El primer congreso de Morena a nivel nacional va a ser la culminación de un primer periodo histórico con muchas lecciones que habrá que retomar y aprender de los errores cometidos. En medio de un clima de ataques a nuestro pueblo y represión a los que luchan, la antesala de un gobierno abiertamente represor y reaccionario, el Morena se llena de tareas infinitas que se deben de abordar de la forma más democrática, tomando decisiones desde las bases y principalmente teniendo en cuenta que la crisis de este sistema capitalista solo puede ser aliviada superando al capitalismo no curándolo y dando buenos ¨consejos de amor¨.
En vísperas del nuevo gobierno
A poco menos de dos meses de que entre el nuevo gobierno la burguesía quiere quemar las naves antes de que salga Calderón y, valiéndose de la nueva mayoría priista en el congreso, manda la iniciativa preferente de reforma a la Ley Federal del Trabajo para terminar con los derechos laborales. También da muestra de la forma en que va gobernar a nivel nacional con el ejemplo de Michoacán.
Hace 6 años, cuando dimos la lucha contra el fraude electoral el gobierno y la burguesía en general tenían miedo de no poder frenar la lucha en las calles. Al primero de diciembre lo esperan con una angustia en los labios. Hoy que no luchamos, no solamente están envalentonados sino que se burlan de nuestra miseria y necesidades.
Está claro que de nada sirvió el discurso ¨amoroso¨ y conciliador con la burguesía nacional, ellos simplemente piensan en sus intereses y no hay forma de convencerlos de que los nuestros se parezcan a los de ellos. No creen en discursos ambiguos sobre la unidad nacional salvo que eso signifique un rescate a sus bancos y propiedades o, en el caso que se tenga que implementar, un ataque a los trabajadores.
Los intereses de clase no se pueden desdibujar de ninguna manera. Mientras que ellos utilizan sus medios de comunicación, sus instituciones y sus cuerpos de represión para hacer valer su política y lograr sus necesidades, a nosotros nos ha faltado esa claridad y decisión para una lucha intransigente por lograr nuestros objetivos.
Así al no dar la lucha contra la imposición, ahora ellos están con la confianza por los aires y se lanzan con todo contra los derechos obreros. Y el día de mañana seguramente será el petróleo y el aumento de impuestos. Y esto sólo comienza. La gran experiencia es que la debilidad invita a la violencia. Con este escenario no podemos permitir que el argumento del Morena sea esperar 6 años para las próximas elecciones. Desde las bases tenemos que solidarizarnos, dirigir las luchas y llevarlas a un plano nacional, organizado y contar con el apoyo de todos los militantes para frenar estos ataques e ir por más. No podemos reducirnos a una máquina electoral, eso es el PRD y demás partidos de izquierda.
No podemos confiarnos más que en el pueblo organizado, los trabajadores, estudiantes, campesinos pobres y amas de casa, esa es nuestra base sobre la que tenemos que avanzar. Nuestro programa deben de ser el de rescatar lo que se nos ha quitado, pero también terminar con el sufrimiento de nuestra gente, erradicar el dolor y el analfabetismo. Eso sólo lo puede conseguir con una lucha seria contra el capitalismo y sus instituciones, su Estado. Luchas por una sociedad sin explotación, igualitaria y democrática, una sociedad socialista.
Los métodos del Morena
A partir del comunicado del 9 de octubre, cuando AMLO planteó la necesidad de comenzar la discusión sobre el futuro de Morena, miles de activistas se pusieron manos a la obra (no sin molestia puesto que pareció que este llamado fue para desviar una lucha seria en contra de la imposición).
Desde la convocatoria hubo algunos errores, puesto que no se tomaba en cuanta el trabajo sectorial que se venía realizando. Y se decidió encaminar la organización por sector electoral y distrital, además de esto se plantaban comisionados nacionales que en algunos casos tenían una reputación francamente desalentadora, una forma bastante vertical de iniciar los trabajos.
El segundo punto que se tiene que reflexionar es que en muchos casos se dejó fuera de la jugada a muchos activistas del Morena honestos que simplemente no eran afines a los grupos de burócratas resentidos que existen en los comités distritales. En casi todos los congresos hay quejas en este sentido.
