El personal de la empresa Sulfacid decidió el 20 de septiembre paralizar la planta industrial de Fray Luis Beltrán después de que se recibieran 40 telegramas de despidos de un total de 165 anunciados. La decisión no fue sorpresa porque la empresa había informado al gobierno provincial que despacharía los telegramas e incluso entregó al sindicato la lista de los entonces futuros despedidos. El personal de la empresa Sulfacid decidió el 20 de septiembre paralizar la planta industrial de Fray Luis Beltrán después de que se recibieran 40 telegramas de despidos de un total de 165 anunciados. La decisión no fue sorpresa porque la empresa había informado al gobierno provincial que despacharía los telegramas e incluso entregó al sindicato la lista de los entonces futuros despedidos.
La patronal justifica los despidos en tener que pagar un aumento salarial acordado en el marco de una negociación colectiva que llevó adelante la cámara empresaria de la cual es parte y que homologó el Ministerio de Trabajo de la Nación. También la firma ICI (ex Duperial) de San Lorenzo advirtió sobre el despido de 70 operarios por la misma razón.
Además, en ambos casos se pretende abonar a los compañeros despedidos la indemnización prevista en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que en la práctica implica un 50 por ciento del monto que corresponde, porque la firma se declara en concurso preventivo de crisis, a pesar que días atrás el propio gobierno provincial, a través del Ministerio de la Producción, acaba de premiarla junto a otras tres empresas por sus niveles de exportación.
En respaldo de esta política empresarial, la Jefatura de Policía de la Unidad Regional XVII, con anuencia del Poder Judicial, dispuso que más de 60 policías fuertemente pertrechados con elementos de represión y una decena de rodados custodiaran tanto el interior como el exterior de las instalaciones. Fue así que después de la asamblea de las 15 en la sede sindical, los trabajadores retornaron al frente de la fábrica en la ruta 11 y se toparon con un fuerte operativo policial que les impedía recuperar el lugar donde hace tiempo montaron una carpa.
La lucha obrera desplegada a pesar de la intimidación policial, alertó al gobierno provincial del peligro que significaba para su gestión el desarrollo del conflicto en el marco de la puja que este mantenía a la par con los trabajadores de la educación nucleados en AMSAFE, de forma tal que presuroso pidió el auxilio de la administración Kirchner quien a través del Ministro de Trabajo, dictó la conciliación obligatoria.
Una asamblea de los obreros de Sulfacid, aprobó por unanimidad levantar la medida de fuerza y facultó a la comisión directiva a decidir medidas de fuerza en caso de que vuelvan a producirse despidos. En tanto, el sector empresario no sólo acató la conciliación sino que anunció estar dispuesto a buscar un acuerdo.
Las partes tienen 15 días hábiles para buscar un acuerdo, mientras que en ese lapso no habrá despidos ni medidas de fuerza. Como los efectos de la medida son anteriores a los 40 despidos que desencadenaron el conflicto, los obreros cesanteados volvieron a sus puestos de trabajo.
