A nuestros lectores, a quienes nos siguen en las redes, a la militancia diaria en los frentes de masas, a nuestros amigos y camaradas.
Estamos atravesando momentos difíciles. Los más difíciles en las últimas cinco décadas. Los millones de mujeres y hombres de a pie ven que algo está mal, perciben un mundo patas arriba. La economía se encuentra en una espiral descendente y los precios de los productos de la canasta familiar se fueron por las nubes. En estos últimos años se viene formando una tormenta perfecta, y la reciente caída de varios bancos en EEUU y Europa puso a la economía más al rojo, como consecuencia de que ya antes de habían utilizado los dineros públicos para el rescate de varias empresas, generando así inflación.
Los capitalistas utilizaron la herramienta de la expansión monetaria para dar cierta tranquilidad al sistema, pero esto generó profundas contradicciones, que ahora han comenzado a expresarse con mayor virulencia.
Vemos a nuestro país convulsionado por la crisis y la inflación, pero no sólo es en nuestras tierras donde esto ocurre. Por donde se mire hay recesión e inflación, todos ingredientes que se van sumando para la lucha de clases.
La actual crisis internacional es cualitativamente diferente a las crisis del pasado. En los últimos dos años, millones de personas, gente común, han sacado conclusiones de forma lenta pero segura. En todas partes, bajo la superficie de calma aparente, hay un enorme descontento acumulándose, preparándose para estallar tarde o temprano. Las masas se ven invadidas por la ira, rabia, un ardiente sentimiento de injusticia y, sobre todo, frustración, una frustración insoportable.
Es en este escenario donde se puede afirmar que el capitalismo fracasó. En las palabras de Hegel, «Todo lo que existe merece perecer”, es decir, que todo lo que existe contiene en sí mismo las semillas de su propia destrucción. Esta semilla generada por el capitalismo no es otra que la clase obrera, pero, para que la misma pueda destruir al capitalismo, para que pueda tirar al basurero de la historia al capitalismo, necesita organizarse en su partido revolucionario.
Es por esto que desde la Corriente Marxista Internacional, CMI-Argentina, llevamos adelante esta nueva campaña financiera, a fin de poder asistir a la escuela Panamericana en México, y participar de varias jornadas intensas de formación teórica revolucionaria junto a compañeras y compañeros de varias latitudes. Queremos contarles que asistirán camaradas de muchos países de la América, incluso, camaradas de Italia y España, así como de los EEUU y Canadá, donde también estamos dando la batalla por la construcción de las fuerzas del marxismo. Es imprescindible educarse en la teoría marxista para llevar adelante la lucha por el socialismo. Con Lenin decimos: sin teoría Revolucionaria no hay movimiento revolucionario.
Tu ayuda vale. Tu colaboración, por poco que sea, suma a llevar a los camaradas a México, es por esta razón que pedimos de tu colaboración.
Depositanos tu aporte en el siguiente CBU: 0070075730004152633250
O ponete en contacto con cualquier compañero o compañera de la Corriente Socialista Militante para coordinar tu contribución o usar otros medios de pago.
Con saludos Revolucionarios y Socialistas
Comité Central de la Corriente Socialista Militante