Las seccionales La Plata, Lomas de Zamora y Gral. Sarmiento del SUTEBA, haciéndose eco del malestar de la bases, transformaron la jornada de reflexión en las aulas del pasado día 3 de octubre en una movilización de varios centenares de docentes que terminó ocupando la Dirección General de Escuelas provincial. En unas pocas horas lograron lo que no pudieron varias semanas de tibias medidas de los dirigentes provinciales del Frente Gremial Docente (SUTEBA-FEB)
La lucha de los docentes bonaerenses
Las seccionales La Plata, Lomas de Zamora y Gral. Sarmiento del SUTEBA, haciéndose eco del malestar de la bases, transformaron la jornada de reflexión en las aulas del pasado día 3 de octubre en una movilización de varios centenares de docentes que terminó ocupando la Dirección General de Escuelas provincial. En unas pocas horas lograron lo que no pudieron varias semanas de tibias medidas de los dirigentes provinciales del Frente Gremial Docente (SUTEBA-FEB).
Mientras las seccionales combativas consiguieron hacerse escuchar por el gobierno provincial, el paro con concurrencia a las escuelas planteado por la dirigencia provincial sigue sin dar resultado. Por su parte la movilización y ocupación pacífica del edificio de la cartera educativa el viernes consiguió que los funcionarios recibieran a los representantes de los distritos movilizados y que se firmara un compromiso. Allí el gobierno provincial acuerda tener una reunión el 27 de octubre para tratar varios temas:
-devolución de adicionales recortados (por desfavorabilidad, ruralidad, etc)
-postergación de cierre de cursos y de la consecuente pérdida de cargos
-corrección de irregularidades en el ingreso a la docencia
-protección de docentes y directivos ante situaciones de violencia institucional
-urgente solución de los problemas de infraestructura en las escuelas
-coberturas de todos los cargos vacantes y de vicedirectores de tercer ciclo de la EGB
-inmediata articulación con el área de Salud para prevención y atención primaria de enfermedades infectocontagiosas
-dinamizar el pago del Fondo de Incentivo Docente y ampliar los cupos para comedores escolares y de becas para alumnos
-respeto al derecho de huelga y reintegro de los descuentos por días de protesta
Además, aunque el gobierno no asume ningún compromiso, queda asentada en el acta la solicitud de los docentes de un aumento inmediato de $ 200.-, de la restitución del régimen de licencias, de la vigencia del Estatuto Docente, de la equiparación salarial entre el primer y segundo ciclo de EGB con el tercero, de incorporar el incentivo al básico y la anulación de todos los recortes y quitas salariales implementadas. Y también el rechazo docente al Plan Educativo 2004-2007 anunciado por el Gobernador Solá.
Demás está decir que los docentes ya no confían en las promesas del gobierno. La solución a todos estos reclamos sólo puede lograrse con la continuidad de la movilización. Hay que incorporar a los docentes de base a las marchas, logrando que la bronca que se manifiesta en las asambleas en cada escuela se transforme en organización. Se podrían crear comisiones de huelga por escuela o por turnos, sumando nuevos activistas.
La ampliación de la base movilizada es esencial también para evitar ciertas disputas entre distintas agrupaciones, las que pueden afectar la efectividad de la lucha. Maniobras para destacarse, como apurar las marchas para ser los primeros en llegar o en entrar a un edificio estatal, deben subordinarse a la participación cada vez más masiva. Muchas veces los tiempos de las bases son más lentos que los de los activistas y debemos respetárselos. Después de todo lo único que garantiza el avance de la lucha es la participación masiva y la fortaleza organizativa. Despegarse de las bases puede hacer fracasar todo el movimiento y puede dejarlas en manos de la burocracia que tiene gran experiencia en el manejo de los sectores más lentos y dubitativos de los trabajadores.
Respetuosamente, queremos señalar otro tema que nos preocupa. Es la tendencia a escindir el movimiento entre las seccionales combativas y las que quedaron bajo la dirección del oficialismo provincial en el sindicato. Los acuerdos por separado con el gobierno ("por nuestros reclamos") pueden fragmentar a los trabajadores en líneas artificiales. Esto no tiene justificación. Los sectores más combativos no queremos castigar a los supuestamente más atrasados, esto sin tener en cuenta que en algunas de esas seccionales dominadas por la Celeste nuestros compañeros fueron derrotados por pocos votos y tienen una influencia importante sobre las bases. Los reclamos deberían ser para beneficio de todos los docentes provinciales, haciendo, al mismo tiempo, un llamado a movilizarse a las bases de las regionales donde estamos en minoría. La unidad es una valor fundamental para todos los trabajadores y más aún para los que nos reivindicamos marxistas. Incluso se debería avanzar en la coordinación con los demás estatales que están en la calle luchando por reivindicaciones similares a las nuestras. Unificar las luchas las fortalece, y multiplica la influencia de los trabajadores sobre el resto de la sociedad.
Tampoco hay que temer que se sumen a la lucha sectores de la Celeste que inevitablemente, si el movimiento progresa, pueden ir rompiendo con la dirigencia provincial. Para derrotar las posiciones más inmovilistas y burocráticas dentro del sindicato primero hay que socavarles su base de sustentación, que es la influencia que aún mantienen sobre un sector docentes con menor experiencia política y sindical. Como se está viendo en las asambleas por escuela, en esos sectores la profundidad de la crisis ha producido una efervescencia que los hace muy permeables a nuestra influencia.
Repetimos que igual de importante que lograr una concesión gubernamental rápida es lograr ampliar la participación en las movilizaciones. Nuestro objetivo debe ser crecer en influencia y no disputarnos entre pequeños grupos la poca o mucha que tengamos ahora. Además un probable aumento salarial o mejora en las condiciones hoy puede ser quitada mañana o perdida a través de la inflación. Lo que garantiza la defensa de los derechos e intereses de los docentes, aparte de esos pequeños triunfos, es el fortalecimiento del sindicato, el crecimiento de la afiliación, e insistimos, la creación de organismos de lucha por escuela (comisiones o comités de huelga o como se los quiera designar en cada lugar).
Indudablemente los compañeros de las listas combativas del SUTEBA son parte principal de la vanguardia de las luchas que se están llevando a cabo. Tienen mucho para enseñarnos a todos los docentes y a los demás trabajadores con su ejemplo militante de sacrificio personal y con sus aciertos en las distintas medidas que vienen implementando. Parte del progreso del movimiento obrero es ir sacando conclusiones lo más correctas posibles de los pasos que se van dando. Quisiéramos que nuestro modesto aporte fuera tomado en ese sentido.
6 X 2003
