Volante que los compañeros y compañeras de la Corriente Socialista Militante (CMI-Argentina) vamos a estar repartiendo este jueves 20 de julio en el marco de la Gran Marcha contra la represión en Jujuy, a 47 años de la “Noche del Apagón” y a un mes de la primera represión del Gobernador Gerardo Morales.
Es necesaria extender la solidaridad de la clase obrera de toda la Argentina contra la represión, el ajuste y la reforma infame de Gerardo Morales y los convencionales del PJ. Fueron los votos unánimes del Frente Justicialista y el Frente Cambia Jujuy los que dieron cobertura parlamentaria a este avance contra las condiciones de vida de la clase trabajadora y las comunidades.
Por otro lado, vemos la respuesta tardía e ineficiente de la burocracia sindical que convoca paros y marchas aisladas o desconectadas de un plan de lucha general, lo que deja en claro la total falta de independencia política de una dirigencia sindical más preocupada en sus compromisos políticos, con el frente de conciliación de clases que sostiene al Gobierno Nacional, que por los intereses de la clase trabajadora. De esto se desprende la necesidad de una sacudida radical de los sindicatos para que estos se conviertan en un ariete de lucha para los trabajadores y trabajadoras y no en apéndices del Gobierno de turno.
A su vez tenemos que tener claro que no es solo la reforma constitucional, sino que es un proceso político que lleva años y que expresa con crudeza el avance del ajuste capitalista. La mitad de los jujeños son pobres y 78.000 pasan hambre. El 61,2% de los que trabajan, lo hacen en situación de precariedad laboral.
Gerardo Morales y el empresariado viene montando una cacería de manifestantes, desde hace semanas, con metodologías propias del terrorismo de Estado. Acusando a los detenidos de privación ilegítima agravada, sedición, resistencia a la autoridad, daño agravado y lesiones leves.
Pero a pesar de las amenazas, de las acusaciones extravagantes, de la represión brutal, imputaciones ridículas, persecuciones y allanamientos ilegales, los jujeños siguen en la calle. La rebelión jujeña no cesa a pesar de las dificultades.
Necesitamos Unidad para derrotar a la reforma Constitucional y al gobierno de Gerardo Morales. Para esto es imperioso debatir en cada lugar de trabajo, en cada fábrica y escuela, en cada barrio y empresa un plan de lucha votado por las bases. Los cuerpos de delegados, las juntas internas deben llevar sus mandatos de base para dar una perspectiva nacional a esta lucha e imponer en los hechos, a las direcciones sindicales un plan escalonado hasta imponer una solidaridad efectiva que vaya más allá de declamaciones y movilizaciones aisladas. La lucha de Jujuy es la lucha de la totalidad de la clase obrera y los trabajadores, su triunfo es nuestro triunfo, avanzar en esta perspectiva resulta imperioso.
Manos en la obra
¡Desprocesamiento y libertad a todos y todas las compañeras detenidas!
¡Basta de represión!
¡Abajo la reforma constitucional!
¡Fuera Gerardo Morales!
¡No al negociado del litio y el agua!
¡Por la huelga general!
