Toda la reacción desde los medios de comunicación, el Poder Judicial – con el juez Ariel Lijo a la cabeza – el gobierno y los políticos de todo el abanico de la derecha, se vienen uniendo para golpear sin piedad a la clase obrera y los sectores populares.
Todos ellos encontraron la excusa “perfecta” y con el cinismo que los caracteriza vienen emprendiendo una cruzada en contra de las organizaciones de desocupados.
En esta oportunidad, los procedimientos se llevaron a cabo en domicilios relacionados a los movimientos CTD Aníbal Verón, Movimiento Evita, Movimiento Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores LTDA, Confluencia Popular y del Movimiento Territorial de Liberación (MTL).
Los allanamientos se realizaron en CABA y en distintas localidades del conurbano bonaerense.
La causa se inició a raíz de las denuncias recibidas a la línea 134 con acusaciones anónimas por supuesta extorsión y coacción a beneficiarios de prestaciones sociales. En un principio, el gobierno habló de “miles y miles de llamadas”, pero apenas 7 casos cuentan con testimonios judiciales.
En CABA, se allanó un local de reunión del MTL, también se allanó un merendero de la UTEP en Budge. En Maquinista Savio se allanó la Cooperativa La Esperanza y Evita Pueblo donde se secuestraron carpetas, biblioratos, planillas, facturas, recibos y celulares.
También allanaron la casa particular de la Secretaria General de la CTA Capital Regional Sur, Marisol Cirano.
El material probatorio será analizado por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 4. La causa de Lijo va en paralelo a otra que lleva adelante el juez Sebastián Casanello que investiga al Polo Obrero y a Eduardo Belliboni, quien declaró el martes en Comodoro Py.
Todo este movimiento apesta a reacción sin límites, no tenemos ninguna duda de que todo esto es una persecución lisa y llana que se enmarca en el plan de guerra del Gobierno contra la clase trabajadora, como la reciente aprobación del paquetazo antiobrero en la Cámara de Diputados.
La criminalización de las organizaciones de desocupados es un paso más en la escalada represiva de los capitalistas que desde el 2001 a la fecha han intentado, a través de la cooptación o la represión, quebrar la organización en los barrios.
Desde las barriadas, las fábricas y las escuelas nos tenemos que organizar para contragolpear a la reacción del gobierno y sus títeres en la justicia burguesa. Urge tener organización pero también tener claridad programática. De todas estas luchas debemos ir construyendo el partido revolucionario. No alcanza con solo luchar; salir a la calle debe ser solo el primer paso, esto tiene que ir aglutinando a lo mejor de todas estas luchas, en una organización con un programa claro comunista.
Dentro de los marcos del sistema capitalista no podemos salir de este esquema represivo y de hambre. Las instituciones de la democracia burguesa, sea el parlamento o los tribunales, funcionan como un baluarte de la reacción, muestran su verdadero rostro. Las caretas de humanistas y benefactores caen día a día para quienes trabajan.
El capitalismo tiene una crisis existencial y no van a parar de atacarnos; solo la clase obrera y sectores populares podemos pararlos destruyendo su sistema.
Rechazamos las acusaciones del gobierno reaccionario, así como de la justicia clasista y el arco político en su totalidad, que por apoyo explícito o por quedarse solo en la denuncia, ambos son cómplices de una u otra manera de los ataques al movimiento obrero.
Nos solidarizamos con los compañeros y compañeras que vienen sosteniendo los comedores en los territorios, a la vez que seguimos exigiendo la liberación de los 5 presos políticos por luchar contra la Ley Bases el 12 de junio.
Ver también:
Solidaridad con el movimiento de desocupados ¡Abajo el Gobierno del ajuste y el hambre!