Actualmente nosotros la clase trabajadora, estudiantes y campesinos vivimos una fuerte embestida de la derecha en detrimento de los derechos conquistados y arrebatados a la burguesía nacional durante los últimos quince años. La embestida contra derechos laborales adquiridos, y así también la pérdida consiguiente de derechos sociales aunados a un proceso de mayor concentración de la riqueza y de los territorios a nivel regional; vienen vinculados también con la manipulación discursiva de la historia reciente para finalmente establecer la restauración liberal
Las burguesías criollas son el brazo de palanca en este proceso restaurador, que es digitado desde el Departamento de Estado del imperialismo norteamericano y sus diferentes Embajadas y bases militares en la región. Arrastrando con esto, no solo a la restauración de los sectores más rancios del capitalismo, sino a la “balcanización” de nuestros países. Que en los últimos años, aún con todas las limitaciones de los reformismos de sectores progresistas o llamados gobiernos populistas que los gobernaron, conformaron un complejo “progresivo” de unificación regional social y económica como no se hubiera visto en la última mitad de siglo. Ante la restauración de los sectores conservadores lo que vemos es que esta unificación se resquebraja y las distintas burguesías ante la crisis toman medidas proteccionistas, esto es una clara muestra que la única integración económica real se dará cuando se elimine el interés de la ganancia capitalista y del “prestigio” nacional, lo cual es incompatible con el sistema capitalista. Sólo a través de una Federación Socialista de América Latina se hará realidad la aspiración de la Patria Grande
La Argentina bajo la administración del empresario Mauricio Macri, traccionada fuertemente por el poder fáctico de las corporaciones y los intereses transnacionales que gobiernan a las sombras; prevé avanzar con la aplicación de altas tarifas a los servicios de agua, luz y gas, el ajuste y des-financiamiento del Estado con entrega de los activos del país y la colocación de deuda beneficiando con esto, la concentración del capital y el juego del capitalismo financiero fugando divisas en detrimento de la clase trabajadora que hunden en la miseria. La crisis secular del capitalismo, y las crisis cíclicas del sistema muestran una vez más, que las crisis no son para los grandes capitalistas. Las crisis la pagan los trabajadores y son el motor de aún mayor concentración, salvataje de la banca privada y estatización de la deuda –de la cual siempre se han beneficiado también el Grupo Macri-. La obscenidad del desguace es también acompañada por una manipulación histórica arbitrada por los medios de comunicación capitalistas, que pretenden una naturalización de este proceso en la sociedad civil.
Ante esto las clases respondieron con lucha en las calles, o lucha campesina por la legítima tenencia de los territorios. Ante esto, solo legisladores y compañeros del Frente de Izquierda (FIT) han conectado con los reclamos de trabajadores y campesinos. En contraposición gran parte de los legisladores kirchneristas han traicionado a sus bases, acompañando y brindado contención al proceso restaurador a nivel nacional del gobierno de Macri.
Consideramos que el programa de conciliación de clases que impulsa la dirigencia del Kirchnerismo es impotente ante la crisis capitalista mundial. En nuestro articulo “Vamos a Volver: ¿una consigna útil para avanzar?” de mayo de 2016 advertíamos: “El Frente Ciudadano, si bien todavía no ha sido articulado, probablemente aglutine a una cantidad importante y significativa de trabajadores y estudiantes, sobre todo porque al menos de manera discursiva escapa a la lógica de la interna del PJ, lo que le daría una impronta más amplia.
Pero la política es concreta y la viabilidad del frente se va a dar en la medida en que asuma claramente una actitud de repudio a la política policlasista. Sólo si las bases populares que constituyan este espacio consiguen torcer su rumbo y articularlo como un polo anticapitalista se podrá ver a este espacio como una alternativa viable.”
Es lógico y entendible que un sector importante de las masas oriente su voto hacia Cristina, entendiendo que un regreso del Kirchnerismo traerá consigo un regreso a la bonanza económica. Pero esto esta negado por la propia realidad. El reformismo en nuestro país ya no puede garantizar más reformas, por el contrario la niega.
La tarea es votar al Frente de Izquierda y unificar la lucha
Desde la Corriente Socialista Militante Argentina, sección argentina de la Corriente Marxista Internacional, hacemos un llamado a los compañeros ante las vísperas de las PASO: a dar un voto crítico al Frente de Izquierda (FIT). Entendiendo también, que las políticas reformistas de izquierda y el parlamentarismo tienen serias limitaciones por su naturaleza y método, para retrotraer la fuerte embestida de la derecha contra los trabajadores.
Tenemos claro que está pendiente la autocrítica de estos mismos dirigentes de izquierda que han jugado un papel funcional a la derecha en los gobiernos anteriores, movilizándose junto a los sectores más rancios de la burocracia sindical llevando agua para quienes preparaban el recambio por derecha al Kirchnerismo, o presentándose en medios del Grupo Clarín para centrar su participación en un ataque furibundo contra el gobierno de CFK sin delimitar claramente con la derecha. O más atrás en el tiempo cuando grupos que integran el FIT se movilizaron junto a la oligarquía terrateniente en el denominado “conflicto del campo”. O incluso actualmente con la posición ultraizquierdista hacia la Revolución Venezolana.
Sin embargo es importante fortalecer a los sectores que se encuentran peleando de manera consecuente contra el ajuste, creemos que esta tarea debe ir acompañada con la lucha y la resistencia unificada en la calle, en las fábricas, en las universidades y en los territorios. Lucha unificada y resistencia son las tareas que nos urgen ante la restauración liberal que pretenden imponernos. ¡Voto al FIT y lucha y resistencia en las calles, compañeros!