Frente a la escasez, la especulación y el acaparamiento en rubros básicos

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En las ultimas semanas en los principales mercados del país y muy especialmente en Caracas escasean rubros de la canasta básica como leche en polvo, caraotas, café, etc. ¿A qué se debe esta falta de algunos insumos básicos y la suba de sus precios?.

¡Sólo la nacionalización de la agroindustria bajo el control de los trabajadores podrá frenar el sabotaje económico de la contrarrevolución!

En las ultimas semanas en los principales mercados del país y muy especialmente en Caracas escasean rubros de la canasta básica como leche en polvo, caraotas, café, etc. ¿A qué se debe esta falta de algunos insumos básicos y la suba de sus precios?.

Se ha responsabilizado a los acaparadores e intermediarios que retienen y esconden los rubros para lucrar vendiéndolos a mayor precio del regulado por el gobierno. El 11 de enero en Maracay se incautaron 102.000 litros de leche en polvo “La Campesina”, que se encontraban en los depósitos de la almacenadora de Venezuela S.A. Desde hace varios días los mercados de Caracas carecen de café . Los únicos que lo venden son los ambulantes que a un precio muy superior al estipulado por el gobierno lo ofrecen al viandante.

Toda revolución para sobrevivir debe luchar contra la especulación, pero sólo se podrá vencer entendiendo que la misma es reflejo, síntoma de la crisis del capitalismo venezolano y del parasitismo de la oligarquía, particularmente en este caso de la burguesía agroindustrial. El acaparamiento y la especulación de víveres se da en una situación en la que hay escasez en la producción nacional de los rubros fundamentales. La escasez origina el acaparamiento y la especulación, que es consecuencia y no origen de esa escasez. Los responsables de la misma son los capitalistas venezolanos.

Esta escasez forma parte también de la campaña de sabotaje económico de la revolución por parte de la oligarquía y del imperialismo con el fin de tumbarla. El imperialismo norteamericano no se va a quedar cruzado de brazos esperando la reelección del Presidente Chávez y va a poner todos los medios para impedirla.

Esta campaña empezó con la retirada de la oposición en las pasadas elecciones para la asamblea nacional del 4 de diciembre, con el objetivo de deslegitimar la mayoría chavista y revolucionaria y así ir generando de nuevo dudas respecto a la legitimidad del gobierno del Presidente Chávez, preparando una nueva ofensiva contrarrevolucionaria.

Dentro de sus planes, el siguiente movimiento ha sido que la agroindustria se vuelva contra los precios fijados para los rubros básicos por el gobierno. La agroindustria presiona al gobierno para que suba los precios mínimos, bajando la producción y no comprando materia prima a los productores. Quiere aumentar sus beneficios presionando al gobierno para que suba los precios de productos básicos que consume la mayoría de la población. Esto ha dado lugar a toda una serie de enfrentamientos los últimos días. El pasado jueves 12 los productores de maíz del Estado Guarico cerraban las vías en protesta por la decisión de los agroindustriales de no aceptar el precio mínimo estipulado por el ministerio de Industrias ligeras y Comercio para el kilo de ese rubro.

El ejemplo más escandaloso de esta campaña es la situación del café en que la escasez y la suba de precios son los medios que la patronal tiene para presionar al alza el precio mínimo del kilo de café regulado. A principios de diciembre de 2005 el presidente Chávez emitió un decreto por el que el precio del kilo de café regulado se fijaba en 7400 bolívares. Los empresarios pedían que el precios se incrementaran hasta los 12.800 o 13.000 bolívares. Como el gobierno no cedía empezó a escasear el café y los precios empezaron a subir. La causa, el lock-out de los empresarios. Según afirmaban los productores que promueven la Propuesta de Desarrollo Endógeno al diario Ultimas Noticias “Tenemos represados mas de 600.000 quintales de café crudo en las fincas y galpones de las cooperativas”.”Queremos que el café llegue al consumidor, pero las cafetaleras no lo demandan por el problema con los precios”. Las negociaciones terminaron de momento el martes 17 con el retroceso del gobierno, haciendo una concesión a los patrones aprobando una suba de un 60% del precio regulado kilo de café hasta 11.850 bolívares. Esta huelga patronal llevó a que los Productores cafetaleros hayan perdido el 30% de la cosecha, mientras escaseaba el rubro en los mercados.

Los intentos de poner parches a la anarquía y el sabotaje capitalista, como el control de precios, tan sólo pueden deteriorar la situación económica mientras los resortes fundamentales de la economía sigan en manos de los capitalistas. En este sentido la derrota de la revolución chilena contiene una lección preciosa para los revolucionarios venezolanos. El gobierno de Salvador Allende que incluso llego más lejos que el gobierno de Chávez nacionalizando sectores importantes del economía, no llegó a introducir una economía nacionalizada y planificada. Así, sin la centralización de todos los recursos económicos del país en manos del estado y sometidos al control de los trabajadores y de la población se llegó a un crisis económica profunda. En definitiva todas esas medidas que trababan el automatismo de la economía capitalista sin sustituirlo por un modo de producción socialista, acentuaron la anarquía y descomposición de la economía y socavaron la revolución.

