Un debate necesario
El surgimiento en los últimos meses de la Constituyente Social, hacia la construcción de un Movimiento Político Social y Cultural, impulsado fundamentalmente por la Central de Trabajadores Argentinos, liderada por De Gennaro, ha introducido una polémica con algunos sectores de activistas.
Un debate necesario
El surgimiento en los últimos meses de la Constituyente Social, hacia la construcción de un Movimiento Político Social y Cultural, impulsado fundamentalmente por la Central de Trabajadores Argentinos, liderada por De Gennaro, ha introducido una polémica con algunos sectores de activistas.
Estos ven que el surgimiento de la Constituyente Social no es más un refrito del Frente Grande y del Frenapo (Frente Nacional contra la Pobreza). La "deuda de sangre" que, según estos compañeros, mantienen los dirigentes de la CTA con la revuelta del 2001, ante la crisis política abierta en aquellos años, impide -para estos mismos compañeros- que los sectores más radicalizados y concientes puedan ser parte de este espacio político y de esta manera conectarse con los miles de trabajadores, jóvenes, movimientos sociales y de DDHH, que han sido convocados a la formación de este Movimiento y que han asumido tal tarea.
Por qué debemos participar en la Constituyente Social
La Constituyente Social celebrada a fines de octubre en Jujuy, ocupa un espacio político con su convocatoria a la formación del Movimiento Político Social, y esto es un hecho ineludible para miles de trabajadores que consideran a este espacio como válido y un canal de unificación de la clase obrera y de los trabajadores, ocupados y desocupados.
Muchos compañeros nos reprochan la actitud de nuestra corriente política, cuando nos advierten que estos dirigentes van a reproducir lo sucedido con el Frenapo y el Frepaso, que convocan a la formación de un movimiento político y después se borran dejando a las bases con una nueva desmoralización.
La crisis económica internacional se ha instalado en las pampas argentinas para quedarse y la descargan sobre los trabajadores y el pueblo pobre.
La necesidad de la burguesía argentina de atar a los dirigentes sindicales de la CGT a un nuevo pacto social resulta imperioso para ella, pautando techos salariales y condiciones de trabajo. Y en esto a los jefes sindicales que llevan una política de conciliación de clases se les va el pellejo, desprestigiándose aun más ante sus bases.
El contexto latinoamericano
Por otro lado, los grupos más relevantes de la izquierda siguen priorizando sus intereses de camarilla, ubicándose como un obstáculo más en la materialización de un frente único real con los trabajadores y sus organizaciones.
Más de una vez hemos escrito en nuestros materiales públicos que las camadas nuevas de activistas jóvenes no tienen sobre sus espaldas ni las derrotas del pasado ni la herencia del peronismo, movimiento que ató a la clase obrera por décadas a una salida policlasista, movimientista, y sólo en la arena nacional.
Preguntamos. ¿No vivimos una oportunidad sin precedentes en la historia de nuestro país y en Latinoamérica con las diferentes movilizaciones revolucionarias habidas en Bolivia, Venezuela, Ecuador, etc., y donde la crisis de dirección en Argentina tiene precedentes de tiempo y que los dirigentes que han convocado a la construcción de este movimiento han sabido leer y ubicarse correctamente en esta situación? ¿Las bases de los trabajadores estatales, no presionan para que esto surja? ¿Acaso el desprestigio creciente de los dirigentes de la CGT no deja el terreno abierto a la Constituyente Social? ¿No resulta un paso adelante la formación de un Movimiento político constituido por trabajadores y que es sentido como propio?
¿Acaso, compañeros, los miles y miles de jóvenes obreros, viejos, mujeres del pueblo pobre que marcharon el 12 de diciembre no resulta una muestra más que suficiente para ver un movimiento que va creciendo y va más allá de la voluntad de los dirigentes de la CTA que convocan a construirlo?
Creemos que es una perspectiva por la que vale la pena luchar.
Permanecer junto a las masas trabajadoras para acelerar su experiencia
Sabemos de los fundamentos de muchos compañeros honestos con quienes compartimos espacios de militancia.
Pero estos argumentos no recorren caracterizaciones del por qué de esta "inusitada" eclosión, no plantean el pronóstico y la línea política con relación a las masas y las tareas que se desprendan de estas perspectivas.
El viejo revolucionario ruso, León Trotsky, decía que "la crisis de dirección de la humanidad se sintetiza en la crisis de dirección del proletariado".
Y para el movimiento revolucionario que puja por emanciparse de la barbarie capitalista, es fundamental la táctica del frente único.
No podemos poner tabla rasa al régimen interno de la CGT con el de la CTA.
Somos concientes que la dirección de la CTA viene delimitándose con el gobierno de los K, mientras que la de la CGT sigue atada de pie y manos al Estado y al gobierno.
Desde la Corriente Socialista el Militante llamamos a los activistas honestos de izquierda a conformar una tendencia clasista y revolucionaria al interior de la Constituyente Social, para dejar de transitar por los márgenes del movimiento.
La disyuntiva sigue más que nunca presente: Socialismo o Barbarie