La incansable presión y movilización de los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y gremiales, partidos de izquierda, junto con los familiares de las víctimas de los atentados a la AMIA y del 19 y 20 de diciembre, finalmente dio sus frutos y el "Fino" Palacios debió renunciar al cargo de Jefe de la nueva Policía Metropolitana de la Ciudad, pese a que fue sostenido firmemente hasta el final por Mauricio Macri.
La incansable presión y movilización de los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y gremiales, partidos de izquierda, junto con los familiares de las víctimas de los atentados a la AMIA y del 19 y 20 de diciembre, finalmente dio sus frutos y el "Fino" Palacios debió renunciar al cargo de Jefe de la nueva Policía Metropolitana de la Ciudad, pese a que fue sostenido firmemente hasta el final por Mauricio Macri.
El ex-comisario Jorge Alberto "Fino" Palacios está imputado por el encubrimiento del atentado a la AMIA, fue partícipe voluntario en la represión del 20 de diciembre de 2001, asesor de la Policía neuquina que fusiló a Carlos Fuentealba, fue dado de baja de la Federal por su relación con la banda que secuestró y mató a Axel Blumberg, y fue partícipe activo en la represión de la dictadura militar como integrante de Coordinación Federal.
Sin embargo, la renuncia de Palacios no cambia nada sustancial en relación al carácter de la nueva policía de Macri, la Metropolitana, que se perfila como una guardia pretoriana para reprimir las luchas sociales y que se seguirá nutriendo, como las demás policías del país, de la corrupción de los negocios de la droga, la prostitución y el juego clandestino.
Hay que persistir en el camino de la movilización popular para seguir enfrentando las políticas represivas y capitalistas del gobierno de Macri hasta arrojarlo fuera de la Intendencia de la Capital.