La poderosa clase obrera colombiana demostró una vez mas que es el único sujeto con el poder social necesario para doblegar al gobierno reaccionario de Uribe y terminar con la injerencia del imperialismo yanqui. A través de sus organizaciones de masas tradicionales, las tres centrales obreras llamaron a un paro nacional el 18 que se cumplió efectivamente bajo la consigna de No al Tratado de libre Comercio ni al ALCA.
Colombia
La poderosa clase obrera colombiana demostró una vez mas que es el único sujeto con el poder social necesario para doblegar al gobierno reaccionario de Uribe y terminar con la injerencia del imperialismo yanqui. A través de sus organizaciones de masas tradicionales, las tres centrales obreras llamaron a un paro nacional el 18 que se cumplió efectivamente bajo la consigna de No al Tratado de libre Comercio ni al ALCA. Esto demostró la fuerza y la conciencia de los trabajadores colombianos, no solo en su lucha de clases nacional, sino recibiendo al dirigente venezolano de la UNT con más de 50.000 obreros en las calles, lo que deja en claro que los trabajadores colombianos no permitirán que el gobierno de su país, títere yanqui, intervenga en el proceso revolucionario que llevan a cabo obreros y campesinos de la vecina Venezuela. A su vez, los obreros de la Empresa Colombiana de Petróleo, mantuvieron una huelga por más de un mes a través de la Unión Sindical Obrera contra los planes de privatización y por la reincorporación de los 248 despedidos. Si esta empresa todavía tiene bases "nacionales" se debe exclusivamente a la lucha de sus obreros.
Estos hechos nos llevan a una reflexión general: Para que en Colombia se termine con la muerte de obreros y sindicalistas, para acabar con el hambre y la represión, la única garantía es la acción independiente y consciente de su poderosa clase trabajadora, en lucha por establecer una democracia de los trabajadores y campesinos en unión socialista con los obreros del continente.
