Publicamos este aporte del compañero Julio Macera, Secretario de Comunicación de CTA-Capital sobre el balance electoral de Proyecto Sur en las elecciones del pasado 28 de junio. Desde la Corriente Socialista El Militante agradecemos al compañero Macera su contribución a nuestra página web con este artículo, con cuyo contenido y conclusiones acordamos.
Publicamos este aporte del compañero Julio Macera, Secretario de Comunicación de CTA-Capital sobre el balance electoral de Proyecto Sur en las elecciones del pasado 28 de junio. Desde la Corriente Socialista El Militante agradecemos al compañero Macera su contribución a nuestra página web con este artículo, con cuyo contenido y conclusiones acordamos.
Todos los medios se han referido a la exitosa elección de Proyecto Sur. La calificaron de sorpresiva (para ellos) y se limitaron, en general, a resaltar la cantidad de votos que obtuvo la alianza entre Pino Solanas, Buenos Aires para Todos (El movimiento encabezado por Claudio Lozano y Fabio Basteiro y apoyado por la mayoría de la CTA Capital), el SI, el partido Socialista Auténtico, sectores sociales y dirigentes de distintos orígenes. No casualmente nada hablaron sobre las propuestas y las cuestiones que instaló el discurso de Proyecto Sur y que permiten realizar otra mirada sobre el resultado electoral.
En una campaña basada en consignas vacías de contenido y donde los slogans fueron el centro, Proyecto Sur fue el único sector, de los mayoritariamente votados, que planteó un proyecto político.
La recuperación de los recursos energéticos y naturales en manos del estado, la lucha contra la minería a cielo abierto, la estatización del comercio exterior de granos, la reconstrucción del sistema nacional ferroviario y de una empresa estatal petrolera, la modificación del sistema impositivo para gravar el capital financiero y especulativo y la libertad y la democracia sindical fueron parte de las propuestas de su campaña electoral.
Proyecto Sur, además, instaló el tema del hambre en la Argentina e hizo suya la prioridad que surgió del encuentro en Jujuy camino a La Constituyente Social (de la cual formaron parte la mayoría de sus candidatos) y planteó el subsidio universal para todos los hijos menores de 18 años y el 82% móvil para los jubilados para terminar con el crimen del hambre en nuestro país.
Más allá de la atracción de la figura de Pino Solanas y de su coherente trayectoria política y personal, estas propuestas fueron las que apoyaron una gran parte de quienes votaron a Proyecto Sur.
Pero que una campaña basada en estas ideas haya obtenido el segundo lugar entre los votantes porteños establece, también, la derrota del posibilismo que nos proponían algunos intelectuales orgánicos; aquellos que nos pedían que los acompañemos pese a la pobreza, el PJ, Moreno y el INDEC, las jubilaciones mínimas y los burócratas; los que nos explicaban que no era tiempo de construcciones autónomas y de pedir lo imposible; esos que nos decían que nos conformemos con lo hecho que ya iban a hacer, ellos, lo que faltaba.
No menos derrotado resultó el chantaje que algunos pretendieron hacer al campo popular con la consigna: "vótenlos que se viene la derecha". No compañeros, a la película "vamos todos juntos para que no gane la derecha" ya la vimos en la ciudad y terminó con Macri en el gobierno. A la derecha no se la enfrenta haciendo lo posible, se la enfrenta haciendo posible lo necesario.
Por último, pero no menos importante, el resultado del 28 de junio produjo un hecho que no reconoce antecedentes y nos pone frente a un desafío del cual los militantes deberemos hacernos cargo: Fabio Basteiro, secretario general de la CTA Capital, ha sido elegido legislador de la ciudad. Es la primera vez que un representante de los trabajadores y además socialista va a ocupar, desde una construcción propia y con un programa como el comentado más arriba, un espacio institucional en nuestra ciudad y por supuesto que para nosotros el compañero expresa mucho más que a su persona. Representa la lucha de una parte de la clase trabajadora que construyó a la CTA Capital, una central que no transó con ninguno de los gobiernos de turno y que hizo de la defensa de los intereses de la clase su motor, una central que apunta todos sus esfuerzos a la construcción de una Constituyente Social capaz de parir un Movimiento Político Social y Cultural de Liberación que nos permita realizar la emancipación nacional y social. Por eso en su banca se van a sentar muchos más que él y su gestión va a tener que apoyarse en mucho más que su capacidad.
Ese es el desafío para aquellos que apostamos a esta construcción y aún para quienes no lo hicieron pero creen que esta realidad debe ser cambiada. Cuando decimos que no alcanza con haberlo votado decimos también que no haberlo hecho no puede ser ninguna línea divisoria. Tampoco la cuestión se resume en que: "ahora que tenemos un legislador amigo o del palo, vamos a llevarle nuestros problemas". Nosotros vamos por dejar de delegar y tomar el poder en nuestras manos, luchamos por construir una ciudad y una patria para todos. Es en el marco de esa lucha que se inscribe esta banca, no es él comienzo ni muchos menos la llegada a ningún lugar. El desafío es grande pero más grandes son nuestros sueños y los vamos a hacer realidad.