Declaración de la Corriente Socialista Militante
Cuando se cumple el primer aniversario de su muerte, la Corriente Socialista Militante se solidariza con los familiares y con los compañeros de militancia de Mariano Ferreyra, asesinado cobardemente por una patota que respondía a la conducción y a la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria. De la misma manera, nos solidarizamos con los demás compañeros heridos por la patota asesina en el crimen de Barracas, particularmente con la compañera Elsa Rodríguez.
Celebramos que, un año después, los asesinos materiales del compañero Ferreyra y los inspiradores directos de la infamia, estén en la cárcel y a pocos meses de iniciarse su juicio, que debería revelar toda la red de complicidades y de colaboradores que condujeron al asesinato del compañero Mariano. Este juicio debería esclarecer a fondo la responsabilidad y el papel de los mandos policiales que liberaron la zona de emboscada y el de los empresarios que manejan la línea ferroviaria del ex-Roca, agrupados en la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE).
Como planteamos en nuestra declaración de hace un año, tras producirse el crimen, creemos que la manera más efectiva de enfrentar a la burocracia sindical y los ataques y amenazas a los activistas obreros y populares es con políticas amplias de frente único por parte de las organizaciones obreras y populares que favorezcan acciones de masas, y encuentren un apoyo y simpatía en la clase trabajadora. La misma táctica debería ser aplicada en la movilización y la presión popular para avanzar en la detención y juzgamiento de todos los implicados en el asesinato del compañero Ferreyra.
Por último, sostenemos la necesidad de poner en pie una gran campaña nacional por la democracia sindical, que tenga, entre otros, los siguientes ejes:
– Juicio y castigo ejemplar para los asesinos del compañero Mariano Ferreyra
– Fuera las patotas de los gremios y de las empresas
– Fuera las “tercerizadas”, pase a planta permanente de la empresa matriz de todos los trabajadores que desempeñan tareas para la misma.
– No al trabajo “en negro”. Pase a planta permanente de los trabajadores informales y los contratados.
– Personería gremial ya para la CTA y sus gremios adheridos, y del sindicato del Subte
– Elección y derecho de revocabilidad de todas las direcciones sindicales por sus afiliados
– Apertura de los libros de balance de los sindicatos a los afiliados
– Que ningún dirigente cobre un salario superior al promedio de un trabajador calificado de su sector.
– Congresos sindicales anuales.
– A partir de la experiencia del ·”caso Sobrero”, impulsar un frente único CGT-CTA junto a los sindicatos y agrupaciones sindicales antiburocráticas contra la criminalización de la protesta social y de los luchadores, y por el desprocesamiento de los que se encuentran actualmente encausados.