Este 8 de marzo, una vez más, seremos convocadas a festejar el día de la mujer, día en el cual sólo nos alcanzará con ser mujeres para sentirnos agasajadas. Viviremos 24 horas en las cuales abundaran hasta el hartazgo celebraciones en nombre de nuestro sexo. Flores, saludos, besos y felicitaciones lloverán sobre las mujeres.
Las referencias al origen de tal celebración sin embargo, no serán frecuentes, o lo serán de forma incompleta, porque remiten necesariamente a lo que tanto festejo quiere ocultar.
Si bien el 8 de marzo fue instalado en 1977 como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), sus orígenes se remontan al inicio del siglo XX, en un escenario marcado por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la lucha por el sufragio femenino, y el creciente auge del sindicalismo femenino en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
Las celebraciones
En 1909, el Comité Nacional de la Mujer del Partido Socialista Norteamericano recomienda a todas sus secciones establecer el último domingo de febrero como jornada a favor del sufragio femenino, que recibe la denominación de “Día de la Mujer”
En 1910, en la ciudad de Copenhague, tiene lugar la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, a la que asistieron mujeres procedentes de 17 países, y las delegadas del Partido Socialista Norteamericano presentan una propuesta para establecer un “Día Internacional de la Mujer” que fue respaldada unánimemente. A partir de entonces en los países donde existían partidos socialistas comenzaron a desarrollarse jornadas de lucha por los derechos de la mujer, pero cada país establecía un día propio.
En 1911, el 25 de marzo, mas de 140 jóvenes trabajadoras, murieron en el incendio en una fábrica textil de Nueva York. En las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales padecidas.
En 1914, por propuesta de las alemanas, se instituye, arbitrariamente el 8 de marzo como día Internacional de la mujer trabajadora, y en Alemania, Suecia, Francia y Rusia multitudes de mujeres ocupan las calles manifestándose contra la guerra, el militarismo y a favor del sufragio femenino. En el resto de Europa las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo para protestar por la guerra y para solidarizarse con las demás mujeres.
En 1917, el 8 de marzo, en plena Guerra Mundial, las mujeres rusas, decidieron conmemorar su día con una gran manifestación por pan y paz. Las trabajadoras se amotinaron, y se declararon en huelga, dando así inicio a la revolución de Febrero (marzo en el calendario occidental) y el derrocamiento de la odiada autocracia zarista.
Como podemos ver, el Día Internacional de la Mujer surge para hacer propaganda a favor del sufragio femenino, para defender los derechos laborales de las trabajadoras y manifestarse contra la guerra.
Reinvindicamos , el contenido original, con su sentido socialista, internacionalista, en contra de la guerra imperialista, de las mujeres que luchamos codo a codo con los hombres por nuestra emancipación como parte de la emancipación de la clase trabajadora en su conjunto.
