Más de 50 compañeros asistieron a la segunda edición anual de la Escuela Marxista del Noreste, en Montreal la semana pasada. Organizada por los militantes de La Riposte de Quebec, Fightback de Canadá y Socialist Appeal de EEUU, la escuela fue un éxito rotundo que vio un aumento del 30% en la asistencia respecto al año anterior. Los camaradas de Toronto, Ottawa, Montreal, Boston, Nueva York y Nueva Jersey disfrutaron de dos días de debate político y vibrantes eventos sociales revolucionarios.
La lección más importante del fin de semana fue la necesidad urgente de una tendencia revolucionaria con ideas marxistas correctas para ayudar a que la clase obrera logre su emancipación. El fuerte aumento en la asistencia este año es un reflejo de la época revolucionaria a la que hemos ingresado.
Desde la escuela del año pasado, que tuvo lugar inmediatamente después de las revoluciones en Egipto y Túnez, hemos sido testigos de la primavera árabe, la agitación pre-revolucionaria en Grecia, y los movimientos masivos de protesta en todo el mundo, entre ellos los Indignados españoles, el movimiento Occupy en EEUU y las protestas contra Putin en Rusia. La incapacidad de la clase dominante para resolver las contradicciones del capitalismo ha conducido a un callejón sin salida global. Más y más trabajadores y jóvenes están recurriendo a las ideas del marxismo para explicar el mundo en que vivimos y presentar una alternativa viable.
El viernes a la noche comenzaron a llegar los compañeros al Hostel Jazz; se despertaron temprano en la mañana del sábado para una verdadera “Marxatón” de dos días. Alex Grant del Comité de Redacción de Fightback hizo la presentación de apertura, “Perspectivas sobre la crisis capitalista mundial”, que brevemente hizo referencia a los grandes movimientos históricos del capitalismo del siglo 20 -su auge y períodos de quebranto, sus contradicciones que conducen a guerras y revoluciones- como una base para la nueva crisis en la que nos encontramos hoy en día.
Los movimientos de masas en el mundo árabe, Europa, África y América del Norte muestran que hemos entrado en una nueva época tumultuosa. La presencia de todos los factores objetivos de la revolución, contrasta con la falta de una tendencia revolucionaria organizada para aprovechar la energía de la clase obrera. Si no se abordan, estas contradicciones, jugarán un papel trágico en el desarrollo futuro.
Los límites de tiempo impidieron la inclusión de algunos temas clave, como América Latina, pero los compañeros estaban más que dispuestos a llenar los espacios en blanco y proporcionar sus propios puntos de vista durante el período de discusión posterior. Este iba a ser un patrón recurrente a lo largo del fin de semana, ya que cada participante se basó en su conocimiento individual para elevar el nivel teórico de todos.
Después del almuerzo, Camilo Cahis abrió la sesión con “Lecciones de la Revolución Española”, una lucha fundamental del período de entreguerras llena de lecciones para los revolucionarios de hoy. La participación de muchas tendencias políticas en esta lucha de 1931-1938 -marxistas, estalinistas, centristas, liberales, anarquistas, fascistas, nacionalistas conservadores- hace indispensable el estudio de la revolución española, sobre cómo la interacción de factores objetivos y subjetivos pueden concretar o destruir una revolución obrera. No es coincidencia que Fightback acabe de publicar un nueva reimpresión de obras de León Trotsky, Pierre Broué, y Ted Grant sobre la Revolución Española. Estos folletos fueron tomados con entusiasmo por los asistentes que buscaban más información.
La última sesión del día fue “La historia de la organización marxista”, con Tom Trottier disertando sobre el desarrollo de las tendencias trotskistas en los Estados Unidos y Gran Bretaña. Examinó los puntos fuertes y débiles de los prominentes trotskistas norteamericanos, en especial de James P. Cannon, y la incapacidad de los dirigentes de la Cuarta Internacional para absorber el método de Trotsky después de su muerte y que dio lugar a una serie de divisiones y confusas posiciones oportunistas en las décadas siguientes.
Tom desarrolló en paralelo la historia de la tendencia Militant en Gran Bretaña, remarcando que Ted Grant tenía un conocimiento superior del método marxista en su acercamiento a la organización y a la teoría. Por desgracia, Militant no fue inmune a los errores o factores objetivos que dieron lugar a su eventual división. La importancia de estas lecciones en la construcción de una nueva tendencia revolucionaria se puede encontrar en el viejo cliché de que “aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla.”
El sábado llegó a su fin, se levantó la sesión y los compañeros volvieron hasta el Hostel Jazz para el desarrollo social de esa noche. A pesar del objetivo declarado de relajarse después de un largo día, la calidad de las presentaciones alimentaron muchas discusiones políticas mientras se disfrutaba de unas cervezas y compartíamos entre todos una noche espléndida.
Renovados, los compañeros regresaron al día siguiente para escuchar a Mark Rahman, de la Liga Obrera Internacional (WIL) de EEUU, que hizo una presentación sobre “La Rebelión de los Teamsters (camioneros) de Minneapolis de 1934”, una lucha fundamental en la era de la Depresión que vio a los trotskistas norteamericanos jugar un papel clave en su organización.
Joel Bergman, de La Riposte (Quebec), hizo la presentación final sobre la obra de Trotsky “En defensa del marxismo”, una recopilación de cartas y ensayos que el “Viejo”, escribió a sus seguidores estadounidenses en la década de 1930. Una de las lecciones más importantes que tomaron los compañeros fue que Trotsky utilizó de manera correcta el método marxista. A diferencia de los estalinistas y sectarios que tratan de resolver las diferencias políticas a través de medidas organizativas, tales como expulsiones; Lenin y Trotsky siempre trataron de utilizar todos los conflictos como medio de elevar el nivel político general de los cuadros.
Los compañeros coronaron el fin de semana con interpretaciones estridentes de “La Internacional” y “Bandiera Rossa”. A medida que la escuela de fin de semana terminaba, el entusiasmo entre los asistentes era palpable. Por primera vez en décadas, los marxistas ya no están nadando contra la corriente. No sólo las ideas marxistas dan sentido a los eventos actuales –mucho más que el confuso comentario de los medios de comunicación burgueses-, los trabajadores y los jóvenes están dispuestos a escucharlos, como la escuela del Noreste ha demostrado.
La crisis actual del capitalismo no va a desaparecer pronto. En ausencia de una tendencia revolucionaria organizada, el sistema capitalista seguirá causando un horror indecible y miseria para la inmensa mayoría de la raza humana. El desarrollo del factor subjetivo debe ser el foco principal de todos los marxistas en el futuro. Esta escuela tuvo un papel importante en este desarrollo y ayudó a construir la unidad entre los revolucionarios en Quebec, Canadá, y Estados Unidos.