Desde El Militante repudiamos el crimen de Martín Cisneros, militante del FTV, y llamamos a los activistas, y a todos los trabajadores honestos a no ceder la iniciativa y a no dejarse engañar, ni intimidar, por la feroz campaña iniciada desde algunos sectores de la clase dominante con el fin de criminalizar la protesta social, buscando volver a los trabajadores y la clase media contra los piqueteros.
ES TOTAL IMPUNIDAD
Desde El Militante repudiamos el crimen de Martín Cisneros, militante del FTV, y llamamos a los activistas, y a todos los trabajadores honestos a no ceder la iniciativa y a no dejarse engañar, ni intimidar, por la feroz campaña iniciada desde algunos sectores de la clase dominante con el fin de criminalizar la protesta social, buscando volver a los trabajadores y la clase media contra los piqueteros.
Desde hace semanas, distintos opinólogos y mercenarios con micrófonos (que se hacen llamar periodistas), sectores de la derecha que estaban en retirada indefinida, empresarios y hasta políticos ligados a la UCR o al PJ, han iniciado una campaña que tiene por fin acabar con las más que justas protestas sociales, ya sea con la judicialización y penalización de los luchadores sociales, o como estamos viviendo hoy, con la eliminación o asesinato directo de estos luchadores igual que como “cazaron” a Dario y Maxi.
Para ello, se valen de los podridos sectores del aparato del Estado; centralmente las policías Federal y Bonaerense. Con ellos infunden el miedo generalizado, ya sea porque participan directamente de todo tipo de crímenes (secuestros, asesinatos sin lógica alguna, robos, extorsiones) o liberan zonas encubriendo a los delincuentes que actúan a piacere en ellas.
Todo esto, es acompañado de una constante prédica contra los piqueteros y sus métodos, tratando de asustar a la sociedad, para tener una base social que apoye una futura represión, y con lecciones de cómo se debe “aplicar” la ley y los “derechos constitucionales”. La mayoría de estos mercenarios de la patronal, sin embargo ha sabido mostrar un gran desprecio por los derechos constitucionales, la ley que dicen defender, y las libertades democráticas.
Y claro, de paso intentan devolver algunos golpes al gobierno de Kirchner, ya que se sienten desplazados y hasta marginados, pese a que el gobierno claramente gobierna para el conjunto de los intereses patronales.
Sin embargo, tanto Kirchner como D´Elia contribuyeron de manera importante a sostener este clima de intimidación.
Kirchner, porque aunque se niega a reprimir no hace nada para frenar los ataques a los piqueteros, se niega a atender los reclamos del conjunto de los desocupados (especialmente los “duros”), mientras tiene una política de amparo y sostenimiento, de aquellos dirigentes de organizaciones de desocupados que le demuestran servil lealtad. Clientelismo abierto y desvergonzado. De todas formas Kirchner ya aclaró, que el problema no es represión si o no, sino quién reprime, ya que la policía está siendo repudiada por amplias capas de la población y no tiene autoridad para hacerlo.
Y D´Elia, porque no duda en querer ser la pata izquierda del Kirchnerismo, atacando por igual tanto a los llamados “duros”, como a Duhalde, confundiendo a sus bases o llevándolas a la frustración y la decepción., sino a una fuerte radicalización que puede bien llegar a superarlo como ocurrió en la comisaría de la Boca.
Pero la verdad, es que los piquetes han disminuido mucho con respecto a los realizados en los años 2001, 2002 y 2003.
Desde que asumió Kirchner ningún corte o manifestación piquetera terminó en incidentes, salvo casos contados, aislados y de dudosa procedencia.
Ningún movimiento piquetero lleva armas de fuego o cortantes.
Ningún piquetero ha matado a alguna persona, sean simples civiles o policías.
Ningún piquetero ha robado, torturado o violado a persona alguna.
Entonces, preguntamos ¿de dónde sacan que los piqueteros llevan adelante una escalada de violencia?
Y denunciamos:
Violencia son las políticas que llevan a la muerte a recién nacidos, niños, y ancianos, a causa del hambre, de enfermedades curables, y de pésimas y humillantes condiciones de vida.
Violencia son las decisiones tomadas por una minoría que llevaron al país a la ruina, al 20% de desocupación, y a mas del 50% de la población a vivir en la miseria, mientras esa misma minoría de empresarios, banqueros y políticos se enriqueció a niveles vergonzantes.
Violencia es pese a este desolador cuadro, seguir girando fondos para pagar la ilegitima y fraudulenta Deuda Externa.
Violencia es usar los aparatos del Estado (Congreso, Justicia, Fuerzas Represivas) para judicializar, penalizar, y reprimir la legitima protesta social.
