necesidad, de empoderarnos nosotros mismos de esas conquistas y de esos derechos y de organizarnos para defenderlas. Con eso sueño.¨

 

Lo que falta

 

Como reconoce la presidenta y reconocen todos los compañeros, se ha avanzado mucho, se sigue avanzando y también falta mucho. Para satisfacer las necesidades sociales de vivienda, salud y transporte (entre otras) que aún dejan mucho que desear, hacen falta recursos que deben obtenerse con la recuperación de las palancas fundamentales de la economía: nacionalizar los recursos naturales, los latifundios y los bancos, y ponerlos bajo control obrero y popular. Con la economía bajo control se podría resguardar la moneda y combatir la inflación, por ejemplo.

 

También es necesario avanzar contra el trabajo precario y el subempleo, y si las empresas no respetan las leyes laborales, expropiarlas y ponerlas bajo control de sus trabajadores y el pueblo.

 

Nos enfrentamos a múltiples desafíos, y hace falta también mejorar la herramienta política que impulse las profundas transformaciones necesarias. La delimitación con el PJ y el protagonismo de las fuerzas integrantes de Unidos y Organizados son un gran paso. Son necesarias ahora, para profundizar la democratización interna, la participación y el control desde abajo en las discusiones y decisiones políticas, y de los dirigentes a distinto nivel (local, provincial y nacional).

 

Además hace falta sostener las movilizaciones y lograr una mayor unidad y cohesión internas. Se podría intentar superar la dispersión con plenarios mensuales comunes a las distintas corrientes en cada localidad, y asambleas regionales, provinciales y nacionales cada tres meses para poner en común estrategias, discusiones, etc. Alentar constantemente al debate fraterno y crítico desde las bases y enfrentar al ala conservadora, son algunas otras de las necesidades actuales que deben ser abordadas por todos nosotros.

 

A través del control de las palancas fundamentales de la economía y de la democracia obrera, los trabajadores y el pueblo pobre pueden avanzar rápidamente hacia una sociedad igualitaria, una sociedad Socialista, y fortalecer los vínculos solidarios con los pueblos hermanos en una Federación Socialista Latinoamericana.