Este 25 de octubre se va votar un plan de ajuste que responde a la entrega de la riqueza nacional para pagar préstamos internacionales que han beneficiado a banqueros, industriales, contratistas y terratenientes. Esta maniobra se esconde bajo el nombre de Presupuesto 2023 que impone un ajuste a nivel nacional en la educación, salud, entre otras áreas. Un ajuste reclamado por el FMI, siendo un presupuesto de guerra contra la clase trabajadora.
Luego de la movilización del 14 de octubre hay que sacar un balance en claro de la situación docente. ¡Es necesaria una deliberación colectiva!
Hay que romper el cerco discursivo de cómo vive la docencia y del hambre popular, para preparar acciones políticas de conjunto de la docencia y demás trabajadores ante el agravamiento de la crisis económica y política. Tenemos que dar este paso necesario, no podemos confiar o delegar en aquellos que dan la espalda a nuestras necesidades, tomar en nuestras manos el destino de nuestros reclamos se hace imprescindible para lograr nuestras demandas.
Si el gobernador Zamora pidió a la policía provincial sitiar la casa de gobierno para impedir el paso de la movilización, es porque el reclamo docente es la voz del conjunto de los empleados públicos.
Los trabajadores públicos debemos desembarazarnos de las burocracias que solo se sientan en sus cómodos sillones a colaborar y conciliar con funcionarios del gobierno lo que no es conciliable, nuestros intereses como clase con los de los capitalistas y sus representantes políticos, mientras tanto los trabajadores tenemos un salario promedio de $55.000-, o sea de hambre.
El básico del docente santiagueño quedó estancado en $27.098- incumpliendo el acuerdo nacional de un básico de 60 % del salario mínimo. Los trabajadores Profesionales se jubilan como monotributistas con la mínima. Más del 45% de los empleados públicos en negro con contratos basura.
El desarrollo de las asambleas escolares nos debe permitir a los docentes recoger los reclamos más sentidos del conjunto de los trabajadores. Estas asambleas serán las bases para organizar un plenario provincial de delegados con mandato de base. Los docentes podemos ser la punta de lanza de la organización de un plan de lucha para recuperar el poder adquisitivo. Reclamamos poder vivir de nuestro trabajo, un salario de $ 283.000- por cargo. Salir de lo discursivo es irrumpir con un planteo concreto al conjunto de los trabajadores.
Abramos el debate a todos los empleados públicos y trabajadores en conjunto, contra el plan de ajuste del FMI y sus gobiernos, golpear con un solo puño para que la crisis no sea descargada sobre los trabajadores.
Al terminar de escribir esta nota, el gremio docente está convocando para el 7 de noviembre a una marcha, con asamblea previa a la misma.
Debemos copar la asamblea y marcar la cancha con nuestros reclamos.
¡Todos y todas a la asamblea del 7 de noviembre a las 17hs y posterior marcha!
¡No a la parrilla salarial!
¡Todo al básico!
¡Por un salario básico equivalente al costo de la canasta familiar $283.000!
¡Paritarias ya!
¡Por el llamado a concurso trasparente para cubrir cargos y horas!
¡Abajo la intervención del Consejo General de Educación!
¡Llamado a elecciones ya!
¡Por un Congreso de trabajadores y trabajadoras hacia la huelga general!
¡Por un Gobierno de Trabajadores!