La movilización de este 29 de enero de 2010 constituye una prueba más de la determinación combativa de los trabajadores electricistas en la lucha por la defensa de su fuente de trabajo. Al mismo tiempo ha mostrado el enorme potencial que tiene la lucha unificada de trabajadores del campo y la ciudad. Uno de los elementos que más llamaron la atención fue sin duda la participación de decenas de miles de campesinos y la plana mayor de la Confederación Nacional Campesina, la CNC, aún afiliada al PRI pero cada vez más y más implicada en luchas reivindicativas.
La movilización de este 29 de enero de 2010 constituye una prueba más de la determinación combativa de los trabajadores electricistas en la lucha por la defensa de su fuente de trabajo. Al mismo tiempo ha mostrado el enorme potencial que tiene la lucha unificada de trabajadores del campo y la ciudad. Uno de los elementos que más llamaron la atención fue sin duda la participación de decenas de miles de campesinos y la plana mayor de la Confederación Nacional Campesina, la CNC aún afiliada al PRI pero cada vez más y más implicada en luchas reivindicativas.
Un nuevo protagonista: el movimiento campesino
El movimiento campesino en torno a la CNC se ha transformado paulatinamente, dista ya mucho de aquellos grupos forzados a movilizarse y que no aspiraban más que a pasar lista para retirarse, por el contrario ahora marchan convencidos de que dar la batalla contra el régimen, especialmente contra Felipe Calderón, es una necesidad, incluso de supervivencia. La participación combativa de los campesinos de la CNC es un acontecimiento político de extrema importancia que debe tener continuidad tanto respecto a futuras movilizaciones como a las demandas del movimiento.
Ya hemos señalado en otras ocasiones y lo reiteramos, que en vista de las contradicciones generadas por la crisis y de la incapacidad del sistema para darle salida, uno de los elementos claves de la lucha de clases en el país será la ruptura definitiva de una parte significativa, sin no es que toda la CNC del PRI. Un proceso del tipo de una fractura masiva del ala campesina del PRI, podrá desarrollarse definitivamente a partir de la integración de la CNC a luchas antes las cuales las masas vean claramente que tanto el PAN como la dirigencia del PRI se unen para enfrentarse al pueblo trabajador organizado. La importancia de la movilización unificada de obreros y campesinos de este 26 de julio radica precisamente en que es la primera movilización de unidad de acción real entre ambos sectores que se recuerde, su contenido político de frente a las futuras luchas rebasa incluso la importancia de las luchas de la actual coyuntura.
Las dimensiones de la movilización también fueron destacables, particularmente la de los trabajadores de la UNT y por supuesto la de los trabajadores electricistas, cuyas dimensiones hacen creer que además de los 18 mil trabajadores que aún no se liquidan, participaron también algunos miles más, que habiendo aceptado el dinero por necesidad, están dispuestos a seguir marchando con sus compañeros.
AMLO debe sumarse a la lucha de lleno
Por supuesto no debemos dejar de destacar nuevamente la ausencia de contingentes organizados del movimiento en torno a Andrés Manuel López Obrador. Cierto es que participaron contingentes del PRD, PT y de brigadas como Flor y Canto, pero en general intervenían sin coordinación y en contingentes pequeños, probablemente producto más de la iniciativa de las bases que de una orientación general.
La intervención del movimiento en torno a AMLO no es un asunto secundario ni para la lucha que actualmente encabeza el SME ni para el frente en torno al tabasqueño, es cierto que el gobierno legitimo cuenta con más de dos millones que nos hemos afiliado y que probablemente supera ya la militancia en los partidos que se definen de izquierda, pero esa fuerza no está organizada. El peso que dichos afiliados ejercerían en sus propios partidos: PRD, PT y Convergencia, seria determinantes para generar un giro a la izquierda que evitara los pactos entreguistas con el PAN que se pretenden hacer en diversos estados: Oaxaca, Durango, Hidalgo, etc.
AMLO no puede permanecer haciendo gira tras gira mientras que los activistas de su movimiento tratan de intervenir sin orientaciones precisas en luchas como la que encabeza el SME, de hecho si el propio AMLO se hubiese involucrado en la lucha tal y como lo hizo respecto a la defensa del petróleo, las condiciones para una solución favorable a los trabajadores electricistas aumentarían al mismo tiempo que se fortalecerían las condiciones para dar la batalla dentro de los partidos que conformaron el Frente Amplio Progresista para una autentica lucha por la transformación del país.
