Más de medio millón de personas han pasado por la Feria Internacional del Libro de La Habana que acaba de clausurarse. Es impresionante ver las largas colas que se forman para poder comprar los libros expuestos. Pero la Feria no es solamente un lugar donde comprar y vender libros, sino un espacio de debates y discusión para la izquierda. Este fue el primer año en que la Fundación Federico Engels participaba en la Feria. Vinimos rompiendo el bloqueo culturalturaltural decretado por la Asociación de Editores de Madrid. Así, pues, el simple hecho de participar ya expresaba nuestra solidaridad con la revolución cubana y su resistencia frente al bloqueo imperialista. Más de medio millón de personas han pasado por la Feria Internacional del Libro de La Habana que acaba de clausurarse. Es impresionante ver las largas colas que se forman para poder comprar los libros expuestos. Pero la Feria no es solamente un lugar donde comprar y vender libros, sino un espacio de debates y discusión para la izquierda.
Este fue el primer año en que la Fundación Federico Engels participaba en la Feria. Vinimos rompiendo el bloqueo cultural decretado por la Asociación de Editores de Madrid. Así, pues, el simple hecho de participar ya expresaba nuestra solidaridad con la revolución cubana y su resistencia frente al bloqueo imperialista.
Un póster de Lenin, junto a otro de Trotsky, presidía la parte del central de nuestro stand. A un lado estaban los pósters de la campaña internacional Manos Fuera de Venezuela, incluyendo el de convocatoria del acto del Presidente Chávez con los trabajadores en Madrid el pasado mes de noviembre. Al otro lado, los pósters contra la guerra imperialista en Irak. Un stand claramente internacionalista, revolucionario y marxista.
Para nosotros uno de los aspectos que más nos sorprendió fue el enorme interés por las ideas de Trotsky, el dirigente junto con Lenin de la Revolución Rusa, cuyas ideas han sido tan vilipendiadas. Muchos nos decían muchas veces hemos oído hablar de Trotsky, negativamente, pero no habíamos tenido oportunidad de leerlo. De los más de 800 libros y documentos que hemos vendido, los más solicitados fueron los libros de Trotsky ("La Revolución Permanente" se agotó) y los que hablaban de Trotsky y su lucha contra el estalinismo (se agotó también "Lenin y Trotsky, qué defendieron realmente" de Ted Grant y Alan Woods). Otro de los títulos más vendidos fue el documento La Revolución Cubana, pasado, presente y futuro, recientemente públicado por la corriente marxista El Militante en España.
El interés por las ideas de Trotsky venía de compañeros jóvenes y más veteranos, cubanos en su mayoría, pero también salvadoreños, guatemaltecos, mexicanos, argentinos, chilenos, etc. Pero los que destacaban con diferencia (después de los cubanos) eran los camaradas venezolanos, inmersos en un proceso revolucionario y ansiosos de teoría marxista. La mayoría conocían a Trotsky (por las citas que de él ha hecho Hugo Chávez), y todos coincidían con el último discurso de Chávez en el que llamó a superar el capitalismo con el socialismo. El propio embajador venezolano en Cuba, Adán Chávez, se acercó al stand y compró varios títulos, felicitándonos por nuestra labor.
La presentación de "Razón y Revolución" y la Campaña Manos Fuera de Venezuela fue también un éxito, no sólo por la participación (unas 35 personas) y la cantidad de libros que se vendieron al final (21), sino sobretodo porque debía ser una de las primeras ocasiones en que las ideas de Trotsky se presentaban públicamente en la Isla en muchos años. Estamos ahora en discusiones para poder lanzar una edición cubana del libro. Fue un honor para nosotros que presentara el acto Celia Hart, la militante comunista que ha reabierto el debate sobre Trotsky en Cuba con sus artículos. A esto se unió la presencia de un veterano militante comunista que estuvo en la guerra revolucionaria contra la dictadura de Batista, trabajó con el Che en el Ministerio de Industria y que reivindicaba también el pensamiento de Trotsky, como la mejor manera de defender hoy la revolución cubana.
La calurosa acogida que ha tenido la Fundación Federico Engels y, sobre todo, las ideas de Trotsky en la Habana, nos animan a continuar con nuestra labor de defensa de las ideas del marxismo revolucionario, y a estar presentes de nuevo el próximo año en la Feria Internacional del Libro de La Habana.
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