El sábado 17 de abril nos reunimos en La Plata 1.028 compañeras y compañeros, de 182 organizaciones de todas las provincias del país. Había un ambiente de querer construir no sólo la Constituyente Social sino también el Movimiento Político Social Cultural para la Liberación. Se acordó organizar asambleas distritales de la Constituyente Social que culmine en una Asamblea Nacional a fines de año con la presencia de 50.000 delegados.
El sábado 17 de abril nos reunimos en La Plata 1.028 compañeras y compañeros, de 182 organizaciones de todas las provincias del país.
Había un ambiente de querer construir no sólo la Constituyente Social sino también el Movimiento Político Social Cultural para la Liberación, en 6 comisiones teníamos que debatir cómo llevar adelante las 4 campañas votadas en noviembre pasado en Neuquen: 1. Soberanía nacional y comunitaria sobre nuestros bienes comunes, nuestro hábitat y nuestros recursos naturales; 2. la distribución de la riqueza, la universalidad y el acceso a los derechos sociales; 3. una democracia participativa e integral, libertad sindical y nueva institucionalidad; 4. América Latina: integración pluricultural y plurinacional para la Patria Grande y la nueva sociedad. También se trató en comisiones la puesta en pie de las asambleas distritales de la Constituyente Social en camino a la Asamblea Nacional para fin de año o marzo de 2011; otra comisión fue sobre Pensamiento Emancipatorio y Proyecto Popular.
En las comisiones sobre las campañas, se ajustó la articulación entre las consignas más inmediatas con los ejes generales de cada campaña, por ejemplo, en la Comisión de Distribución de la riqueza, se planteó entre otras cosas: que sólo a través de la lucha se logra trabajo, realizar una campaña de concientización por el no pago a la deuda externa, plantear políticas universales para terminar con el clientelismo; y, por último, un cuestionamiento al sistema imperante.
En la Comisión sobre Democracia y participación popular, se enfatizó el espacio de la asamblea como el ámbito deliberativo y organizativo; se defendió a la Constituyente Social como un nuevo orden de democracia y al mismo tiempo se valorizó el papel de la CTA, en la democratización de los sindicatos, en las luchas por la democracia sindical y la creación de nuevos sindicatos.
La Comisión sobre Recursos naturales planteó la presentación de un proyecto para la derogación del veto a la ley de glaciares; coordinar a las organizaciones que luchan en defensa del medio ambiente; presentar un proyecto de ley que prohíba la venta de tierras a extranjeros; organizar una marcha nacional por la recuperación de los bienes comunes.
En la Comisión sobre Integración Latinoamericana, se enfatizó que la Constituyente no es sólo un debate de propuestas sino un proceso de poder constituyente de soberanía popular, un proyecto de liberación; se definió la necesidad de un Estado plurinacional, intercultural y pluriétnico. Se remarcó la resistencia a las políticas imperialistas.
En cuanto a la comisión sobre Pensamiento Emancipador, se planteó realizar campañas para visibilizar la Constituyente; por un pensamiento emancipador contra la opresión social y la explotación capitalista; realizar campañas de difusión y de formación a partir de encuentros que pongan en práctica el pensamiento que ya anida en las luchas. Recoger los debates de America Latina (Socialismo del S. XXI, Socialismo Comunitario, Socialismo) para encontrar nuestra propia expresión.
Por último, en la Comisión sobre Asambleas, se diagramó un plan integral para garantizar las Asambleas, que incluye entre otros puntos: confeccionar el mapa social del campo popular, el objetivo para la Asamblea Nacional es que 50.000 delegados puedan representar a 500.000 argentinos.
Se hizo hincapié en que la Constituyente Social es un proyecto emancipatorio.
El ambiente fue de alegría por volver a cada ciudad a poner en pie las asambleas distritales, en el camino de la Asamblea Nacional.