Violencia es mantener intactas las policías Federal y Bonaerense o la Gendarmería, que ya llevan en su haber miles y miles de casos de muertos por represión, muertos por gatillo fácil, participar de secuestros y otros delitos, torturar, plantar pruebas, liberar zonas, encubrir criminales, cobrar coimas, enriquecimiento ilícito, etc. La mayoría de estos casos permanece impune.
Y todo esto lo hacen siempre con el consentimiento de los políticos, de las patronales, o sirviendo directamente a sus intereses, como está ocurriendo ahora con la pelea Kirchner-Duhalde, que cualquiera sea el resultado que tenga, sin duda no favorecerá al conjunto de los trabajadores.
NO PERDER LA INICIATIVA
Los trabajadores no podemos andar de gira por Miami y Europa como Blumberg, no podemos (ni queremos) realizar campañas con firmas para votar leyes antidemocráticas, y difícilmente podremos conseguir la cobertura mediática que logra este señor, empresario él.
La lamentable muerte de su hijo a manos de la mafia criminal-policial, no oculta sin embargo una gran verdad entre el pueblo: las leyes no están hechas para los trabajadores, sino para los patrones.
Pero los trabajadores y la juventud, están demostrando de manera heroica su madurez, no se dejan engañar, y toman la iniciativa frente al caos que proponen los políticos de la clase dominante.
Insistimos con esto: no nos tenemos que dejar robar la iniciativa.
Para ello, diferenciamos claramente las acciones de masas, de trabajadores, vecinos y jóvenes, que saben que están condenados a la impotencia que genera la impunidad si no toman participación directa en buscar y castigar a los culpables de los cotidianos crímenes de la mafia policial, de las acciones de grupitos que no son representativos de la voluntad mayoritaria.
Las acciones de Isidro Casanova, de la comisaría 31° de Palermo, la toma de la comisaría 24° de la Boca, o los recientes acontecimientos de Tres Arroyos, pueden y deben ser imitados. El repudio hipócrita de pseudoperiodistas y políticos a estos hechos, no es más que la muestra del temor a acciones de masas, que están decididas a acabar con la impunidad, con el asesinato y el miedo que pretenden infundir las mafias y la policía.
El mensaje parece ser que nos tenemos que quedar de brazos cruzados, confiar en una Justicia y Policías corruptas, mientras nos siguen matando familiares, amigos, compañeros.
Sin embargo, repudiamos las acciones que llevan adelante minorías “iluminadas” como la acción de Quebracho en la plaza de armas del Edificio Libertador, o los ocurridos contra el edificio de Repsol-YPF.
Estas acciones son funcionales a los discursos y medidas de derecha, no traen consecuencias positivas para el conjunto de los trabajadores, son aisladas de las masas, y ayudan a instalar el miedo, especialmente en sectores de clase media, construyendo el apoyo social que mañana puede tener un avance represivo.
UNIDAD, MOVILIZACION Y ALERTA PERMANENTE.
No vamos a abundar aquí acerca de las diferencias abismales que nos separan de D´Elia, e incluso de otras organizaciones. Son muchas.
Pero estamos convencidos que es un momento en el que se requiere la máxima unidad posible, e instamos a que el actual marco de Frente único se mantenga siempre que las condiciones estén claras.
Y llamamos a los compañeros, que creen que deben apoyar por “izquierda” al gobierno de Kirchner, a que revean y reflexionen acerca de las posturas de sus dirigentes, que desde esa posición atacan al resto de las organizaciones sociales y políticas, con posturas divisionistas, confusas y proclives a situarse demasiado cerca de la reacción, y que además llevan al desgaste, la decepción y el abatimiento de miles de militantes honestos.
Llamamos también a la movilización y alerta permanentes, sea con escraches a policías, comisarías, periodistas y políticos, marchas o cortes de calles multitudinarios, desconociendo los tiempos y procedimientos de la justicia y la policía asesina.
Y que se vuelvan a conformar las Asambleas Populares, que en ellas se discutan de manera democrática las acciones para enfrentar el caos mafioso policial que nos propone la clase dominante.
Exigimos a la CGT disidente y a la oficial, que convoquen junto a la CTA, a un paro general en repudio de la criminalización de la protesta social, contra la impunidad y por el fin de esta campaña de terror, y si no toman medida alguna, instamos a los activistas y militantes a que lleven estas discusiones mediante Asambleas dentro de los gremios y sindicatos, y que presionen desde allí a la burocracia sindical.
Desde siempre repetimos que la solución de fondo a la inseguridad, como a la falta de empleo, alimentación, salud y demás problemas sociales llegará cuando los trabajadores tomen su destino en sus propias manos y con el desmantelamiento del aparato del Estado.
Con ese objetivo debemos unir a la clase obrera sobre la base de un programa de transformación socialista de la sociedad.