Más de 10 millones de personas participaron ayer en España en las manifestaciones contra el atentado terrorista de Madrid que dejó 200 muertos y 1.500 heridos. Por su parte, el gobierno de Aznar está manipulando y ocultando la información sobre los autores de los atentados. Mientras que ETA negó ayer en un comunicado su responsabilidad y Al-Qaeda los reivindicó, el gobierno español continúa insistiendo en la responsabilidad de ETA para buscar réditos electorales en las elecciones de mañana Domingo.Aznar es consciente de que si se confirma que el atentado fue obra de Al-Qaeda, la población lo vincularía a la colaboración de su gobierno en la guerra de Iraq, lo que aumentaría las probabilidades de que el Partido Popular perdiera las elecciones
Los trabajadores y jóvenes españoles se lanzan a la calle contra la barbarie terrorista
Más de 10 millones de personas participaron ayer en España las manifestaciones contra el atentado terrorista de Madrid que dejó 200 muertos y 1.500 heridos. Por su parte, el gobierno de Aznar está manipulando y ocultando la información sobre los autores de los atentados. Mientras que ETA negó ayer en un comunicado su responsabilidad en los mismos y Al-Qaeda los reivindicó, el gobierno español continúa insistiendo en la responsabilidad de ETA para buscar réditos electorales en las elecciones de mañana Domingo 14 de marzo. Aznar es consciente de que si se confirma que el atentado fue obra de Al-Qaeda, la población lo vincularía a la colaboración de su gobierno con EEUU y Gran Bretaña en la guerra de Iraq, donde mantiene 2.000 soldados españoles, lo que aumentaría las probabilidades de que el Partido Popular perdiera las elecciones.
Millones de trabajadores y jóvenes marcharon contra la barbarie terrorista
Las marchas de ayer fueron las más numerosas de la historia española, con 2,3 millones en Madrid y 1,5 millones en Barcelona.
No deja de ser significativo que, a pesar de los llamados a la unidad nacional y a que no se llevaran banderas, multitud de manifestantes portaban insignias y pancartas contra la intervención en la guerra de Irak y con el lema ¿Quién ha sido?, manifestando de esta manera su desconfianza hacia el gobierno español por la información ofrecida hasta ahora. También es de destacar que cuando Aznar llegó ayer para situarse en la cabecera de la manifestación de Madrid fuera recibido por una ruidosa silbatina seguida de gritos que preguntaban :¿Quién ha sido?, ¿quién ha sido?. También en Barcelona, los dirigentes del PP fueron recibidos en la manifestación con el grito de ¡asesinos!, y tuvieron que ser protegidos por la policía para evitar ser agredidos por los manifestantes. (El País, 13 de febrero).
Los socialistas revolucionarios de El Militante repudiamos la masacre brutal cometida en España contra los trabajadores y la juventud de Madrid el pasado jueves 11 de marzo. Las bombas colocadas en zonas obreras han segado la vida de trabajadores y jóvenes inocentes, y entre las víctimas se incluyen muchos trabajadores emigrantes latinoamericanos y de otros países. Esta masacre ha sido perpetrada por enemigos de la clase trabajadora. Independientemente de quiénes fueran sus autores, lo que está claro es que con estos métodos gangsteriles y reaccionarios, no se defienden ni los derechos democráticos ni la causa de los oprimidos. Por el contrario el terrorismo juega un papel completamente nefasto que es aprovechado por los gobiernos reaccionarios para recortar las libertades y los derechos democráticos en todo el mundo.
El gobierno de Aznar manipula y oculta la información
Conforme pasa el tiempo cada vez parece más evidente que el atentado fue obra de los fundamentalistas islámicos reaccionarios de Al-Qaeda, ya que diversos medios internacionales recibieron comunicados de esta organización atribuyéndose los mismos. El estudio de las cargas explosivas y de los detonadores empleados en las explosiones demuestran que no tienen nada que ver con los empleados por ETA en los últimos años. Además en una camioneta se encontraron varios detonadores iguales a los empleados en los atentados junto a un casette que reproducía versículos en árabe del Corán. Sin embargo, el gobierno español sigue insistiendo en que fue obra de ETA, a pesar de que ésta lo desmintió ayer a la tarde. Parte de esta información fue censurada en los noticieros de la TV pública. Esto forma parte de la hipocresía y la demagogia nauseabunda del gobierno español de derecha del Partido Popular (PP) que faltando un día para las elecciones a diputados y senadores en España está usando el tema del terrorismo individual para captar votos.
