El miércoles 19 de mayo se levantó el paro de los choferes de colectivos de servicio urbano, interurbano y de media distancia, después de estar parados desde el sábado pasado. El conflicto se inició cuando los afiliados de la UTA (Unión Tranviaria Automotor) definieron en una asamblea un paro por tiempo indeterminado desde el sábado, por haber recibido sólo el 50% del sueldo de abril a la mitad del mes, mitad del sueldo que fue pagada con fondos provistos por la Provincia de Santa Fe y por el Municipio que adelantaron subsidios y el Fondo compensador del transporte. El lunes, en el transcurso del paro, llegó un nuevo convenio de subsidios, firmado por el gobierno de la nación, de 217 millones de pesos para el servicio de transporte, pero los sueldos de los choferes recién fueron pagados el miércoles.
Los choferes ya venían realizando medidas de fuerza desde del año pasado, cuando también se les adeudó sueldos y aguinaldo por varios meses. No es novedad que el transporte público en realidad no es tan público, ya que está a cargo de empresas privadas que son: Movi- Rosario Bus y El Cacique, y al estar en manos privadas el transporte no está hecho para atender las necesidades de los trabajadores, que son quienes hacen uso del servicio, y si está hecho para generar ganancia y llenar los bolsillos de los empresarios, que más allá de ganar con el uso del transporte, también reciben plata del Estado invertida en sus empresas por medio de subsidios.
En 2020 se votó un proyecto de declaración de emergencia para el transporte público de Rosario por dos años, debido a que los viajes se desplomaron por la pandemia del Covid-19 y por la crisis económica, pasando de 450 mil pasajeros antes la pandemia a 100 mil durante la pandemia. Ese proyecto de emergencia, lejos de mejorar la calidad del transporte y garantizar el servicio, sólo sirvió para reducir el número de unidades en las calles y para eliminar recorridos, dificultando aún más la vida de quien necesita usar el servicio diariamente. Entonces el distanciamiento no fue entre personas al interior de las unidades que no se respetó, sino fue un distanciamiento de la frecuencia en el servicio.
El lugar del Estado capitalista sea Municipal, Provincial o Nacional es pagar subsidios a las empresas privadas del transporte, subsidios por combustibles, cubiertas, y compra de unidades nuevas.
Es necesaria la municipalización del servicio de transporte en el marco de una lucha por el control obrero del mismo. Los intereses de los empresarios y de los trabajadores son irreconciliables, mientras el servicio esté en las manos de los empresarios a los que sólo les importa la ganancia, el transporte público no será de calidad y no servirá a las necesidades de la clase trabajadora. Sólo un servicio de transporte estatal y en manos de sus trabajadores y usuarios, será capaz de garantizar la calidad y de atender la necesidad de quienes usan el transporte público para moverse. Avanzar en un plan general de expropiación de las grades fábricas, laboratorios, bancos y campos para poner definitivamente en manos de quienes producimos las riquezas, los resortes fundamentales de la economía es parte de las tareas, pero solo con la movilización y un gobierno de la clase trabajadora podremos satisfacer estas demandas. A la economía de libre mercado la clase obrera debe oponer la economía planificada, así como a la anarquía capitalista la democracia obrera.
Al cerrar esta breve nota fue anunciado un nuevo paro. Esta semana la UTA (Unión tranviaria automotor) informó de un nuevo paro nacional de los choferes de colectivos. Ese paro de 48 horas se da por un reclamo de aumento de los salarios. Hubo una negociación por aumentos de sueldos, pero solo para Buenos Aires, mientras que los choferes del interior del país quedaron sin el aumento. Es evidente que las empresas de colectivo solo les importan sus ganancias, y no priorizan los derechos de sus trabajadores y trabajadoras, ni de los usuarios del servicio. Por eso más que nunca es necesaria la estatización del transporte público urbano, interurbano y de media distancia, el transporte público es un derecho de toda la población y por eso no debe estar en manos de empresas privadas. Solo con la estatización del servicio bajo control de sus trabajadoras, trabajadores y usuarios, se podrá garantizar la cualidad y el bienestar tanto de los trabajadores, como de la inmensa mayoría de trabajadores que somos quienes lo usamos.
¡Por la elección de delegados de base que representen de una manera democrática las reivindicaciones y opiniones de aquellos que participan en la lucha!
¡Remover a los líderes sindicales que colaboran y concilian con los intereses de los empresarios y fortalecer la auto organización de base!
¡Por el triunfo de los colectiveros!