Hay un elemento artificial en la catástrofe que enfrentan los haitianos. El país no sólo es pobre; ha sido hecho pobre y es mantenido pobre. Haití es el país más pobre del hemisferio occidental, con la peor infraestructura, y el pueblo más vulnerable a los desastres y las enfermedades, debido a las maquinaciones del imperialismo. Aunque el terremoto no podía ser evitado, la escala de muerte y destrucción claramente sí podría haberse evitado.
Hay un elemento artificial en la catástrofe que enfrentan los haitianos. El país no sólo es pobre; ha sido hecho pobre y es mantenido pobre. Haití es el país más pobre del hemisferio occidental, con la peor infraestructura, el pueblo más vulnerable a los desastres y las enfermedades, debido a las maquinaciones del imperialismo. Aunque el terremoto no podía ser evitado, la escala de muerte y destrucción claramente sí podría haberse evitado.
Habría que tener un corazón de piedra para no verse conmovido por las escenas de horror en Haití. Pero también necesitamos aprovechar esta oportunidad para pensar y considerar cómo podemos evitar catástrofes que tengan tales efectos desastrosos en la vida de los seres humanos ahora y en el futuro.
Una y otra vez se nos dice que el terremoto fue un desastre natural, un "acto de Dios’. Por supuesto, en un sentido lo era.
Se nos dice que la "comunidad internacional" está haciendo todo lo posible. Y sabemos que gente buena y valiente de muchos países está trabajando hasta el límite absoluto y arriesgando sus vidas para salvar otras vidas y traer consuelo a los supervivientes.
Sabemos que no es suficiente conque haya aspirantes a rescatadores que corran presurosos a Haití para llevar suministros de socorro de emergencia a aquellos que lo necesitan. Aparte de los daños del terremoto, la infraestructura en Haití ya era totalmente inadecuada. El aeropuerto no da abasto. Los caminos y rutas son intransitables.
Ya se cuentan por miles las personas muertas. Miles más enfrentan hambre, sed y enfermedades. La desesperación podría causar saqueos ¿No es todo esto sólo una terrible tragedia natural?
Haití es, en efecto, un país acechado por terremotos y huracanes. La infraestructura antes del terremoto ya había sido hecho trizas por una serie de huracanes. Pero Cuba, al lado, es presa de los mismos peligros naturales. Como resultado de la ola de desastres recientes sólo 4 personas murieron allá. Cuba no es una víctima desventurada del capitalismo mundial. Los cubanos hacen planes para preservar la vida de sus ciudadanos contra las catástrofes naturales.
Hay un elemento artificial en la catástrofe que enfrentan los haitianos. El país no sólo es pobre; ha sido hecho pobre y es mantenido pobre. Haití es el país más pobre del hemisferio occidental, con la peor infraestructura, y el pueblo más vulnerable a los desastres y las enfermedades, debido a las maquinaciones del imperialismo.
Haití no ha sido siempre visto como un país pobre. En el siglo XVIII fue percibido como una fuente de riqueza inmensa. Cuando era una colonia francesa producía el 60 % de todo el café y el 40 % del azúcar que se consumía en Europa. Produjo más riqueza que todas las posesiones británicas en las islas Antillas. Fue la "Perla de las Antillas".
Esta riqueza provenía de la esclavitud. Los esclavos negros se levantaron durante la Revolución francesa. Bajo el liderazgo de Toussaint-l’Ouverture llevaron a cabo la única rebelión exitosa de esclavos en la historia mundial. Expulsaron a todos los ejércitos coloniales y proclamaron la independencia en 1804.
Como Cuba, más de 150 años más tarde, los haitianos se enfrentaron a un embargo total. Con el fin de romper el aislamiento forzado, el Gobierno haitiano se vio obligado a prometer reparaciones por valor de 150 millones de francos de oro a los franceses ¡Estaban compensando a los franceses por el ‘delito’ de levantarse como esclavos y de haberlos privado de su propiedad humana! El pago de las reparaciones duró desde 1825 hasta 1947. En 1900, el 80 % de los ingresos del Gobierno salían directamente del país como pagos de intereses. No es de extrañar que no quedara dinero para construir la infraestructura.
Lo que había hecho en efecto el Gobierno haitiano era sustituir la esclavitud con la servidumbre de la deuda, impuesta a toda la nación. Esta es la situación que permanece hasta el día de hoy. Una serie de gobernantes sumisos administraron el país en nombre del imperialismo y se ayudaron ellos mismos con una porción de la riqueza del país a cambio. Cuando no eran lo suficientemente subordinados, el imperialismo intervenía directamente. Los Estados Unidos ocuparon todo el país desde 1915 a 1934.
Ha habido movimientos contra el imperialismo. Jean-Bertrand Aristide fue elegido Presidente de Haití en 1990 con un programa populista. Hubo un golpe de estado contra él al año siguiente. Fue elegido de nuevo en el año 2000 y duplicó el salario mínimo a 2 dólares al día. En 2004 fue secuestrado en otro golpe de estado, respaldado por los Estados Unidos y Francia. Esta es una secuencia de eventos notablemente similar a la impuesta al ex-presidente Mel Zelaya en Honduras. Honduras sufrió un golpe de estado idéntico al que se impuso en Haití.
Aristide permanece en el exilio. La misión de estabilización de las Naciones Unidas ha permanecido desde entonces en el país. Tienen un monopolio efectivo de la fuerza armada. No hay ningún ejército haitiano. Cuando alguien pregunta ‘¿por qué el Gobierno haitiano no hace algo?’ hay que recordar que son las Naciones Unidas el gobierno real.
Todo el mundo sabe que Haití se encuentra en una zona de terremotos. Cuando se pregunta: ¿por qué está Haití en una situación tan calamitosa? ¿Por qué los edificios no están construidos bajo normas a prueba de terremoto? ¿Por qué nadie ha mejorado la infraestructura? ¿Por qué no hubo planes de emergencias eficaces? Estas preguntas deben remitirse a la ONU como representante del imperialismo mundial en Haití. Estas son preguntas legítimas. La respuesta a ellas es que hasta que el pueblo haitiano no se libere de las amarras del imperialismo, el sufrimiento seguirá siendo una forma de vida para él. El pueblo de Haití necesita ayuda real. Necesita formar parte de un movimiento que expulse al imperialismo y unir sus manos a una Federación Socialista del Caribe como parte de una América socialista.