Venezuela: Mass media y Referéndum: Qué SI y qué NO… la hora de la auto-critica

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La acción Revolucionaria de la comunicación tiene por tarea urgente al abstencionismo que representa sin duda grados de desmoralización, cansancio o conformismo muy perniciosos. La moral de la batalla requiere una revolución comunicacional que no depende se sectas ni de funcionarios voluntaristas y simpáticos. La moral, la ética, el espíritu de la revolución exige acción permanente de la comunicación capaz de superar el estado actual de las concepciones más tediosas con que se han desarrollado algunolgunos modelos comunicacionales en Venezuela incluso al calor de la Revolución.

Es tarea urgente impulsar una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo

Balance de errores comunicacionales

Una vez más la realidad impone tareas impostergables. Vimos el asedio obsceno de una artillería de calumnias que ensayó sus armas más "sofisticadas"; pudimos presenciar la creatividad contra-revolucionaria que opera impunemente ante nuestras narices. Nos vimos tibios débiles, confundidos, repetitivos, oficialistas y timoratos. Nos vimos desorganizados, tartamudos e individualistas. Vimos nuestras desventajas, nuestras debilidades y nuestra negligencia con una claridad dolorosa y clarificante. Está a la vista la advertencia de que la Revolución, magnífica y promisoria no es invencible y está claro que las amenazas vienen de afuera y de adentro. Está claro que no hemos dado los pasos más importantes, está claro que nuestra auto-critica aun es auto-complaciente, está claro que el período de transición todavía no asienta sus mejor poder revolucionario en una la conciencia liberada capaz de impulsar el triunfo definitivo de la Revolución Socialista. Está claro que falta mucho y están claras muchas incapacidades. Hay que convertir todo movimiento de la contra-revolución en nuestro acicate –no único- o estamos perdidos. Ni un milímetro al desanimo.

Venezuela es un alma encendida… el alma de la Revolución en transición, exigente y tierna, nuestra y generosa. Nuestra tarea es abrazarla y recoger toda lección como un impulso. Pero no irresponsables, no indolentes, no confiados, no ineficientes, no confundidos, no desorganizados. He ahí la jerarquía del programa revolucionario, he ahí la importancia de la guerra simbólica contra la alienación, he ahí la urgencia de la revolución de la conciencia, de la cultura, del espíritu revolucionario donde todavía parecemos y estamos verdes, cándidos, románticos y utópicos… huérfanos del partido de masas verdaderamente organizado y en combate como lo soñamos, sin sectas, sin burocracias, sin voluntarismo mesiánico… es decir como se debe. Como nos lo debemos.

Urge una Revolución en la comunicación –también-

He ahí la urgencia de romper con idilios milagreros y con reformismos suicidas. He ahí la necesidad de ser mejores y más fuertes… está en juego la propia supervivencia de la Revolución y no hay tiempos para depresión ni para extravíos. O avanzamos o nos asesinan. Ellos no tendrán miramientos. Duele terriblemente esta derrota porque nos hace perder tiempo valioso y duele más porque muchos de los nuestros no salieron a la batalla… están confiados, indolentes e ignorantes… muchos, no todos. Duele hondo porque no coincide lo que urge con lo que ocurre. Duele y eso está muy bien, el problema es ganar la alquimia que convierta el dolor en trabajo hoy mismo.

Ningún desanimo… al contrario, los principios están intactos aunque fallen las tácticas y a estas horas lo urgente es no confundirlos. Eso sentimos en esta hora. Hay mucho para analizar en momentos en que la Revolución no sólo vive bajo amenazas externas, en momentos en que la Revolución tiene parásitos internos que hacen peligrar, incluso más, todo lo ganado. Pero la única purga posible ha de venir desde abajo cuando el programa de transición revolucionaria encarne y florezca como acción organizada y sistemática, consciente y amorosa, bien desde abajo y bien democrática.

Cháves ha sido ejemplar con su discurso que orienta hacia redoblar el trabajo y él mismo a estas horas debe tener bien clarito en cuántas cosas se le han ido vacíos y filtraciones… vicios y tareas pendientes. La de la Comunicación revolucionaria sigue siendo una tarea impostergable y todavía no queda claro que no se trata de una lucha localista, que debe ser tarea de una Cumbre de Presidentes contra el bloqueo mediático, contra la alienación y por un Nuevo Orden Socialista de la Comunicación. Es tarea urgente impulsar una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.

