Los trabajadores de la educación llevamos más de dos semanas de huelga con piquetes en distintos puntos de la provincia y cortando el circuito productivo. Estas dos iniciativas han sido determinantes porque han canalizado los reclamos populares comoen Rincón, que se ha transformado en una pueblada.
EL MISMO RECLAMO LA MISMA LUCHA
Los trabajadores de la educación llevamos más de dos semanas de huelga con piquetes en distintos puntos de la provincia y cortando el circuito productivo. Estas dos iniciativas han sido determinantes porque han canalizado los reclamos populares como en Rincón, que se ha transformado en una pueblada.
Los padres comienzan a organizarse y se movilizan a casa de gobierno. En Plottier han cortado las rutas y Pilar Gómez terminó haciéndoles “fuck you” desnudando que la supuesta simpatía con los reclamos era pura demagogia fruto de la interna del MPN. En el mismo sentido están los intendentes Benítez, Podestá y otros supuestamente opositores que han enviado a Sobisch una carta para que resuelva rápidamente este conflicto. Pero no han dicho ni una sola palabra sobre nuestras reivindicaciones. En realidad, quieren evitar que se extienda el conflicto a otras localidades para no terminar como el intendente Rueda, acorralado por nuevas puebladas.
Está claro que los representantes del gobierno nacional y la interna de Sobisch no apuestan al triunfo de los trabajadores de la educación. Solamente quieren aparecer como intermediarios para descomprimir. A dos semanas de conflicto, el gobierno provincial está inmerso en una crisis interna profundizada por nuestra lucha. Sobisch se vio obligado a tirar una propuesta que sirva además de maniobra para descomprimir la situación.
El supuesto aumento de Sobisch no llega ni a los tobillos del salario que necesitamos para cubrir la canasta familiar. No elimina el presentismo ni la productividad, y condena a los compañeros contratados y subsidiados a seguir trabajando en negro y no considera el no descuento de los días de paro. El muerto se asusta del degollado, porque Sobisch como Kirchner quieren confinarnos a un salario de pobreza y condiciones de flexibilización aún mayores eliminando el estatuto.
La huelga y los cortes continúan como respuesta de rechazo unánime a la propuesta de Sobisch. A esta altura de la lucha, no todas las cartas se han presentado en la mesa, porque todavía está ausente en este escenario la intervención activa de todos los trabajadores estatales. El aislamiento de las luchas de salud y educación han sido experiencia suficiente para saber a dónde nos lleva ese camino.
Ahora como nunca están presentes las mejores condiciones para superar el problema que en todos estos años ha quedado pendiente: la unidad en la lucha y su triunfo. Y los trabajadores de la educación estamos decididos a concretarlo y defenderlo de una vez por todas. Nuestro reclamo salarial, la lucha contra los sumarios y las condiciones laborales es el mismo.
¿Qué estamos esperando para dar este paso fundamental? El paro provincial de la CTA del miércoles debe rajar las paredes de Casa de Gobierno y la marcha no sólo debe ser multitudinaria, debe transformarse en el puntapié para iniciar esa lucha común.
Si los trabajadores de la educación consideramos que podemos ganarle al gobierno ¿qué más cerca estaríamos de ello que unificando nuestras fuerzas? ¡Recomposición salarial igual a la canasta familiar para todos! ¡Contratados y subsidiados a planta permanente! ¡Abajo los sumarios!
Que el plenario de delegados de ATE vote sumarse a esta lucha significa un salto histórico de unidad de la clase trabajadora que está dispuesta a ganar. Vamos a ganar. ¡Qué ningún trabajador del estado quede afuera!
