En un año, el sector privado ha cerrado 708.000 puestos de trabajo. Sólo en mayo, dejaron de existir 115,999 empleos formales, de éstos, 60.989 eran de la industria. Estas cifras representan el drama del desempleo que ha alcanzando fuertemente a la clase obrera.
Varios fabricantes de automóviles están empezando vacaciones colectivas, suspensiones e incluso despidos. En el ABC paulista [el cordón industrial de Sao Paulo], Volkswagen despidió a 800 trabajadores en mayo, a través del Programa de Renuncias Voluntarias (PDV en portugués) y Mercedes tamnbién despidió a 500 trabajadores en el mes de junio. Pero la empresa insiste en que todavía hay un excedente de 2.000 trabajadores.
La inflación acumulada en los últimos 12 meses se espera que alcance el 8,8%, la tasa más alta desde 1996! El Banco Central estima en 2015 una inflación cercana all 9% y un descenso del 1,1% economía en el año.
La crisis en el gobierno y el PT
La crisis en el gobierno y el PT es el precio que paga por administrar el Estado de los capitalistas. Según IBOPE [Instituto Brasilero de Opinión Pública y Estadística], la aprobación del gobierno cayó al 9%, y la desaprobación se elevó al 68%. Lula reveló haber encargado una encuesta las ciudades industriales como San Bernardo y San Andrés donde la desaprobación alcanza el 75%.
Con las recientes críticas a Dilma y el PT, Lula está tratando de salvarse a sí mismo, intentando diferenciarse y apartarse de la bancarrota política del PT y el gobierno, que él mismo ayudó a preparar. Este es también el sentido del supuesto “Frende izquierda” que propone para unir al PT, PCdoB, PSOL, PSTU, PCO, etc., para después volver a aliarse con partidos burguese como el PMDB, etc.
Él, que se negó a defender a los líderes del PT condenados en la farsa del juicio por el escándalo dede la “asignación mensual” [supuesto soborno a diputados para que aprobaran las leyes del ejecutivo], callando en cambio para respetar las instituciones burguesas, ahora también entra en la mira, pues ya no es útil para los capitalistas, como el mismo PT, frente a la incapacidad para controlar a las masas y asegurar la paz de los negocios. La cobardía de los dirigentes, la sumisión y la destrucción del partido, deja a la derecha con mayor facilidad para atacar y desmoralizar al PT, buscando con ello desmoralizar y criminalizar el conjunto de las luchas y organizaciones de trabajadores.
Habrá un golpe de estado?
A pesar de toda la sumisión del gobierno y el partido, la burguesía no perdona el origen de clase PT. Por lo tanto, ante de todo esto, intensifica los ataques para desangrar al gobierno y recuperar el control del aparato estatal.
Sin embargo, la burguesía están bastante dividida sobre cómo actuar. Hay fracciones golpistas, muy minoritarias, pero alborotadoras, hay fracciones que prefieren continuar la colaboración, pero aumentamdo la presión, hay fracciones que buscan de forma directa e inmediata a la criminalización de todas las organizaciones de trabajadores y otras que quisieran apenas reequilibrar el control de la economía y el aparato Estado sin mayores perturbaciones.
En este momento la opinión que da forma a la mayoría de la tendencia burguesa es la que busca una expansión de ataques “legales”, la presión sobre el gobierno para que adopte todas las amargas medidas necesarias para el capital y provocando así una más amplia desmoralización en las filas del PT y del gobierno con el objetivo de liquidar la factura en las elecciones de 2016 y 2018. Esta es también es la opción del ala del imperialismo representada por Obama, y por esto Dilma fue recibida con los brazos abiertos en los Estados Unidos.
Dejamos claro que frente a cualquier intento serio de la derecha golpista para derrocar al gobierno de Dilma y el PT, los marxistas no dudaremos. Sin ninguna ilusión en este gobierno y sin apoyar sus políticas, la Izquierda Marxista está pronta a combatir a los golpistas en las calles, las fábricas y las escuelas. Vamos a decir que este gobierno no merece ninguna confianza, no tiene y ni tendrá nuestro apoyo, pero vamos a enfrentar y derrotar a los golpistas de derecha porque lo que quieren es el cuello del proletariado para estrangularlo, y luego continuaremos enfrentando al gobierno.
Pero hoy la realidad, es que el gobierno agita el peligro de un golpe de Estado, tratando de agrupar a la izquierda en su defensa, mientras que aplica toda la política de ataques contra la clase obrera. Denunciamos esta maniobra. Y afirmamos que quien está cortando la rama sobre la que se asienta el gobierno, es el propio gobierno.
La crisis es del sistema y la salida es de izquierda
La crisis es del sistema capitalista. La falta de medios para superar la crisis hace que sus propios analistas burguesespronostiquen décadas de estancamiento de la economía mundial, algunos inclusive hablan de “estancamiento secular.”
Por otra parte, la clase obrera de todo el mundo buscar una salida de clase desde la izquierda. Lo vimos claramente en Grecia. El voto masivo por el “no” a las exigencias de la Troika expresa un espíritu revolucionario de los jóvenes y los trabajadores griegos que contagia el mundo.
En Brasil, la clase obrera no se siente derrotada, ni atrapada. Hemos visto en los últimos años, las constantes manifestaciones de lucha del proletariado brasilero.
La Izquierda Marxista convoca a todos a la construcción de un frente unido de izquierda, que retome los principios de independencia de clase y de lucha contra el capitalismo, que ayude a abrir un camino para salir de la situación actual, para organizar la continuidad de la lucha por as reivindicaciones, contra los ataques, por un nuevo mundo.
Todos juntos contra las políticas de austeridad y por el socialismo!
14 de julio de 2015