Desde la Asamblea Nacional se ha querido dar una solución a este problema. El pasado jueves se reunió una subcomisión especial de la Asamblea Nacional para combatir el acaparamiento. Rodrigo Cabezas presidente de la Comisión de la asamblea nacional de Finanzas, señaló que se estaba estudiando una ley contra el acaparamiento cuya “finalidad seria que la economía nacional funcione de manera perfecta con una ley de la oferta y la demanda, y que la misma no sea afectada por las decisiones de pequeños grupos” ( Ultimas Noticias 12-1-06). Bajo el capitalismo monopolista la ley de la oferta y la demanda se manifiesta a través del imperio de pequeños grupos monopolistas y todas las medidas que intentan regular esta anarquía dentro del sistema capitalista en crisis se toparán con el sabotaje y el lock-out capitalista. En ese sentido la única ley efectiva que puede promulgar la asamblea nacional contra el acaparamiento es la de la nacionalización de la agroindustria.

Sólo la expropiación de la agroindustria bajo el control de los trabajadores y la elaboración de un plan económico sometido a la supervisión y control de productores, consumidores y trabajadores de la agroindustria supeditados a las necesidades del conjunto de la población podrá llevar a Venezuela a tener una plena soberanía alimentaría y no estar a merced de un pequeño grupo de parásitos que vive a costa de la gran mayoría de los venezolanos.

En este sentido el presidente Chávez amenazó este viernes 13 con expropiar las industrias procesadoras de alimentos si se resisten a adquirir la producción agrícola y ejecutan prácticas especulativas contra los trabajadores del campo, que atentan contra la justa retribución de sus cosechas. “La agroindustria no quiere comprar el maíz y aquí es donde se justifica la expropiación de la agroindustria. Pretenden hacer lo que se hacia antes que es comprar el maíz a los productores a muy bajos precios , enriquecerse y que los trabajadores del campo sigan pasando trabajo”. En el Aló Presidente del domingo, Chávez volvió a repetir su amenaza de expropiar la agroindustria.

Los campesinos y las cooperativas agrícolas, junto a los trabajadores de la industria, deben tomar la iniciativa en ese sentido: si los patrones se niegan a producir ellos deben ocupar las empresas y ponerse a producir para satisfacer las necesidades del pueblo, y reclamar al Gobierno la nacionalización de esas industrias, tal y como ha propuesto el presidente Chávez.

En este sentido la UNT debería ponerse al frente contra esta ofensiva de la contrarrevolución que tan de lleno afecta a la clase trabajadora. Hay que tomarle la palabra al Presidente Chávez. La UNT debe realizar una campaña nacional llamando a la nacionalización de la industria agroalimentaria implementando la toma de empresas para producir, bajo control de los trabajadores, alimentos a bajo costo para las comunidades. Semejante campaña tendría el apoyo entusiasta del conjunto de la población.

Del mismo modo esta iniciativa desde la base revolucionaria y muy particularmente de la clase trabajadora sería la mejor manera de segar la hierba debajo de los pies de los sectores reformistas que dentro del gobierno y del estado tratan de frenar la extensión de la cogestión y el control obrero de la producción. Sería también el mejor modo, no teóricamente sino en el terreno de la práctica, de implementar el Socialismo del Siglo XXI en Venezuela. Marx decía que un paso adelante del movimiento vale más que cientos de programas. Por ello la nacionalización de la agroindustria sería un primer paso hacia la nacionalización de toda la industria básica del país bajo control obrero y la introducción de la planificación económica que termine con la anarquía en la producción.

El gobierno bolivariano está haciendo una campaña en televisión contra el acaparamiento y la especulación en particular de la leche, resaltando la necesidad de los niños de ella. En el diario Ultimas Noticias del martes 17 de enero Gustavo Méndez, presidente de FEDENAGA (Federación Nacional de Ganaderos) declaro que el año pasado se produjeron 1000 millones de litros de leche. El consumo nacional es de 1 millón 820 mil litros lo que significa que Venezuela está importando el 45% del consumo nacional anual. Y señalaba la causa: “el deterioro de la agroindustria lechera, 26 plantas procesadoras (pasteurizadoras y pulverizadoras ) están inactivas o trabajando a capacidad mínima”. Ellos, los empresarios, no las van a poner a producir tal y como necesitan los niños venezolanos. Sólo la clase obrera junto al resto de los pobres puede hacerlo.