3º aniversario de la Masacre de Cromañón: Luchar para no tener las manos y el corazón vacíos

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Este 30 de diciembre se cumplen 3 años de la masacre de Cromañón, donde perdieron la vida 194 personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes y hasta niños, mientras asistían a un recital de la banda de rock Callejeros. El viernes 7 de diciembre fue liberado Chabán, y no hay ya ningún detenido por la causa. En la misma semana asumió en la legislatura porteña Aníbal Ibarra, incapacitado para gobernar la ciudad, pero no para legislar. En esa misma semana dos jóvenes más se agregaron a la lista de fallecallecidos: uno de ellos por las secuelas sufridas en el boliche, y el otro por suicidio ¿Y la justicia, gritada sin desmayos una y otra vez: donde está? No sabemos ¿La contención de los sobrevivientes? No sabemos. Este 30 de diciembre se cumplen 3 años de la masacre de Cromañón, donde perdieron la vida 194 personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes y hasta niños, mientras asistían a un recital de la banda de rock Callejeros.
El viernes 7 de diciembre fue liberado Chabán, y no hay ya ningún detenido por la causa.
En la misma semana asumió en la legislatura porteña Aníbal Ibarra, incapacitado para gobernar la ciudad, pero no para legislar.
En esa misma semana dos jóvenes más se agregaron a la lista de fallecidos: uno de ellos por los daños sufridos en el boliche al respirar monóxido de carbono y ácido cianhídrico, y el otro por suicidio.
¿Y la justicia, gritada sin desmayos una y otra vez: donde está? No sabemos.
¿La contención de los sobrevivientes? No sabemos.
Lo que sí sabemos es que las causas y condiciones que favorecieron la Masacre de Cromañón se mantienen intactas, y nuestra juventud se debate contra ellas, a medio camino entre el intento de estupidización mediático-mercantil, las drogas y un cierto escepticismo y apatía, y su innata orientación hacia nuevas ideas o a buscar respuestas, a luchar contra las injusticias, a movilizarse por nobles causas, a mejorar sus condiciones de vida, a sostener la memoria.
Esas condiciones que mencionábamos no cambiaron, porque Chabán sirvió (más allá de su responsabilidad) como chivo expiatorio, e Ibarra fue destituido por presión popular pero también por el oportunismo de Macri, que se moverá en la ciudad como el mercader capitalista que es.
No cambiaron las cuestiones de fondo, porque mientras se impide a la banda Callejeros que toque, salvo muy de vez en cuando y bajo todas las medidas de seguridad, a cielo abierto, en un pedacito de algún estadio con un puñado de espectadores, otras bandas pueden tocar delante de decenas de miles de personas sin que pueda explicarse esto de manera coherente, pues el riesgo en esos recitales sigue siendo importante por la falta de control.
Es más: grandes eventos de la juventud como las rave y los festivales electrónicos (sponsoreados por importantes empresas), o los boliches de baile, son el paraíso de los narcotraficantes. Por eso los chicos mueren de sobredosis de éxtasis o de cócteles de pastillas y alcohol, y a nadie se le mueve un pelo; pese a que en los últimos meses aumentaron los casos mortales por sobredosis y comas alcohólicos en locales bailables (como en el boliche The Roxy).
No cambió la profunda corrupción en la organización del Estado que permite que existan locales indebidamente habilitados. Esa corrupción que promueve la “caja chica” de la policía que sigue manejando la prostitución, el narcotráfico, las habilitaciones comerciales, etc.
Y esto emana del poder del Estado y sus estamentos, en este caso el gobierno de la Ciudad y la Legislatura.
En éstos ámbitos se decide no controlar, o hacerlo de manera especulativa, encerrar a los jóvenes en ámbitos controlados por el narcotráfico, especular con los negocios inmobiliarios, no tener en cuenta espacios para el ocio y el arte de los trabajadores y los jóvenes, pagar salarios bajos y en negro a trabajadores del Estado, descuidar la salud y la educación, perseguir a los luchadores y a los jóvenes, etc. Y a eso lo llaman “democracia”.
Por eso estamos convencidos que es necesario organizarse de manera independiente para conseguir la justicia que el sistema niega una y otra vez respecto de la Masacre de Cromañón y tantos crímenes contra la juventud y los trabajadores.
Es necesario organizar el ocio y el tiempo libre de manera sana, libre y controlada por los mismos jóvenes y trabajadores.
Es necesario organizarse para luchar contra la explotación infantil, el trabajo en negro o la sobreexplotación que sufren los trabajadores jóvenes, la desocupación juvenil, por la salud y educación sexual, la educación y combatir las drogas que están intentando estupidizar y adormecer a la juventud.
Todo esto es necesario empezar a hacerlo hoy, teniendo como horizonte la transformación de la sociedad y la lucha por el socialismo, que permitirá la plena realización de todas estas importantes premisas. Creemos además, que esta lucha es la mejor manera de sostener la memoria de tantos pibes –no solo los que murieron en Cromañón- y para no tener las manos y el corazón vacíos.