AMLO ha visitado la mayoría de los municipios del país, se dice que entre otras cosas los viajes se han orientado a organizar las bases del gobierno legitimo, sobre esta base se podría convocar a asambleas de afiliados por distritos para conformar comités de acción con responsabilidades definidas en frentes de lucha como la defensa de la industria eléctrica y al mismo tiempo en la intervención dentro de los partidos como PRD, PT y convergencia para enfrentar el ala de derechas de dichos partidos y para rescatarlos para las luchas de los trabajadores. Asambleas periódicas y la organización de comités distritales electos democráticamente y revocables, darían un potencial enorme a todas las luchas y harían una realidad la posibilidad de converger en acciones unificadas en todo el país la lucha que ahora cada sector enfrenta de forma aislada.
La lucha de los trabajadores del SME continúa
A lo largo de ya más de cuatro meses de lucha ha quedado claro que si por determinación y combatividad fuera, los trabajadores electricistas hubieran ya ganado esta y otras batallas. No obstante el Estado y prácticamente la burguesía en su conjunto han tomado como un asunto estratégico derrotar y de ser posible desaparecer al Sindicato Mexicano de Electricistas, por supuesto está descartado que lo logren, tanto por por la historia como por la trascendencia que para los jóvenes y los trabajadores tiene el SME.
No obstante es evidente que el tiempo no corre a favor del SME y que el Estado está definiendo la lucha dentro del terreno del desgaste que es el que más le conviene, es muy probable que las provocaciones se incrementen en el futuro con el fin de hacer aparecer a los trabajadores como simples vándalos y, si es posible, efectuar algunas detenciones. El Estado apuesta al desgaste e incluso el dialogo, cuando este se ha entablado ha se ha circunscrito a un simple intercambio de opiniones sin propuestas serias por parte del régimen.
La solidaridad de la inmensa mayoría de organizaciones de jóvenes y trabajadores se ha manifestado una y otra vez. No obstante hace falta más que eso, es necesario tomar medidas prácticas para que la lucha contra la extinción del LyFC no se desarrolle al margen del conjunto de procesos que acontecen en todo el país. La necesidad de preparara una huelga nacional es urgente, pero esta no se lograra con convocatorias en abstracto, sino que debe implicar la preparación de comités de huelga en cada sindicato, los cuales deben incluir tanto a trabajadores de base como a los dirigentes sindicales. Los comités se deben extender a los barrios, y escuelas, orientándose a construir cajas de resistencia, grupos de autodefensa, comisiones de seguridad, etc.
Está claro que con manifestaciones, por muy masivas que sean, no será posible echar atrás el decreto de desaparición del L y FC.
Los pasados cuatro meses indican enseñanzas importantes que debemos rescatar no solo por el bien de los trabajadores electricistas, sino para el conjunto del proletariado mexicano, el cual debe extraer las lecciones necesarias para enfrentar la lucha contra una clase burguesa cada vez más feroz y desesperada.
Si bien la lucha electricista es por la defensa de una empresa pública, fuentes de trabajo y su sindicato, su importancia va más allá, implica para la burguesía una condición ineludible para emprender nuevos ataques, esta vez por medio de una contrarreforma laboral.
Derrotando al SME la burguesía cree que habrá derrotado la resistencia de los trabajadores por un buen periodo. En nuestra opinión se equivoca totalmente. La lucha del SME es tan solo el principio, los trabajadores están muy cerca del límite y cada vez más capas sienten que ya no hay más alternativas, la lucha será la única opción.
Una nueva central sindical combativa y de clase
En este contexto y en la medida de la necesidad de los trabajadores por reorganizar las distintas fuerzas organizadas es preciso poner ya dentro de todas las organizaciones en lucha en el terreno sindical la necesidad de crear una nueva central obrera, la cual incluya por supuesto las fuerzas agrupadas en torno a la UNT, pero también la los mineros, los sindicatos independientes de industria, los electricistas, los sindicatos universitarios, etc. Sólo una fuerza organizada que incluya a los sectores movilizados podrá atraer a aquellos que no están de acuerdo con lo que sucede pero que piensan que su fuerza es pequeña para enfrentar al régimen. Sólo una nueva central podrá organizar realmente la huelga nacional.
En la Tendencia Marxista Militante te invitamos a luchar dentro de fu fábrica, escuela o barrio por estas ideas dentro de las organizaciones de los jóvenes y los trabajadores. Únete a nosotros para luchar por el socialismo.
Fuente: Militante – Mexico