En el último año, los gobiernos del mundo han vivido con alarma la filtración de importantes documentos secretos a través del sitio web WikiLeaks. Primero, con la entrega de varios miles de informes militares de los Estados Unidos sobre la guerra en Afganistán, y a continuación, también sobre la guerra de Irak. Finalmente, con la difusión de decenas de miles de cables diplomáticos secretos, WikiLeaks ha conmocionado al mundo.
En el último año, los gobiernos del mundo han vivido con alarma la filtración de importantes documentos secretos a través del sitio web WikiLeaks. Primero, con la entrega de varios miles de informes militares de los Estados Unidos sobre la guerra en Afganistán, y a continuación, también sobre la guerra de Irak. Finalmente, con la difusión de decenas de miles de cables diplomáticos secretos, WikiLeaks ha conmocionado al mundo.
Ahora, el portavoz y editor jefe de Wikileaks, Julian Assange, ha sido detenido al haberse colocado en el punto de mira. WikiLeaks se enfrenta ahora a un asalto desde el Gobierno estadounidense por medios legales e ilegales. Como millones de ojos se están abriendo a la cruda realidad de las acciones de su Gobierno, no es exagerado decir que la vida de Julian Assange está en peligro.
Levantando el velo
En apenas cuatro años desde que fue lanzado, WikiLeaks se ha convertido en un nombre familiar. La organización sin ánimo de lucro ha recibido varios premios incluyendo el Premio New Media de la revista The Economist y el premio de medios de Amnistía Internacional del Reino Unido. La premisa del sitio web es simple: que si se tiene acceso a documentos corporativos o del Gobierno que se ocultan a la opinión pública, WikiLeaks proporciona un lugar para que puedan publicarse de forma anónima.
En su primer año de existencia, WikiLeaks proclamó que su base de datos había crecido hasta la cantidad de 1,2 millones de archivos filtrados. En diciembre de 2007 alcanzó los titulares de prensa cuando filtró al público los procedimientos operativos de la cárcel de la Bahía de Guantánamo. El manual mostró cómo se les decía a los soldados estadounidenses que podrían impedir el acceso de la Cruz Roja a los detenidos en prisión hasta cuatro semanas. Los documentos arrojan luz sobre el abuso sistemático de presos de una cárcel que ya estaba en condiciones legales muy precarias. La difusión pública de esta información estaba obligada a crispar los nervios del poder, pero esto sólo fue el comienzo de WikiLeaks.
En los dos años siguientes, pasaron a liberar mensajes de correo electrónico de Sarah Palin, la lista de miembros del fascista Partido Nacional Británico (BNP), el informe de Minton sobre los efectos de salud de vertimiento de desechos en África, la base de datos de correos electrónicos de la Unidad de Investigación del Clima, y muchos otros documentos sensibles. WikiLeaks estaba comenzando a surtir efecto. Sorprendieron a Sarah Palin utilizando su cuenta de correo electrónico personal para realizar sus negocios oficiales, sorteando las leyes de registro público. Hicieron saber al público que varios oficiales de policía y oficiales militares eran miembros de extrema derecha del racista BNP. Incluso sacaron a la luz la mitad un millón de mensajes buscapersonas enviados alrededor de la ciudad de Nueva York en la mañana del 11 de septiembre de 2001.
En marzo de 2010 WikiLeaks hizo un movimiento que claramente fue diseñado para burlarse del Gobierno estadounidense. Difundieron un informe de análisis de contrainteligencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Era un informe de 32 páginas acerca de la amenaza planteada por WikiLeaks.
En abril de 2010, WikiLeaks cayó con una bomba: un video filmado desde helicópteros de ataque estadounidense en Irak titulado: daño colateral. El vídeo mostró a los helicópteros estadounidenses atacando a periodistas desarmados, matando a quince personas, incluidos a dos empleados de Reuters. El vídeo provocó un debate acerca de las reglas de implicación de los Estados Unidos. El Pentágono se ha negado a enjuiciar a la tripulación del helicóptero, argumentando que pensaban que estaban bajo ataque.
