Posiblemente muchos amigos y amigas, compañeros y compañeras, lo conocieron de más años, con mayor intimidad, profundidad, con la confianza que da la lucha, la confianza de la pelea por el Socialismo, de la que surge una relación de hermandad y que llamamos camaradería. Pero esta palabra no es una más, vacía de sentido, y menos para los revolucionarios.
Posiblemente muchos amigos y amigas, compañeros y compañeras, lo conocieron de más años, con mayor intimidad, profundidad, con la confianza que da la lucha, la confianza de la pelea por el Socialismo, de la que surge una relación de hermandad y que llamamos camaradería. Pero esta palabra no es una más, vacía de sentido, y menos para los revolucionarios.
Tomi era ante todo, una buena persona, honesta y solidaria, preocupado por el sufrimiento ajeno, preocupado por los trabajadores y sus penurias.
Tomi fue un luchador en todo sentido. Tal vez la única batalla que no pudo dar fue contra su enfermedad. Tal vez lo ajeno no lo dejó ver a tiempo la solución a su problema.
A Tomi lo conocí hace once años, militaba suelto, sin partido, pero ésta era una de sus preocupaciones, construir un partido de la clase obrera. Una de las tareas más sublimes para la emancipación de la humanidad.
Hicimos una buena relación a partir de la militancia en bancarios. La idea que nos rondaba siempre era y es la formación de un agrupamiento anti burocrático, clasista para dar la pelea contra los jefes sindicales que arrastran a los trabajadores hacia políticas de conciliación de clases. Recorrimos juntos la experiencia fallida del Movimiento Intersindical Clasista.
La relación con el Tomi fue creciendo alrededor del programa revolucionario, que nos encontró, mediante café y mate, discutiendo, sobre todas las cosas, la Unidad de los trabajadores y cómo resolver la crisis de dirección.
La experiencia nos fogueó contra el sectarismo de izquierdas a un sin números de compañeros de diferentes tiendas y Tomi, como tantos, no escapó a esta realidad.
No creo haber sido amigo de Tomi, pero nos unía el programa y la finalidad: la revolución.
Muchos vamos a extrañarlo, como camarada, compañero, otros, como compañero de vida, como padre y abuelo.
No cabe duda del vacío que ha dejado Tomi. Pero lo que es verdad, es que ha dejado una enseñanza para muchos, forjada en la nobleza revolucionaria, en la lealtad en el debate.
Al pie de la tumba de Tomi, un compañero señaló la tarea que muchos, junto con él, habían comenzado a transitar: la construcción del Partido Mundial por la Revolución Socialista.
Compañero Tomi, presente. Compañero Tomi, siempre en el recuerdo de la Revolución. Compañero Tomi, hasta la victoria.
Salud y Revolución Social
Ángel
Compañero bancario
Integrante de la Corriente Socialista el Militante