Parece ser que para el gobierno de Cristina, nacionalización significa que un propietario bien argentino tenga la mayoría accionaria de la empresa en este caso López Mena-; y, sobre todo, que el Estado nacional garantice las superganancias a esos empresarios. El gobierno de Cristina Fernández ha anunciado con bombos y platillos la argentinización de Aerolíneas Argentina, que se presenta como un paso en la defensa de la soberanía nacional y en la nacionalización de la empresa aeronáutica de bandera.
Lejos, muy lejos de ello, está el acuerdo alcanzado entre el grupo Marsans, de capitales españoles actual propietario del 95% de las acciones- y el titular de Buquebus López Mena- y que es repartirse la torta que representa los vuelos de cabotaje de 6,5 millones de viajeros. Aerolíneas Argentinas y Austral son las líderes del mercado y transportan el 80% de los pasajeros anuales.
En este contexto, el Estado argentino pasará a controlar el 20% de las acciones y el 10% será para los empleados, que con los últimos aumentos de capital habían perdido la participación originaria del Programa de Propiedad Participada. Mientras que el grupo Marsans y López Mena se disputan el reparto del 70% restante.
Parece ser que para el gobierno de Cristina, nacionalización significa que un propietario bien argentino tenga la mayoría accionaria de la empresa en este caso López Mena-; y, sobre todo, que el Estado nacional garantice las superganancias a esos empresarios.
Para ello, el Estado ya otorgó en los últimos 30 días un aumento casi del 40% en los precios de los pasajes de cabotaje y la administración kirchnerista implementará un nuevo régimen de subsidios para abaratar el costo del combustible JP1 que utilizan las compañías aéreas en los vuelos de cabotaje.
Como se ve, la argentinización nada tiene que ver con mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, abaratar las tarifas y poner este transporte al servicio de las mayorías. La argentinización a lo Fernández, poco y nada le interesa todo esto.
Una vez más, se muestra para quiénes gobierna al tiempo que desnaturaliza las banderas más sentidas por los trabajadores.
Una verdadera flota aérea nacionalizada estará dirigida por sus trabajadores y usuarios y puesta al servicio de los intereses populares.
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