Pakistán: El nuevo gobierno de coalición PPP-PML (N) no resolverá nada

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Las elecciones celebradas en Pakistán el pasado 18 de febrero fueron una farsa completa. Sus resultados fueron los más manipulados en la historia de Pakistán. La coalición de gobierno entre el PPP y el PML (N), que ya fue anunciada, significará la continuación del status quo. No resolverá nada y provocará una explosión social sin precedentes. De nada servirá el haber excluido del parlamento a los candidatos de la izquierda del PPP mediante un fraude selectivo. Las elecciones celebradas en Pakistán el pasado 18 de febrero fueron una farsa completa. Sus resultados fueron los más manipulados en la historia de Pakistán.
El Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), el partido de las masas populares, fue la fuerza más votada, pero no alcanzó la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. En segundo lugar quedó la derechista Liga Musulmana, el PML (N) de Nawaz Sharif, y en tercer lugar el PML (Q) (una escisión del PML promovida por el presidente Musharraf en 2001).
Esta composición parlamentaria conviene a los norteamericanos y al ejército, porque significa mantener controlado al nuevo gobierno.
Lo irónico es que los dirigentes del ala derecha del PPP anhelaban esta opción. Es el escenario ideal para ellos, estar en el poder sin llevar a la práctica ninguna política que emancipe a las masas.
La coalición de gobierno entre el PPP y el PML (N), que ya fue anunciada, significará la continuación del status quo. No resolverá nada y provocará una explosión social sin precedentes. De nada servirá el haber excluido del parlamento a los candidatos de la izquierda del PPP mediante un fraude selectivo.
La presunta "sociedad civil" (periodistas, abogados, intelectuales, ONG’s) engaña a las masas sobre Nawaz Sharif, lo presenta como el héroe de la "democracia" contra la dictadura de Musharraf. Incluso si Musharraf dimitiera como presidente del país, no habría ninguna diferencia fundamental en la situación de Pakistán. En cualquier caso, hace tiempo que Musharraf está acabado. Sobrevive por el apoyo de los norteamericanos y la debilidad y traición de los llamados dirigentes de la oposición.
Otro aspecto interesante de estos resultados electorales fue la derrota de los partidos islamistas. Nunca fueron una fuerza de masas en Pakistán. Fueron aupados por el Estado en las elecciones de 2002 para controlar el sentimiento antiimperialista de las masas mediante su retórica. En los últimos cinco años quedaron totalmente desenmascarados y desacreditados ante los ojos de las masas.
La otra organización neofascista, el MQM, que obtuvo 19 bancas, debe sus resultados al apoyo de las agencias estatales. Esta mafia, que se basa en el odio étnico, representa la fuerza más violenta y reaccionaria, principalmente en Karachi y otras ciudades de la sureña provincia de Sindh. Esta organización fue creada por la dictadura del General Zia a fines de los años setenta para dividir al proletariado de la ciudad industrial más grande de Pakistán: Karachi. Utilizaron a este grupo como una fuerza siniestra para romper la unidad de clase de los trabajadores mediante prejuicios raciales, étnicos y lingüísticos.
Con la protección del Estado, atacaron sindicatos, asesinaron activistas de izquierda, sobre todo jóvenes del PPP, y crearon cámaras de tortura donde utilizan los métodos más brutales.
Sin embargo, después de la manifestación de bienvenida a Benazir Bhutto del 18 de octubre, cuando más de dos millones de trabajadores y jóvenes llenaron las calles de Karachi, el MQM comenzó a sentirse amenazado por este despertar de las masas y el ascenso de la marea de la lucha de clases. No aparecían por ninguna parte. Aliados a Musharraf, dominaron la provincia de Sindh hasta las elecciones, donde fueron derrotados por el PPP. Su base social ahora se ha reducido y su dependencia del Estado ha aumentado de modo tremendo.
El gobierno de coalición del PPP con la derecha será un desastre para las masas. Incrementará aún más su sufrimiento y miseria. Sin duda habrá disturbios y turbulencias, atentados y bombas suicidas. Se producirá una convulsión sin precedentes que puede llevar a guerras y a la ruptura sangrienta de Pakistán. No hay salida sobre bases capitalistas. Sin el derrocamiento de este sistema podrido, la civilización y la existencia humanas están en peligro.
Las masas anhelan un cambio. Cuando entren en escena y se desarrolle un movimiento de masas la coalición se desmembrará. La polarización dentro del PPP en líneas de clase será enorme. Y si entonces existe una fuerza marxista significativa dentro del PPP y los sindicatos, el movimiento emprenderá el camino revolucionario. Ningún poder en el mundo podrá detener este movimiento.

Fraude selectivo contra los marxistas de The Struggle y la izquierda del PPP

En Kasur, ex-diputado marxista de la Asamblea Nacional, Manzoor Ahmed, tenía una posición muy fuerte. Organizó una campaña muy exitosa y tenía el apoyo de los trabajadores y campesinos. Manzoor utilizó cuidadosamente la Asamblea Nacional como una plataforma para defender a los trabajadores, y la causa y el avance de las ideas del socialismo.
Cuando ganó la banca en las elecciones del 2002, Manzoor consiguió 28.732 votos. En estas elecciones consiguió 43.232 votos, un aumento sustancial. Pero “perdió” frente al candidato del PML-N que, supuestamente, consiguió 52.000 votos.
El resultado fue decidido por la camarilla dominante y por los dirigentes del ala derecha del PPP, para quienes Manzoor es una molestia. La naturaleza selectiva del fraude electoral, con la complicidad del ala derecha del PPP con el Estado, se demuestra en el hecho de que, en otras zonas de Kasur, fueron elegidos los candidatos del ala derecha del PPP que nunca antes habían podido ganar unas elecciones.
El MQM amañó las elecciones en Karachi. En una zona de sólida composición obrera, la circunscripción electoral NA-257, el candidato marxista Riaz Lund había organizado una campaña espectacular, y consiguió “oficialmente” 46.080 votos. En 2002, el candidato del MQM ganó esta banca con 45.480 votos. Pero ahora el MQM declaró su “victoria” con 134.448 votos. Este es un resultado imposible y demuestra el escandaloso nivel de fraude. Los compañeros de Karachi calculan que Riaz ganó con un margen de aproximadamente 27.000 votos.
En Waziristán, por las condiciones de atraso y la violencia en la frontera afgana, el fraude era más previsible. Aquí el compañero Alí Wazir hizo una campaña muy valiente, en unas condiciones muy difíciles y peligrosas. Los reaccionarios pro-talibán amenazaron con matarlo e hicieron lo posible para cumplir su amenaza. Sin embargo, a pesar de arriesgar su vida, Alí se ganó la simpatía de los trabajadores y campesinos pobres, asqueados de los fundamentalistas y los talibanes. Alí organizó un mitin de masas con 10.000 personas, algo nunca visto en Waziristán.
Otra decena de candidatos de izquierda del PPP tampoco resultaron elegidos, pese a que algunos de ellos, como Manzoor, se presentaban a la reelección.