Cada uno en su lugar ¿Qué lugar le toca a la clase obrera y a los trabajadores?

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Capitanich y Macri 1
 
Con una definición política esclarecedora, Jorge Capitanich precisó en una entrevista de Página 12 del 18/03 que la necesidad de reconstrucción del Peronismo supone en la actualidad que: “Hoy la identidad colectiva es distinta. Para la nueva identidad requiere entender esto de unidad en la diversidad. Es el tema central.”
La unidad con propios y ajenos para superar la hegemonía macrista y para que la misma no siga en 2019, es la construcción de un frente amplio antimacrista, Capitanich aseveró en la misma nota que CFK “me transmitió que el modelo que pusimos en práctica en Chaco en el 2007, que unió de izquierda a derecha, claramente es lo necesario hacer ahora, lograr el más amplio consenso. Ese es el pensamiento de Cristina.” 
En la misma entrevista, señaló de cobardes a un grupo de gobernadores, ya que no fueron al encuentro de Villa Mercedes de unificación del peronismo, para luego -Jorge Capitanich-  “comprender” un amplio abanico de atenuantes: desde la agenda de cada gobernador, la representatividad electoral, generacional, etc., etc., y así el chaqueño razonar, la “unidad en la diversidad”.

Por su lado, el encuentro de 400 agrupaciones opositoras se reunió el 18 de marzo en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), en el marco del programa “Argentina 2019”, y trabajaron con el objetivo de establecer una agenda común de cara a las elecciones de 2019.
Todo el armado político con salida a las elecciones del 2019 se encuentra en marcha, desde los sindicatos hasta el arco político que adhiere al proyecto Nacional & Popular.
Lo que es claro es que todos sin excepción, son la expresión de la unidad en la diversidad con el acuerdo fiscal pactado con el gobierno de Cambiemos, en donde negociaron despidos y techos salariales a la baja. Además de las cientos de leyes anti populares en donde sus Diputados y Senadores dieron quórum y voto al macrismo, bajo la vigilancia de los gobernadores en las sesiones de diciembre último.
 
¿Oposición?
 
macri gobernadores
 
Pero veamos un poco más en profundidad.
No solo este “buen hombre chaqueño” juega como vocero del conjunto del movimiento peronista, también en la misma sintonía lo tenemos al santafesino “Chivo” Rossi, más emisario del Cristinismo que del conjunto del peronismo. Pero la diáspora en la que el conjunto de dirigentes peronistas se encuentra sumergido, no fue solo obra del supuesto chantaje macrista y de Cambiemos a los Gobernadores a través el acuerdo fiscal. 
La crisis vino para instalarse desde el 2008/2009 y la respuesta del kirchnerismo fue una adaptación lenta y perjuiciosa para la totalidad de los trabajadores, hasta llegar al 2015 con un desgaste ante los ojos de cientos de miles de aquellos que en algún momento se inclinaron por el proyecto Nacional & Popular.
Desde el 2015 en adelante, encontramos un kirchnerismo que de la verborragia combativa pasó al silencio de la gobernabilidad, dando sustentación a un régimen de ofensiva reaccionaria y en crisis. 
En momentos como el actual en que se mire por donde mire, solo hay ataques a la clase obrera y la juventud; cuando hace unos años atrás solo se veía uno dos o tres países en crisis, hoy la casi la totalidad del mundo se encuentra en crisis. Vemos un quiebre del equilibrio y, la paz social ya no es más paz. La ofensiva sobre nuestras condiciones de vida, salud, educación y trabajo es la regla de oro en cada país del planeta.
Entonces, nos encontramos en una crisis que es orgánica, inmanente al sistema capitalista, una crisis que no es la que habitualmente vemos de boom y recesión, sino una profunda y muy extendida en el tiempo.
Los reformistas solo pueden encontrar una salida administrando la crisis, y lo que en algún momento “dieron” con la mano izquierda, la sacarán con la derecha, en el caso de que algo quede después de la ofensiva de Cambiemos.
Los “opositores” y sus aliados en los sindicatos, no ven oportunidad para que en estos años de ofensiva macrista y del conjunto de la clase dominante se lancen a un verdadero plan de lucha y movilización. Desde los despidos en el Estado, pasando por los tarifazos en servicios e impuestos, el avasallamiento de los derechos más elementales democráticos, el gatillo fácil contra la juventud, la reivindicación moral y material por parte de Cambiemos de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad dando luz verde para lograr la “paz” tan anhelada por los de arriba a fuerza de balas de plomo y palos contra los de abajo; nada es motivo ni argumento para que se lancen a un plan de lucha. Enfrían, enfrían, enfrían, esa es su política en el mientras tanto. Y en el largo aliento es lo que escuchamos el 21 de febrero en la Av. 9 de julio en CABA con la asistencia de más de 400.000 trabajadores. Desde el palco en donde se encontraba un abanico de jefes sindicales, el camionero Hugo Moyano señaló que los trabajadores debemos pensar muy bien en el 2019 ya que en la Rosada se encuentra un gorila y que debemos sacarlo del sillón de Rivadavia.
Nada es motivo desde el 2015 al 2019 para disputar realmente lo que las bases reclaman. Entonces, hacer la plancha y jugar de malla de contención resultan herramientas más que fundamentales de momento para que la situación no se vaya de madres.  
Por su lado, estos Gobernadores “opositores” vienen aplicando todas y cada uno de los ajustes, techo salarial, contratos basura, etc., etc., solo basta recordar la lucha docente o de los estatales.
Este frente “opositor” de Capitanich, Rossi y el conjunto de dirigentes peronistas juega como una gran cortina de humo ante los ataques del gobierno de Cambiemos, con un  gran despliegue verborrágico para luego no hacer nada.  A este Frente Opositor hasta la izquierda, le queda un trecho lejano hacia el 2019, camino lleno de espinas y obstáculos llamado Cambiemos e imperialismo.
 
