Moyano, Cavalieri, Carrefour: ¿Quién defiende a los trabajadores?
El conflicto entre Moyano y Cavalieri beneficia principalmente a Carrefour, y sus consecuencias principales caen sobre los hombros de los trabajadores. La pelea por la afiliación de los compañeros trabajadores del centro de distribución de Carrefour en Echeverría -que terminó resolviéndose a favor del Sindicato de Camioneros- nos muestra lo lejos que está el sindicato de Comercio de representar los intereses fundamentales del trabajador, mientras "lucha" codo a codo por los intereses de la patronal, que se oponía al ingreso de estos trabajadores al gremio de camioneros al tener que pagar salarios más altos.
Peleas burocráticas por arriba
Cuando la patota de Moyano bloqueó la entrada al supermercado a los trompazos, ya que no había ningún trabajador camionero entre ellos, los compañeros tuvimos la sensación de que ahora se venía el apriete. Acto seguido, el discurso patronal fue bajado desde el sindicato, azuzando el miedo al desempleo y con la trampa "defensa del puesto del trabajo". A la semana, el apriete vino descaradamente: a los contratados se les exigía participar en una marcha organizada por el sindicato de Comercio contra el sindicato de camioneros, casi sin alternativa, bajo la amenaza de que Carrefour levantaría campamento del país y así nos quedaríamos en la calle. Esto es mentira de acá a Paris: si Carrefour se quedó en nuestro país es porque sigue acumulando suculentas ganancias con nuestra explotación, ninguna empresa mantiene abiertas sus puertas por amor a sus trabajadores. A nuestros "delegados" ¿quién los elige? La patronal, ¿hubo asamblea para decidir la movilización? Sí, asamblea en el ombligo de los "delegados". Por sus bocas nos enteramos de que en realidad, nosotros tenemos que estar agradecidos a Don Carrefour por dejarnos laburar bajo su dulce explotación. Sin nosotros, compañeros, Carrefour queda reducido a un espacioso lugar, y ni se movería si nosotros tuviésemos conciencia de quienes son los dueños de la situación. No podemos seguir aguantando los bajos salarios y los atropellos cotidianos, mientras los "delegados" se pasan la gorda codo a codo con la patronal.
Una acción correcta hubiera consistido en mantener contacto entre los camioneros y los trabajadores de Carrefour, en asambleas conjuntas que dispusieran un plan de lucha para mejorar en conjunto nuestras condiciones de trabajo, pero esto es también peligroso para Moyano, que a duras penas mantiene el control de su gremio y corta la cabeza a cualquier tipo de oposición, igual que el nefasto Cavalieri. Además tendrían que haber sido los trabajadores afectados quienes decidieran libremente, mediante votación, a qué gremio afiliarse.
Recuperar los sindicatos para los trabajadores
A pesar de que el conflicto ya se resolvió, nunca tuvimos la obligación de tomar partido por ninguna de las partes (que únicamente peleaban por las cotizaciones sindicales) y sí estamos obligados a luchar por aumento de salarios y para parar con los aprietes patronales, cosa que es cuadrar el círculo para nuestros delegados, que cobran sueldos abultados sin levantarse de la silla. Esta gente no puede representarnos, nos separa un abismo, necesitamos recuperar el sindicato con elecciones democráticas de delegados, que estén sujetos a los mandatos de asambleas y revocables en cualquier momento, de esta forma podremos luchar por mejores salarios, el pase a efectivo de los contratados, poniéndole un freno a la ofensiva patronal. Con compañeros que nos representen, que defiendan nuestros intereses, que reciban un salario igual al de cualquier trabajador, y que estén sujetos a las decisiónes que tomemos el conjunto de los trabajadores, será posible lograr las mejoras en las condiciones de trabajo mediante la lucha. O sea, la tarea es terminar con los "precios bajos" gracias a nuestros salarios bajos y explotación.