Los secuestros de Gerez y López, y la desaparición de este último, además de ser una maniobra del aparato represivo para vengarse de los juicios a algunos de sus cabecillas y una extorsión para conseguir su amnistía, también señala el peligro que amenaza al activismo obrero y popular en sus luchas actuales y futuras contra el sistema capitalista y sus sostenedores.
¡Exigimos toda la verdad sobre su secuestro y el caso Gerez!
Los secuestros de Gerez y López, y la desaparición de este último, además de ser una maniobra del aparato represivo para vengarse de los juicios a algunos de sus cabecillas y una extorsión para conseguir su amnistía, también señala el peligro que amenaza al activismo obrero y popular en sus luchas actuales y futuras contra el sistema capitalista y sus sostenedores.
La aparición repentina de Gerez no debe arrojar ninguna duda o sospecha sobre su secuestro. Fueron los sectores más inteligentes de la clase dominante, a través de sus agentes más confiables dentro del aparato del Estado, quienes forzaron su liberación. Eran muy conscientes de que si continuaba la seguidilla de secuestros de testigos o denunciantes contra los genocidas eso iba a conducir, tarde o temprano, a una explosión popular que sacudiría los propios cimientos del sistema.
Esto demuestra dos cosas: que esas tramas negras fascistas tienen nombres y apellido y son perfectamente identificables y localizables, y que sólo el miedo a la movilización popular puede obligar a la burguesía y a sus agentes en el aparato del Estado a detener el accionar de estas mafias y, eventualmente, sacrificar a algunos de sus integrantes para que sean juzgados y castigados.
Es evidente que el gobierno de Kirchner sabe más de lo que dice. El gobierno no puede enfrentar decisivamente a estas mafias porque la burguesía jamás toleraría el desmantelamiento de su aparato represivo y porque no tiene alternativa al sistema capitalista. El gobierno personifica la impotencia de la conciliación de clases.
Las conclusiones son claras: sólo la más amplia y contundente movilización popular, comenzando por una Huelga General, puede obligar a que nuestros enemigos nos entreguen a los captores de López y desvelarnos su paradero. Y la lucha contra la impunidad, la represión y el desmantelamiento del aparato represivo debe estar vinculada a la lucha por la transformación socialista de la sociedad, terminando con el poder económico, político y represivo de la burguesía.
*Por el desmantelamiento del aparato represivo. Juicio y castigo a todos los culpables.
*Anulación de los indultos y las leyes de impunidad.
*Sólo la movilización popular puede derrotar a las bandas fascistas. Huelga General para que nos devuelvan a Julio.
Corriente Socialista El Militante