Que necesitamos los de abajo
 
paro nacional contra el ajuste
 
La juventud trabajadora, la clase obrera y los sectores populares necesitamos una herramienta de lucha que impulse a los trabajadores contra el capitalismo. Cada reivindicación de salud, educación, trabajo y libertades democráticas deben indisolublemente estar ligadas a nuestra estrategia, nuestro propio gobierno, nuestra nueva legalidad construida y sostenida por los millones que creamos el mundo con nuestras manos y cabezas.
La lucha Parlamentaria puede ser una batalla necesaria en tanto esté subordinada a la verdadera lucha de movilización, ocupación de fábricas que cierre o despida, paros, etc.. Que esté subordinada a la verdadera lucha que dé respuesta ante los despidos, repartiendo entre ocupados y desocupados las horas de trabajo sin afectar el salario.
Una verdadera lucha, que ante la fuga de los miles de millones de dólares ponga fin a esta sangría con el control del Comercio Exterior y ponga estos recursos al servicio de los trabajadores y sectores populares.
Una verdadera lucha que termine con el alevoso e impúdico negocio financiero, expropiando los bancos y poniendo bajo la dirección del Estado, una Banca Única Estatal al servicio de los de abajo, con créditos baratos. Los bancos concentran en sus manos la dirección de la economía. Sin embargo, lo más importante es que, toda la economía, en primer término la industria y los transportes, dirigida por un Estado mayor financiero único, sirva a los intereses vitales de los obreros y de todos los trabajadores.  Una verdadera lucha por la expropiación de los bancos solo será beneficiosa si la concentramos y controlamos democráticamente en manos de los trabajadores.
Debemos declarar una guerra implacable a la política de los capitalistas, que es, en gran parte, la de los reformistas, tendiente a hacer recaer sobre los trabajadores todo el fardo de la crisis. Una verdadera lucha supone construir nuestra propia herramienta, nuestro Partido de Trabajadores. Posiblemente los compañeros del FIT nos digan ¡¡el Partido de la clase, el partido de trabajadores es el FIT o los grupos que lo componen!! Creemos que la construcción del Partido de Trabajadores es una tarea que abarca a sectores amplísimos que no ese encuentran contenidos en el FIT, y que sería un paso enorme que se construya tal herramienta en tanto dispute y contenga política e ideológicamente a los cientos de miles que siguen con la ilusión de que el reformismo posibilita una genuina salida  a sus padecimientos.
Los  obreros mostramos, en tan solo dos años y meses de gobierno macrista, una voluntad sin precedentes a la lucha. Cada vez que los trabajadores fueron convocados expresaron amplísimas muestra de adhesión a las movilizaciones y paros.
Más de las veces los de abajo estuvieron a la izquierda de sus dirigentes, arrancando medidas de lucha que los Jefes Sindicales no querían sostener.
Lo que falla es la dirección. Entonces: ¿Qué lugar le toca a la clase obrera y a los trabajadores?
El lugar que nos toca son nuestras organizaciones de base, las juntas internas y los cuerpos de delegados, pero como señalamos antes, nuestro lugar también es la de construir nuestro Partido de Trabajadores. Hacemos un llamamiento a construir esta herramienta, tan indispensable en momentos de profunda ofensiva de los capitalistas.
Llamamos además al conjunto de nuestra clase, a los dirigentes honestos y combativos, a la izquierda del FIT, a sus diputados Parlamentarios a que se establezca un polo opositor en primer lugar al macrismo y, en segundo lugar, a los cantos de sirena de aquellos que intentan seducir con que la salida Parlamentaria es el camino a los grandes problemas nacionales no resueltos.
Forjar el camino de una movilización que su bandera sea el anticapitalismo y por la democracia obrera es la tarea impostergable y urgente que nos toca hoy.
¡Pongamos manos en la obra!