Por otro lado, aunque ETA no fuera la autora del atentado, también colaboró en la ceremonia de la confusión que rodeó a este hecho en las primeras 36 horas después de las explosiones. Su negativa a desmentir inmediatamente su implicación en las mismas ayudó al PP en su estrategia. La dirección de ETA acaso consideraba positivo para su causa acaparar la atención de los noticieros de todo el mundo durante un día entero para así demostrar que la organización no estaba derrotada después de los últimos golpes policiales y de su aislamiento social en el País Vasco para obtener una publicidad no esperada. Esto demuestra lo lejos que llegó la degeneración política de esta organización, insensible al dolor y al rechazo de millones de trabajadores y jóvenes españoles y vascos que produjo esta carnicería.
El terrorismo individual practicado por ETA durante años también jugó un papel reaccionario y contraproducente contra los derechos democráticos del pueblo vasco, dando excusas a la reacción para recortar los derechos democráticos al conjunto de la población y fortaleciendo al PP en alargar su permanencia en el gobierno de España. No es un detalle menor que en los últimos años el PP se convirtiera en la segunda fuerza política más votada en el País Vasco, cuando hasta entonces tenía una presencia casi marginal, después de que ETA decidiera recrudecer su campaña de atentados orientándose hacia la población civil, no solamente en militantes del PP sino también en los del PSOE y en trabajadores aislados que tenían la desgracia de pasar por los lugares afectados en el momento de las explosiones. También una gran parte de la responsabilidad de esta situación le cabe a los dirigentes socialdemócratas del PSOE que en todo momento avalaron la política del PP en la cuestión vasca, negándose a diferenciarse de la misma con un planteo de clase, renunciando a levantar la consigna del derecho de autodeterminación para el pueblo vasco, y apareciendo al lado del nacionalismo burgués español.
En la medida que se hace más evidente la responsabilidad de Al-Qaeda en el atentado terrorista del jueves, ahora el PP pide a los demás que no lo señalen con el dedo y que no le exijan responsabilidades políticas. Pero hay que pedírselas.
El gobierno español del Partido Popular apoyó la guerra de Irak llevando un dolor infinito a los trabajadores y jóvenes irakíes, a pesar de que el 90% de la población española estaba en contra de la guerra y del envío de tropas a Irak. Viendo lo que ocurrió ayer en Madrid podemos imaginar la tragedia horrible de meses de guerra y de bombas que mataron a miles y miles de civiles con el beneplácito del Gobierno español.
Un gobierno como el del PP, que justifica una matanza imperialista en Iraq donde fueron asesinados miles de jóvenes y trabajadores iraquíes inocentes, no tiene ninguna autoridad moral para erigirse en campeón de la lucha contra el terrorismo. Las guerras imperialistas que tienen como objetivo el saqueo de los recursos naturales y la opresión de los pueblos crean un campo abonado para el surgimiento y la extensión de la desesperación, la amargura y el odio en amplias masas de la población en estas zonas que es aprovechado por grupos de fanáticos, sádicos y psicópatas reaccionarios, como Al-Qaeda, para cometer atentados terroristas indiscriminados.
Sólo la clase obrera puede acabar con la lacra del terrorismo
Los trabajadores y la juventud somos los más interesados en terminar con el terrorismo que juega un papel completamente pernicioso, no sólo en la lucha por los derechos democráticos de las naciones y pueblos oprimidos por el imperialismo, sino también en las movilizaciones por nuestras reivindicaciones laborales y sociales. En los últimos años la derecha española del PP utilizó el combate contra el terrorismo, para recortar las libertades democráticas y asestar golpes a los derechos de reunión, manifestación y expresión en España, acusando de terroristas o amigos de terroristas a todos aquellos que repudiaban en las calles la política antiobrera del PP, en las movilizaciones obreras, en las manifestaciones estudiantiles o, más recientemente, en las marchas contra la guerra en Irak. Esta manipulación vergonzosa demuestra que el PP utiliza la lucha contra el terrorismo para golpear también a los trabajadores y la juventud de España, de la misma manera que lo hizo Bush con el atentado a las torres gemelas para atacar las libertades civiles en EEUU y en todo el mundo.
La única fuerza capaz de acabar con la lacra del terrorismo es la clase obrera organizada y movilizada en defensa de los derechos democráticos y por la mejora de sus condiciones de vida, algo incompatible con la existencia del sistema capitalista.
La lucha contra el terrorismo pasa por levantar una auténtica alternativa socialista, en España, en la Argentina y en todo el mundo. Lo que implica defender los derechos democráticos, un puesto de trabajo digno, viviendas, sanidad y educación públicas de calidad, y el fin de la opresión contra los pueblos en todos los rincones del mundo. Lograrlo exige la movilización unitaria de los trabajadores de la Argentina, de América Latina, de España e internacionalmente, contra el capitalismo y por la transformación socialista de la sociedad.