La Esquerda Marxista, sección brasileña de la Corriente Marxista Internacional, realizó su Escuela de Cuadros y el 8o Congreso Nacional del 3 al 5 de noviembre. El Congreso se celebró en un momento de vertiginoso crecimiento de la Sección con la exitosa puesta en marcha de su campaña “Você é Comunista”, ¿Sos Comunista? Este crecimiento también se mostró en la alta calidad de los debates a lo largo del Congreso.
Asistieron a los dos eventos militantes de todo el país, así como invitados internacionales, el camarada Jorge Martín del Secretariado Internacional y Alexander S. de la Sección Argentina de la Corriente Marxista Internacional, la Corriente Socialista Militante.
Antes de abrir el congreso, la Esquerda Marxista y el Partido Comunista Brasileiro – Reconstrução Revolucionária realizaron un “Acto contra las guerras imperialistas “Ucrania y Palestina” el día 2 de noviembre. Hablaron Jorge Martín representando a la CMI, Serge Goulart representando a la Esquerda Marxista, y Gabriel Lazzari representando a la PCB-RR.
Muchas tendencias del movimiento obrero en Brasil, como en el mundo, han capitulado ante la presión burguesa y reformista y apoyan a uno u otro bando en la guerra inter-imperialista en Ucrania. La EM y el PCB-RR trabajan para defender una posición internacionalista y de clase.
Todos los oradores mostraron su total solidaridad con el pueblo palestino durante la masacre en curso y defendieron su derecho a la resistencia contra el opresivo Estado sionista de Israel. En lugar de las falsas promesas ofrecidas por la diplomacia burguesa, como una imposible solución de dos Estados o un alto el fuego temporal, los oradores propusieron un levantamiento de la clase obrera internacional contra toda opresión como único camino hacia la paz duradera en Oriente Medio.
La primera actividad de la Escuela de Cuadros fue una presentación de Lucy Díaz sobre el “Marxismo y la guerra”. Explicó los orígenes de la guerra imperialista en la contradicción del capitalismo moderno y la enorme importancia de la industria armamentística mundial. También habló de cómo los marxistas han abordado la guerra históricamente, contrastando las valientes posiciones internacionalistas de los bolcheviques en Rusia y Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo en Alemania con la traición de la capitulación de la mayor parte de la Segunda Internacional ante la presión de su burguesía nacional.
Esa tarde, Caio Dezorzi hizo una presentación sobre “El papel del estalinismo y los intentos de rehabilitar a Stalin hoy”. Contrarrestó las distorsiones burguesas y estalinistas que pintan el estalinismo como el “fruto” del bolchevismo. El estalinismo fue la negación completa del bolchevismo, y Caio explicó que, en las condiciones de atraso y aislamiento de la Revolución Rusa, el ascenso al poder de una casta burocrática era inevitable.
Explicó el papel de Stalin como un “gran organizador de derrotas” de las revoluciones alemana y española, subordinando los intereses históricos de la clase obrera a los intereses de la burocracia de Moscú. El epítome de esta política es la “teoría” antimarxista y reaccionaria del “socialismo en un solo país”.
A pesar de ello, muchos jóvenes que buscan luchar contra el capitalismo recurrieron a la figura de Stalin como una alternativa “más dura” al liderazgo de los políticos reformistas que en los últimos años no ofrecieron más que capitulaciones y traiciones. Es la tarea de los auténticos comunistas explicar pacientemente esta historia a los jóvenes luchadores que entran en el movimiento.
El Congreso se abrió el 3 de noviembre con una presentación de Jorge Martín sobre las perspectivas internacionales, seguida de una exposición de Serge Goulart sobre las perspectivas nacionales y las tareas de los comunistas. Siguió una discusión abierta y democrática, en la que todos los camaradas expusieron sus puntos de vista y aportaron al debate intervenciones de alto nivel.
En el congreso se aprobaron dos resoluciones importantes: salir del PSOL y cambiar el nombre de la organización de la “Esquerda Marxista” a la “Organização Comunista Internacionalista”.
El PSOL era visto como un partido con potencial para desarrollarse como partido de masas, canalizando la ira de los trabajadores y los jóvenes contra el capitalismo. Pero esta perspectiva se vio obstaculizada por el electoralismo de la dirección del partido y su sumisión al gobierno de Lula-Alckmin.
Esquerda Marxista tiene una orgullosa historia y reputación en el movimiento obrero brasileño. Pero el antiguo nombre de la EM no corresponde más al momento histórico. Con la quiebra de los partidos estalinistas y el potencial crecimiento de la OCI, sus fuerzas están en mejores condiciones de poner a la altura de la historia al Comunismo genuino, limpiar el nombre del “comunismo” que, en manos de los reformistas estalinistas del Brasil, le hicieron tanto daño. Es la tarea.
Todos los asistentes coincidieron en que se trataba de un congreso histórico para la organización. Salimos convencidos de nuestras ideas y del potencial de nuestra organización.
¡Viva la Organização Comunista Internacionalista!
¡Construyamos las fuerzas del comunismo en Brasil y el mundo!