¡Derrotemos al capitalismo!
¡Luchemos por el Socialismo Internacional!
La crisis capitalista, tanto en la región como en todo el mundo, solo encuentra precedentes en la crisis del ‘29. En el último año ingresaron 800 millones de personas por debajo de la línea de pobreza, viviendo tan solo con USD 2 por día.
Los capitalistas descargan sobre las espaladas de los sectores populares y la juventud una crisis que ellos generaron. De manera descarnada vemos su incapacidad para garantizar las necesidades básicas de comida, empleo, salud, educación y salarios. Destruyen puestos de trabajo y la inflación pulveriza cualquier recuperación salarial. Desde hace años llevan adelante una feroz devastación ambiental que tiene en peligro de extinción a decenas de miles de especies y ecosistemas.
Las respuestas de masas ante esta realidad de horror las tenemos a la vista con explosiones sociales en todos lados. El capitalismo fracasó, y con sus medidas de ajuste, los capitalistas ponen dinamita en los cimientos del sistema, preparando las condiciones objetivas para que se incrementen mayores revueltas populares. Estamos en una época de enormes convulsiones sociales: tiempos de revolución, contrarrevolución y guerras.
Pero para que estas revueltas revolucionarias de masas triunfen, necesitamos construir nuestro partido revolucionario. Un partido que exprese en su programa las demandas más sentidas de los millones de mujeres y hombres de a pie, que proyecte un nuevo poder, un poder obrero para gobernar con las organizaciones que vayamos construyendo al calor de las luchas populares.
Las últimas huelgas en Gran Bretaña y Francia, las movilizaciones de más de un millón de trabajadores en Madrid defendiendo la salud pública y por mejoras salariales, demuestran el potencial de lucha de las y los trabajadores. Las jornadas revolucionarias de los dos últimos meses en Perú nos recuerdan al “Octubre Rojo Latinoamericano” de 2019, cuando las masas en Ecuador pusieron a Lenin Moreno contra las cuerdas y estalló la rebelión popular en Chile, que comenzó con los secundarios saltando los molinetes en el subterráneo, obligando a Piñera a un retiro del gobierno y abriendo las puertas a la asunción de Boric.
Todas estas luchas se dieron como respuesta a las políticas de los gobiernos que otorgaron concesiones al gran capital.
Pero no sólo Piñera, Moreno, y la derecha, también los Fernández en Argentina, Boric en Chile, Pedro Castillo en Perú, el flamante Lula en Brasil y una lista larga de gobiernos, han cedido a las presiones del FMI y de las burguesías criollas, demostrando que las políticas que llevan adelante en esta segunda ronda, son de contrarreformas que empujan a las masas a la degradación y miseria.
Mientras estos gobiernos sigan administrando la crisis capitalista y no rompan con las clases dominantes, la clase trabajadora y la juventud no podrán satisfacer sus demandas.
Solo hay un camino: romper con el capitalismo. Hacer dos, tres, cien revoluciones. Desde las Juventudes Marxistas nos encontramos empeñados y trabajando en esta noble y necesaria tarea.
Somos una organización de jóvenes estudiantes y obreros que reivindicamos la teoría en primer lugar. Junto a Lenin decimos que sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario. Por esto luchamos para llevar estas ideas a la juventud y a los y las trabajadoras.
Somos además internacionalistas porque es imposible derrotar al capitalismo en un solo país. La historia reciente ha demostrado que incluso países enormes como la URRS, sucumbieron al final ante las presiones del capitalismo mundial. Por esto nos organizamos en la Corriente Marxista Internacional.
Nos reivindicamos marxistas revolucionarios y seguimos las tradiciones de Marx y Engels, de Lenin, Rosa Luxemburgo y de León Trotsky.
Se vienen épocas de maravillosas luchas y como juventud vamos a estar en las primeras filas de estas peleas. Para lograr que las mismas triunfen, para que estas situaciones no se disipen, debemos organizarnos y construir el partido revolucionario mundial del proletariado.
A fin de acabar de una vez por todas con la miseria, la degradación y la barbarie capitalista, tenemos que tirar este sistema al basurero de la historia y luchar por levantar una nueva sociedad que nos posibilite potenciarnos como sujetos: el Socialismo
Como reza en el Manifiesto del Partido Comunista:
¡Que las clases dominantes tiemblen ante la idea de una revolución comunista! Los proletarios nada tienen que perder más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo por ganar.
¡Proletarios de todos los países, uníos!