La celebración del 1º de Mayo representa la aspiración de la única clase verdaderamente productora de la sociedad de liberarse de las cadenas de la explotación capitalista. Pero la aspiración última de la clase obrera no debe ser luchar por alcanzar condiciones de explotación “más humanas”, sino terminar con la explotación misma y el dominio de la sociedad por un puñado de parásitos que viven a costa de nuestro trabajo y de la degradación de nuestras condiciones de vida
Ante el 1º de Mayo
La celebración del 1º de Mayo representa la aspiración de la única clase verdaderamente productora de la sociedad de liberarse de las cadenas de la explotación capitalista. Pero la aspiración última de la clase obrera no debe ser luchar por alcanzar condiciones de explotación "más humanas", sino terminar con la explotación misma y el dominio de la sociedad por un puñado de parásitos que viven a costa de nuestro trabajo y de la degradación de nuestras condiciones de vida.
Las tareas del activismo obrero y la izquierda
Desde hace tres años viene registrándose un auge en las luchas del movimiento obrero en nuestro país, tras de años de postración y retrocesos. El miedo a la lucha obrera, ha forjado una alianza entre el gobierno, la patronal y la burocracia sindical para depositar sobre la clase obrera la responsabilidad por la suba de precios y acordar un nuevo pacto social que impone un techo de aumento salarial del 16%, que no da satisfacción a nuestros reclamos y necesidades, y mantiene las condiciones de trabajo precarias.
Por eso el activismo obrero y combativo, como el agrupado en el Movimiento Intersindical Clasista (MIC), tiene una oportunidad para emerger en los próximos meses como un referente en capas más amplias de los trabajadores, asumiendo una posición más activa y audaz. Debe salir públicamente a denunciar este nuevo "pacto social" y promover actividades y resoluciones en las empresas y asambleas de trabajadores contra el mismo, presentando una plataforma alternativa que debería incluir, al menos: aumento mínimo de salarios del 20%, salario básico mínimo de $1.200, no al empleo precario y en negro, por salarios equivalentes a la canasta familiar de $2.400, y jubilación con el 82% del salario.
Pese al triunfalismo del gobierno de Kirchner, por debajo de la superficie, se van acumulando la bronca por los bajos salarios, la inflación y todas las injusticias sociales que dejan su marca en la conciencia de la clase obrera.
La necesidad de construir una organización política que permita avanzar a la clase obrera y los sectores populares en su lucha contra la explotación capitalista también va a ir encontrando, de ahora en más, una receptividad mayor, comenzando por sus capas más avanzadas. Por eso, los activistas obreros combativos, los militantes de izquierda, los trabajadores y jóvenes luchadores debemos aunar esfuerzos para hacer realidad esta perspectiva
Corriente Socialista El Militante- 1º de Mayo 2007