La falta de debate jugó un papel particularmente pernicioso pues aunque había mucha iniciativa desde la base para expresar, simplemente los congresos son para ir y votar. Esto se prestó para que los delegados fueran escogidos a fin de que los pequeños grupos y líderes locales pudieran asegurar su lugar en el congreso estatal, nacional y particularmente en el trabajo distrital como un medio para buscar ¨huesos¨ en las próximas elecciones. Hubo una constante lucha por parte de burócratas de poco pelo que trataban de limitar la acción y discusión de la base contra lo más vivo y valioso del Morena, su base militante y crítica.
En algunos congresos estatales fue tan escandaloso el arribismo y oportunismo de ex líderes de partidos de derecha e izquierda, que causan repugnancia. Baste mencionar los casos de Colina, Durango y Sonora. Decir que en algunos casos no se diferenciaron mucho estos métodos que los que se utiliza en el PRI acarreando gente y llevándolos con línea directa para votar por tal o cual personajillo.
El congreso nacional y los retos para el Morena
En el congreso nacional se tiene que dejar claro qué tipo de Morena necesitamos: uno que sea democrático, donde no existan limites para las bases y que la autoridad de la dirección sea, no por los puestos que tienen sino, por el convencimiento moral y político que puedan tener frente a la base. No queremos un Morena que sea un aparato electoral. Los comités de base tienen que trabajar por la formación política de todos los miembros del partido y desde esta instancia se tienen que hacer planes de trabajo para organizar a los sectores de vanguardia en las fábricas, en las escuelas, en los barrios.
Sin este tipo de trabajo militante en los diferentes centros de trabajo o estudio no vamos a ser capaz de dotarnos de una base firme con fuerte arraigo entre el movimiento social o, mejor dicho, dirigentes de la lucha cotidiana de nuestro pueblo,
No podemos cerrarle el paso al debate. La base, a partir del debate libre y democrático, tienen la obligación de pedir rendición de cuentas a su dirección, de discutir la política que la dirección plantea y hacer correcciones sobre lo que conviene o no al partido. En caso de que estos representantes que no cumplan con los mandatos de la base tienen que ser removidos de sus puestos.
El congreso tiene en sus hombros la posibilidad de conformar una verdadera herramienta de lucha de los explotados. Hay muchas imperfecciones, sin embargo es nuestra tarea el poderlos corregir. Al final los oportunistas y carreristas que se pueden infiltrar a nuestro partido harán todo lo posible por alejar a las bases de su organización. Esto pasó en el PRD, a partir de que la política reformista y oportunista de su dirección comenzó, la gente más honesta se fue desilusionando y a dejar de participar. Este camino fue allanado por la burocracia para desintegrar en toda regla los comités de base del partido, desde esa fecha no hay nadie que se interponga entre las decisiones y negociaciones de las cúpulas perredistas.
Tenemos que aprender de esta historia, no podemos engendrar un aborto, las bases del partido tenemos que tener el control de la dirección, de las decisiones, de sus finanzas, etc.
Si nuestro programa nos limita a la lucha electoral, por más medidas de la base este partido se va degenerar, por eso nuestros planteamientos programáticos debes ser más generales y ambiciosos. Queremos la transformación radical de nuestro país, queremos terminar con la miseria y el hambre y esto lo conseguiremos no solo participando en elecciones sino organizando un movimiento desde abajo que pueda, por medio de las movilizaciones, aspirar a cambiar su entorno. Esta es la historia general de nuestro país, siempre ha sido así, las masas interviniendo han forjado su futuro.
De ahí tenemos que trabajar permanentemente para que la base tenga un papel fundamental corrigiendo errores, dando el debate sobre los planteamientos de su dirección, incluso teniendo el derecho a la revocabilidad de su dirección si las bases así lo requieren. Para que esto se pueda consolidar tenemos que tener como eje fundamental la formación política de cuadros revolucionarios del Morena. La critica que se pueda desprender de un alto nivel político no puede más que ayudar a dar orientación a nuestras causas.
Estas son las principales tareas que nosotros creemos que tenemos al frente, sólo unidos y organizados podremos resolverlas y vencer.
Source: La Izquierda Socialista (México)