Trabajadores contratados del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

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El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) aplica a rajatabla la flexibilización y la precarización laboral, dividiendo al personal para aislarlo y debilitarlo. Gestión tras gestión se fueron encargando de hacer fabulosos negocios tratando de enfrentar a los trabajadores, dividiéndolos arbitrariamente bajo diferentes tipos de contratación laboral.

En lucha por la plena efectivización

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) aplica a rajatabla la flexibilización y la precarización laboral, dividiendo al personal para aislarlo y debilitarlo. Gestión tras gestión se fueron encargando de hacer fabulosos negocios tratando de enfrentar a los trabajadores, dividiéndolos arbitrariamente bajo diferentes tipos de contratación laboral.

El objetivo no es sólo garantizar salarios bajos y degradantes condiciones de trabajo para nosotros, sino también que perdamos de vista que todos tenemos un mismo reclamo, una misma lucha que es necesario unificar. Así tenemos la Planta Permanente, postergada desde hace muchos años. Luego, se encuentran los Contratados de Empleo Público, "el 948", que comenzaron a tener algunos beneficios de los cuales no gozaban, como vacaciones, aguinaldo, etc. pero rescindibles y modificables a gusto del funcionario de turno. El costo fue caro y la supuesta estabilidad en el empleo se pagó con un 17% menos de salario con respecto al percibido con el anterior contrato. Es decir, que el presunto blanqueo de más de 8.000 trabajadores corrió por cuenta de… ¡los mismos trabajadores!.

Sin embargo, este paliativo discriminó a todos los contratados con menos antigüedad, a los contratados bajo locación de Obra, pasantes, a los encuadrados bajo los Planes Jefes y Jefas que trabajan para el GCBA y otros encuadramientos de "trabajo gris" que utiliza el G.C.B.A. Estos compañeros, legalmente, figuran como "monotributistas" que facturan al gobierno por un servicio determinado. Estos trabajadores no tienen vacaciones, ni licencias, tampoco aguinaldos. Esta situación general se combina con las amenazas, cambios de funcionarios que pueden modificar desde los horarios hasta los sueldos, que producen en los trabajadores miedo a perder el trabajo.

Después de las paritarias, avanzar en la organización

Las últimas paritarias entre el GBCA y SUTECBA, el gremio mayoritario, fueron informadas por un comunicado mentiroso, publicado en los diarios más importantes. La Planta Permanente recibió el 19% de aumento pero ningún compañero llegó a cubrir la devaluación padecida en su salario. A diez días de cobrar, los "948" se enteraron de que el aumento sólo era para alcanzar el piso de $1.020. Es decir que lo recibirían aquellos que cobraran por debajo de este monto y sólo hasta alcanzarlo. Por eso, SUTECBA llamó a un paro y movilización para el viernes 11 agosto. Buscaron destapar una válvula de escape para que saliera la bronca acumulada, para decirnos: "ven, algo hicimos". Así, a pesar de que el paro estuvo pésimamente organizado, pegando una hojita sin asambleas previas ni un plan de lucha definido, gran parte de los trabajadores se movilizó motivado por la bronca. Ahí surge el acuerdo entre SUTECBA y GCBA, que a las claras estaba acordado de antemano. Aunque todavía no se conocen totalmente los alcances, según el sindicato, todos los "precarios" -incluidos los Plan jefas y jefes que trabajan para el gobierno- pasarían al 948, que es "menos" precario" y "los contratos al 31 de diciembre de este año en adelante concluirán con el vencimiento de cada contrato individual o cuando se produzca la renuncia del funcionario". Ni aumento salarial ni planta permanente.

Ante esta situación, ¿Qué hacemos los trabajadores? Lo primero que hay que decir es que estas medidas -por mal organizadas que estén- responden al ambiente en las bases del sindicato, a la presión en la calle que metió la ultima movilización de Autoconvocados. Sabemos que el sindicato sólo busca descomprimir la situación, pero hay que aprovechar esta instancia para organizarnos en las oficinas, en las dependencias. Cada nuevo golpe a los trabajadores del GCBA es una invitación a la lucha, es un punto de partida para muchos que despiertan y entienden que es necesario defendernos de manera conjunta, exigiendo trabajo en blanco para todos, sueldos acordes al costo de vida actual, igual remuneración por igual trabajo, continuidad y estabilidad laboral.