Uno siente rabia y pena por todo el trabajo desplegado paso a paso… los que hemos visto en detalle las tareas más comprometidas y minuciosas para el SI en el referéndum hemos visto también la tibieza de muchos camaradas entretenidos en su vanidad o en intereses que no coinciden con las urgencias. La Revolución mundial tiene en Venezuela una casa excepcional y florida, eso está por encima de las derrotas coyunturales que son crisol de las verdades con más largo alcance. Por eso estamos bajo examen permanente, todos, y lo que toca, ahora mismo, es perfeccionar el trabajo, hacernos uno y seguir pacientemente, enamoradamente, al lado de lo mejor de esta Revolución mundial y nuestra. Convertir nuestras debilidades en fortalezas cuanto antes. Nada hay más importante a estas horas. Aunque la burguesía tenga instrumentos poderosos para degenerar a la opinión pública nuestras fuerzas comunicacionales siguen desorganizadas e ingenuas. Muchos saben chillar histéricos y de Venezuela esperan financiamientos, rentas y comodidades sin trabar acciones directas, creativas y efectivas en la lucha contra el capitalismo. Ese sueño debe terminar ya… la realidad exige un salto cualitativo hacia un programa internacionalista de acción consensuada en todo el continente. No esperemos a que nos silencien.

Abstención y Comunicación Revolucionaria

La abstención es una responsabilidad para todos los revolucionarios de la Comunicación. Es preciso hacerla nuestro problema, nuestra derrota. Sin púlpitos y sin deprimidos. "El problema no es que la revolución haya limitado los derechos democráticos de la oposición o pisoteado la "libertad de prensa". El problema es que la revolución ha sido demasiado generosa con sus oponentes, excesivamente tolerante, muy paciente, demasiado caballerosa. Ha dejado excesivo poder en manos de la oligarquía y sus agentes. Ha puesto un arma en sus manos y que la están utilizando de modo muy efectivo para sabotear la revolución, descarrilarla y por último destruirla" (Alan Woods).

Mientras los medios de comunicación sigan usurpando un lugar privilegiado para agredir al pensamiento revolucionario, mientras tengan "libertad" absoluta para alienar y degenerar toda acción conciente de los pueblos contra sus explotadores y sus verdugos… seguiremos siendo sus cómplices aunque discursemos lo que discursemos sobre socialismo. No nos sorprenda que ya organicen otro golpe de estado y esta vez si sea transmitido.

La acción Revolucionaria de la comunicación tiene por tarea urgente al abstencionismo que representa sin duda grados de desmoralización, cansancio o conformismo muy perniciosos. La moral de la batalla requiere una revolución comunicacional que no depende se sectas ni de funcionarios voluntaristas y simpáticos. La moral, la ética, el espíritu de la revolución exige acción permanente de la comunicación capaz de superar el estado actual de las concepciones más tediosas con que se han desarrollado algunos modelos comunicacionales en Venezuela incluso al calor de la Revolución. Urge una Política Revolucionaria en materia de Comunicación libre de atavismos y de lastres que entre componendas y ambigüedades no sólo hacen flaco favor a la Revolución también abonan a la contra-revolución oro molido… el oro de la ineficiencia, el tedio y la desorientación.

En Venezuela siguen presentes miles de problemas heredados y también siguen presentes miles de problemas porstergados por la incapacidad de los dirigentes para obedecer el mandato que desde abajo les exige profundizar la Revolución. Es hora de un anális fraternal y comprometido. ¿Cúanto tiempo más esperará el pueblo de Venezuela a una TeleSur más convocante resuelta y sin confusiones a liderar la parte internacionalista de la integración como líder natural de un espíritu combativo contra la tergiversación, el engaño y la deformación de nuestras realidades? ¿Cuánto tiempo más habrá que esperar a VIVE TV para que toda su experiencia magnífica rompa los sectarismos y sea por fin líder de la experimentación más creativa, sea crisol de conciencia revolucionaria imparable y sea la escuela de realización que forme los cuadros de la Comunicación revolucionaria que urgen a estas horas? ¿Cuánto tiempo más requiere TeVES? ¿Cuánto Radio Nacional? ¿Cuánto todos los medios comunitarios y alternativos para romper los sectarismos, la desunión, la desorganización, el individualismo, propio y ajeno. Es esta una hora magnífica para las criticas y las auto-criticas y dejarla pasar sería, de menos, sospechoso.

Por una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo