Austria: Pegida recibió un golpe humillante en una contra-protesta dirigida por activistas marxistas

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Austria lucha antifascista

Austria lucha antifascistaEl 22 de marzo, el grupo racista de extrema derecha Pegida (Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente) intentó marchar en Bregenz/Vorarlberg, en Austria. El siguiente es un informe de la contra-manifestación.

Pegida, que se originó en Dresde, Alemania, se ha extendido a algunos pueblos y ciudades alemanas, pero no ha establecido raíces reales en todo el país. Mientras que las marchas en Dresde han atraído a miles, en otras ciudades sólo cientos o sólo decenas han acudido y en la mayoría de los casos las manifestaciones de la izquierda han sido más grandes o mucho más grandes que las de Pegida. No obstante, han tratado de realizar manifestaciones fuera de Alemania en las últimas semanas. En Austria, Pegida han tratado de celebrar tres manifestaciones antes del 22 de marzo: una en Viena y dos en Linz. En estos casos, las contra-manifestaciones fueron mucho más grandes que la propia de Pegida. Los participantes en las manifestaciones de Pegida eran principalmente de extrema derecha, neonazis declarados y otros lunáticos. En estas circunstancias Pegida anunció su intención de celebrar su primera manifestación en Vorarlberg.

Políticamente, la región de Vorarlberg es un lugar tranquilo, con menos de 400.000 habitantes. La izquierda es muy débil, el apoyo a la Socialdemocrcia se redujo hasta el 8,8% en las últimas elecciones locales y no existe un partido más a la izquierda que eso. Pero a pesar de estas condiciones adversas, los marxistas de la Corriente Marxista Internacional han construido fuertes raíces en esta región.

Tan pronto como Pegida anunció su marcha, empezamos a organizar una contra-manifestación. El primer plan de Pegida era marchar a través de Bregenz después de su manifestación. Así que anunciamos nuestra decisión de bloquear la marcha. Nuestro lema era: “¡No le permitamos a Pegida caminar ni un metro!” Desde el principio, tomamos la iniciativa de formar una amplia alianza de fuerzas de izquierda para organizar la contra-manifestación. La alianza consistió en la Juventud Socialista liderado por los marxistas de “Der Funke”, una variedad de organizaciones de izquierda (la mayoría, pero no todos ellos, de la izquierda turca y kurda), así como la mayoría de los sindicatos de profesores. Cuando el éxito de nuestra movilización se hizo evidente, incluso los Verdes y los socialdemócratas se vieron obligados a participar.

Este nivel de oposición claramente no se la esperaba Pegida, que había esperado una recepción tranquila en esta región, la más conservadora de Austria. La primera reacción de sus líderes fue de pánico y dieron por desconvocada su marcha. Pero su base de apoyo en la extrema derecha estaba furiosa con esa decisión y por eso, para evitar un mayor daño a su credibilidad, Pegida reemplazó a su dirigente en Vorarlberg y convocó de nuevo una concentración, pero sin manifestación.

Con esta victoria inicial en mente lanzamos nuestra contra-movilización principal. Durante las 3 semanas más o menos antes de la manifestación, repartimos más de 15.000 octavillas en las escuelas y las fábricas, en los eventos culturales, en estaciones de tren, mantuvimos puestos de propaganda en la calle los fines de semana. También produjimos y vendimos un folleto explicando la lucha contra el fascismo y Pegida desde un punto de vista marxista. La recepción fue extremadamente positiva. Muchas personas se sorprendieron de que la extrema derecha quisiera marchar en Vorarlberg. Muchos tomaron folletos para distribuirlos ellos mismos y se mostraron aún más de acuerdo en venir a la manifestación.

La burguesía, por el contrario, trató de asustar a ambos lados para que nadie fuera a las manifestaciones. El alcalde conservador de Bregenz declaró que condenaba no sólo a Pegida, sino también la contra-manifestación. En la actualidad, los capitalistas austríacos no necesitan a la turba fascista en las calles, pero tampoco quisieran ser totalmente destrozados por un gran movimiento de oposición que fortalecería a la izquierda. Los medios de comunicación de la derecha, sobre todo, hicieron mucho hincapié en el hecho de que para Vorarlberg esta era la “misión más grande que la policía jamás haya tenido” o “en décadas” (se movilizaron 400 policías), que habría una política de “tolerancia cero”, que los propietarios de restaurantes en el lugar de la manifestación no estaban contentos (uno de ellos es un concejal de la ciudad del partido conservador ÖVP), etc. Claramente, esperaban un fracaso de ambas partes.

Al final, fue un gran éxito para nosotros y una derrota aplastante para Pegida. 1.000 personas se acercaron a nuestra manifestación y el ambiente era eléctrico. Un gran bloque de enérgicos y ruidosos estudiantes secundarios y trabajadores jóvenes encabezó la manifestación bajo las banderas de la CMI, Der Funke y la Juventud Socialista. Después de la juventud llegó igualmente un gran bloque de camaradas de la izquierda turca y kurda, seguidos por el resto de la manifestación. Las consignas eran contra el fascismo y Pegida (“Ya sea en el este o el oeste, abajo la plaga nazi”, “Abajo Pegida”), pero también había consignas más amplias del movimiento obrero y contra el sistema capitalista (“¡Viva la Solidaridad Internacional!” “Una solución: revolución”). En el mitin final, hubo consignas contra el fascismo, canciones obreras, y turcos y kurdos bailando Halay. El té y el café, así como pastel y tarta se vendieron para financiar la contra-manifestación. Conseguimos vender cerca de 100 ejemplares de Der Funke, y también se vendieron muchos libros y folletos. El estado de ánimo de toda la manifestación fue de orgullo, alegría y determinación: ¡Aquí estuvimos los antifascistas de Vorarlberg, mostrando nuestra fuerza!

Pegida consiguió solo 70 personas en su concentración, muchos de ellos trasladados en autobús desde las ciudades de origen de los “invitados especiales”, que eran los únicos oradores ¡ya que se le permitió hablar a nadie de Vorarlberg después del desastre que habían ocasionado en las semanas previas a la manifestación! Ellos trataron de compensar su falta de número con métodos fascistas probados y conocidos. Mucho antes del inicio de la contra-manifestación, algunos nazis que más tarde se encontraban en la concentración de Pegida, llegaron en coche al punto de reunión. Uno de ellos atacó a cinco compañeros, que ya estaban allí, con un garrote. Mientras que nuestra contra-manifestación llegaba a su punto de encuentro, otro nazi vino a tomar fotos detalladas de nuestros compañeros para ponerlos en Facebook después. Después de la manifestación, un provocador, muy probablemente un militante de derecha, intentó causar problemas y, cuando fue detenido por la policía, le encontraron un cuchillo, piedras y un cóctel Molotov en los bolsillos.

Con todo, nuestra manifestación fue un éxito enorme. La policía puede haber considerado ese día como su principal misión en décadas; para nosotros fue ¡la mayor movilización antifascista desde la Segunda Guerra Mundial en Vorarlberg!