Siguiendo los pasos de Túnez y Egipto, el pueblo libio está levantándose contra el régimen de su país, exigiendo la salida del actual mandatario Muamar Gadafi. Este hecho ha sido visto desde diferentes puntos de vistas a nivel mundial. Particularmente en Latinoamerica existe confusión con respecto a qué realmente está sucediendo. Creemos que es necesario explicar nuestra postura en este sentido, ya que desde algunos medios de comunicación se ha abordado la cuestión como si el gobierno de Gadafi fuese un gobierno revolucionario y estuviese enfrentando una rebelión orquestada por el imperialismo.
Siguiendo los pasos de Túnez y Egipto, el pueblo libio está levantándose contra el régimen de su país, exigiendo la salida del actual mandatario Muamar Gadafi. Este hecho ha sido visto desde diferentes puntos de vistas a nivel mundial. Particularmente en Latinoamerica existe confusión con respecto a qué realmente está sucediendo. Creemos que es necesario explicar nuestra postura en este sentido, ya que desde algunos medios de comunicación se ha abordado la cuestión como si el gobierno de Gadafi fuese un gobierno revolucionario y estuviese enfrentando una rebelión orquestada por el imperialismo.
Debemos aclarar que más que una intervención extranjera se trata de hechos que podrían compararse con el Caracazo del 27 de febrero de 1989. El presidente Chávez hizo esta misma comparación en los casos de las recientes insurrecciones en Túnez y Egipto: "En Egipto está ocurriendo lo del Caracazo, un despertar repentino de un pueblo. Apenas hemos visto los primeros escarceos. Son acontecimientos que marcan una nueva historia en el mundo entero" (19 de febrero de 2010). El carácter del régimen de Gadafi En 1993-4, Gadafi introdujo las primeras leyes que formaban parte de un giro económico, en la dirección a la apertura del mercado libre. Durante una década no se hizo mucho en esta dirección. Pero frente a las dificultades económicas, en el 2003, el proceso se acceleró. El cambio de leyes que preparaban las privatizaciones y una mayor apertura a la inversión del capital extranjera empezó por parte del régimen una reconciliación con el imperialismo y pronto dio resultados. En septiembre de 2003 la ONU levantó todas las sanciones económicas contra Libia, a cambio un paquete económico que incluía planes para privatizar 360 empresas estatales y en el 2006 Libia incluso pidió entrada a la Organización Mundial de Comercio. En el 2008 la misma Condoleeza Rice (ex secretaria de Estado norteamericana) dijo que Libia y los Estados Unidos compartían intereses comunes, como "la lucha contra el terrorismo, el comercio, la proliferación nuclear, África, los derechos humanos y la democracia" Hoy en día todas las grandes petroleras multinacionales están operando en Libia; British Petroleum, Exonn Mobil, Total, Repsol, entre otras. Por otro lado, vale la pena señalar que Gadafi es dueño de cinco por ciento de las acciones de la FIAT, como resultado de abrir el país a los capitalistas italianos. Todo esto deja claro que este régimen está más cerca de los intereses capitalistas e imperialistas que de los intereses de su propio pueblo y de la revolución. Como declaró el camarada diputado del PSUV por el estado Bolívar, Adel el Zabayar, quien es de orígen árabe: "Gaddafi ya no es el lider antiimperialista de ayer y enfrenta con masacres a un verdadero clamor popular". El carácter del levantamiento en Libia Inspirados por sus hermanos en el resto del mundo árabe, los trabajadores, jóvenes y pobres de Libia se han puesto en pie contra una dictadura que deja ver su verdadero carácter. La insurrección que comenzó en Benghazi, la segunda ciudad del país, se ha extendido por varias regiones del territorio nacional. Gadafi respondió con violencia brutal, y al igual que durante el levantamiento popular del Caracazo, utilizó el ejercito contra la población civil desarmada. Además de eso también ha usado mercenarios contra el pueblo. El hecho de que Gadafi se vio obligado a pagar mercenarios es la prueba que no confiaba en sus propios soldados. En Benghazi, el ejército pasó al lado del pueblo y esto se ha repetido en otras ciudades. Es difícil calcular el número de muertos, pero se sabe que tan solo en Benghazi han muerto más de 230 personas. La represión ha llegado a un nivel tan cruel que se ha utilizado la fuerza aérea para bombardear a los manifestantes. Sin duda, el imperialismo en esta situación va a tratar de reafirmar sus intereses. Nos oponemos a cualquier intervención de las potencias imperialistas en Líbia. Ellos son los que vendieron las armas a Gaddafi, hicieron acuerdos de negocios para expoliar las riquezas petroleras del país y lo utilizaron como barrera de contención contra la "inmigración ilegal" en Europa. Al imperialismo no le interesa la suerte del pueblo líbio, sino solo los recursos naturales del país. ¡Solidaridad con la revolución árabe! ¡Nunca más un Caracazo! ¡Abajo la represión! ¡Vivan las revoluciones en Túnez, Egipto y Libia! |