Profundizar y extender el frente único para luchar por la libertad de los presos y el desprocesamiento de los luchadores

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Mientras los fiscales y funcionarios del gobierno se muestran especialmente efectivos en la tramitación de denuncias y detenciones por ocupaciones de empresas y cortes de ruta, miran para otro lado en los 85 asesinatos de la AMIA, en los crímenes del 19 y 20 y los del Puente Pueyrredón, o en las coimas del senado por la Ley Banelco, en los “accidentes” laborales como en Río Turbio, o en el no procesamiento de los altos jefes policiales expulsados por corrupción y delitos graves.

Completarlo con una campaña internacional de solidaridad

En los últimos meses, la burguesía y el gobierno de Kirchner decidieron lanzar una persecución selectiva contra los luchadores, trabajadores, dirigentes sociales y líderes piqueteros, que más se destacan en la protesta social, junto con el endurecimiento de la represión legal reformando el Código penal y el Código de Convivencia en la ciudad de Buenos Aires.
Mientras los fiscales y funcionarios del gobierno se muestran especialmente efectivos en la tramitación de denuncias y detenciones por ocupaciones de empresas y cortes de ruta, miran para otro lado en los 85 asesinatos de la AMIA, en los crímenes del 19 y 20 y los del Puente Pueyrredón, o en las coimas del senado por la Ley Banelco, en los "accidentes" laborales como en Río Turbio, o en el no procesamiento de los altos jefes policiales expulsados por corrupción y delitos graves, lo que desnuda el carácter de clase de la justicia burguesa argentina y del gobierno de Kirchner en particular.
Para enfrentar esta arremetida del gobierno y la burguesía, es necesario organizar el más amplio frente único de organizaciones obreras y populares. Afortunadamente, con la marcha del pasado sábado 16 de octubre y con el acto de hoy en el Congreso, que incluye la participación de la CTA, casi toda la ANT, el grupo de Castells y decenas de otras agrupaciones de izquierda y populares, se ha comenzado a revertir la situación de dispersión y división en que se encontraba la lucha contra la represión social en los últimos meses.
Desde nuestro punto de vista, es fundamental implicar a los trabajadores en esta lucha y a sus organizaciones de masas, los sindicatos. Es un primer paso que la CTA haya decidido participar en este jornada de lucha junto al resto de organizaciones populares. Hay que proseguir haciendo un llamado explícito para que integren esta lucha a las comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos combativos que repudian el silencio vergonzoso y cómplice que guardan sobre este tema los dirigentes de la CGT.
También ayudaría a la extensión y profundización de esta lucha la organización de actos en un horario conveniente que permitiera la participación de miles de trabajadores imposibilitados de asistir en horarios de jornada laboral como el de hoy.
Igualmente proponemos al conjunto de organizaciones organizar una campaña internacional dirigida a sindicatos obreros, organismos de derechos humanos, organizaciones estudiantiles, y activistas obreros y juveniles de todo el mundo para que inicien una campaña de acciones (concentraciones en las embajadas argentinas en el exterior, envío masivo de telegramas y mails a la Casa Rosada y el Ministerio del Interior, etc) para que el gobierno cese en la persecución a los militantes obreros y populares. Creemos que esto servirá de presión sobre un Kirchner que pretende aparecer en el exterior como un defensor de los derechos humanos. La excarcelación del activista peruano, César Zelada, detenido durante 21 días en Bolivia, gracias a una sólida campaña de solidaridad internacional, demuestra lo exitoso de este tipo de campañas.

¡Libertad inmediata e incondicional de todos los presos sociales! ¡Desprocesamiento y/o amnistía de los 4.000 militantes obreros y populares perseguidos judicialmente!