WikiLeaks seguía superándose a sí misma. Pocos meses después difundieron miles de documentos secretos de la guerra de Afganistán. Los documentos revelaron informes de una amplia gama de incidentes. Algunos de ellos detallan de muertes de civiles y planteó preguntas sobre los crímenes de guerra cometidos por las tropas de la coalición. También, desnudaron la cobertura del Grupo de Tareas 373 (Task Force 373), una unidad secreta diseñada específicamente para localizar y matar a los líderes de los talibanes. La fuga masiva reveló detalles acerca de la guerra que el público en general nunca habría podido conocer. Y no se detuvieron allí.
En octubre, sacaron a la luz los registros de la guerra de Irak: documentos de 400.000 militares estadounidenses, muchos de ellos informes directos de la guerra de Irak. El Pentágono lo llamó "la pérdida más grande de documentos clasificados de su historia". Pero este nuevo episodio sólo fue una tarea de calentamiento para WikiLeaks.
El mes pasado empezaron a difundir una fuga más importante aún: millones de páginas de documentos de las oficinas diplomáticas de EEUU en todo el mundo. Estos documentos, aunque apenas están saliendo a la luz, pondrán de manifiesto el estado real del mundo desde el punto de vista de los diplomáticos de los Estados Unidos. Por primera vez, el público podrá ver lo que pasa detrás de las puertas cerradas. Julian Assange ha dicho que la próxima gran filtración tendrá por objeto documentos relacionados con Ovnis, por lo que incluso que ¡hasta los teóricos de la conspiración tendrán algo interesante para leer!
Los Secretos de Estado – una necesidad capitalista
Después de que los bolcheviques llegaron al poder en 1917, León Trotsky fue nombrado Comisario del Pueblo para Asuntos Exteriores. Uno de sus primeros actos fue publicar todos los tratados secretos que habían sido negociados por la Triple Entente. La revelación de que el Reino Unido, Francia y Rusia habían conspirado todos juntos para redistribuir las colonias del mundo y volver a dibujar las líneas del mapa sacudieron a Europa. Las potencias europeas fueron expuestas como los imperialistas codiciosos que eran. Por otra parte, todos ellos estaban dispuestos a enviar a millones de trabajadores a la muerte con el fin de expandir sus propios imperios.
El secreto es esencial para el funcionamiento del Gobierno en un mundo dominado por el capitalismo. El Estado capitalista, por su propia naturaleza, trabaja contra la mayoría de la población. Esto es una consecuencia inevitable de un sistema económico basado en la explotación de la mayoría por una minoría. Pero todos los gobiernos deben mantener la apariencia de que trabajan para sus ciudadanos. Y aquí está la contradicción fundamental. Los asuntos del Estado capitalista no pueden hacerse públicos, particularmente en la esfera de los asuntos exteriores. Por lo tanto, la existencia de WikiLeaks amenaza el propio funcionamiento del Estado, revelando al público su funcionamiento interno.
Aquí vemos otro ejemplo donde el capitalismo se ha superado a sí mismo. Los medios de comunicación se han desarrollado a un punto donde van más allá de las necesidades del Capital. Por primera vez en la historia humana es posible difundir instantáneamente la información desde cualquier lugar a cualquier parte. Tales sistemas serían increíblemente útiles en el contexto de una economía planificada, pero bajo el capitalismo chocan de cabeza contra las necesidades de la clase dirigente. Esto explica el movimiento para sofocar internet en general, internacionalmente.
Las secuelas de la difusión de los cables diplomáticos apenas están comenzando a golpear. Un ayudante ministerial en Alemania ha sido despedido precisamente después de que WikiLeaks reveló que espiaba para los Estados Unidos. Resulta que tanto Arabia Saudita como Bahrein han estado presionando para un ataque militar contra Irán: una revelación que, sin duda, sacudirá las cosas en esos países. Lo que es quizás más importante, es que los Estados Unidos no parecen dispuestos a atacar Irán sobre la cuestión nuclear. Los cables también revelan el estado precario del Gobierno de Pakistán y la preocupación sobre la seguridad de su arsenal nuclear. Estas y otras revelaciones exponen las maniobras entre bastidores de Washington sobre los asuntos de muchos países.
En el momento de redactar este informe, sólo un pequeño porcentaje de los cables de diplomáticos ha sido difundido. WikiLeaks ha sido objeto de un ataque sostenido durante más de una semana, para evitar la filtración de muchos de los documentos. Sólo nos podemos preguntar qué podemos esperar del resto. ¿Qué papel tuvo la Embajada de los Estados Unidos en el derrocamiento de Zelaya en Honduras? ¿Qué están haciendo en Venezuela? ¿Cómo los diplomáticos estadounidenses ven a las diferentes partes en los diversos conflictos en que están involucrados o en mediación? Lo único que es seguro es que habrá muchas revelaciones más chocantes por venir.
El Eestado responde
El 30 de noviembre, el profesor Tom Flanagan, un confidente cercano al primer ministro canadiense Stephen Harper, en cuyo curriculum se dice que integra una lista donde aparece en los primeros lugares del partido conservador, llamó abiertamente en la televisión nacional a asesinar a Julian Assange. Instó a Obama a que "ponga precio a su cabeza, o utilice un avión no tripulado, o haga algo”. Lo que dijo Flanagan en público, ¿no es acaso el eco de lo que se escucha en las transtiendas de los gobiernos del mundo? El Gobierno estadounidense ha decidido claramente que harán todo lo que sea necesario para terminar con WikiLeaks.
El primer ataque contra Assange vino en forma de una acusación de agresión sexual desde Suecia. Esto permitió que los medios de todo el mundo gritaran sobre la búsqueda de Assange por violación y diera lugar a una solicitud de extradición a Suecia.
Seamos claros, Julian Assange se arriesga a no salir nunca más de la celda de una cárcel. Pueden plantearse otros cargos contra él, y puede ser bien pronto que se plantee su extradición a los Estados Unidos. De cualquier forma es muy difícil ver cómo obtendría un juicio justo en estas circunstancias.
Ahora, es evidente que toda la fuerza del Estado está a punto de tirar abajo WikiLeaks. Cuando la última filtración comenzó a salir, un ataque masivo de denegación de servicio (DDoS, en sus siglas en inglés) fue dirigido contra WikiLeaks. Los atacantes golpearon el sitio con muchas peticiones de páginas que sobrecargaron los servidores haciendo inútil el funcionamiento de la página. Este fue uno de los primeros disparos de una guerra de información en desarrollo, que tiene amplias implicaciones para el carácter futuro de internet. WikiLeaks ahora está atrapado en un juego del gato y el ratón.
Después del ataque de DDoS, el Estado comenzó a ejercer una seria presión a todos los asociados con WikiLeaks para que corten sus vínculos con la página. En la última semana, Amazon ha decidido dejar de alojar el sitio, todos los Sistemas de Nombre de Dominio (DNS en inglés) han retirado a WikiLeaks de sus entradas. y la empresa de pago por Internet PayPal se ha negado a continuar recogiendo dinero para ellos. Pero todo el poderío del imperio estadounidense aún no ha sido capaz de paralizar WikiLeaks. Se han establecido nuevos sitios espejo en todo el mundo, algunos más allá del alcance de los estadounidenses.
Por supuesto, está la cuestión del "archivo seguro". En julio de 2010, WikiLeaks agregó un archivo de 1,4 GB a su sitio, llamado el archivo seguro. El archivo está codificado y es inaccesible. Se ha especulado ampliamente para sea un archivo que se despliega automáticamente cuando su operador humano queda incapacitado (a dead-man’s-switch, en su terminología en inglés). Si algo le sucede a Julian Assange se enviará un código que romperá el cifrado. Sólo podemos especular sobre lo que está contenido en este archivo que WikiLeaks considera tan importante que cree que puede emitir un ultimátum al Imperio más poderoso que ha existido.
WikiLeaks se encuentra ahora en una lucha por su supervivencia. Su existencia supone un peligro para las potencias mundiales. En última instancia, todos los Estados se componen de personas. Hay personas que están obligadas a situarse en lugares tan altos, y por innumerables motivos, buenos y malos, tienen un interés en difundir pedazos de información privilegiada al público. El éxito de WikiLeaks se debe al hecho de que ha expuesto esta gran debilidad humana. Por ello, nunca será perdonado.