Hoy 19 de octubre, primer día de la huelga general de 48 horas en Grecia fue sensacional. Aparte de los trabajadores estatales y de los servicios públicos que participaron en la huelga de forma masiva, cientos de miles de trabajadores del sector privado se declararon en huelga por primera vez, y también se unieron a los millones de trabajadores en huelga decenas de miles de pequeños empresarios y comerciantes que cerraron las persianas de sus comercios en solidaridad.
Alrededor de medio millón de manifestantes llenaron las calles de Atenas, en uno de los movimientos huelguísticos más grandes de la historia griega moderna. Decenas de miles participaron en manifestaciones en una ola sin precedentes de protestas y huelgas en las provincias, con 50.000 en Tesalónica, más de 20.000 en Patras y Heraklion, en Creta, y en otras ciudades que nunca habían visto un gran número de personas en las calles.
Esta magnífica huelga general marca una aceleración del movimiento de la sociedad griega hacia una situación revolucionaria. La clase obrera, después de haber paralizado el Estado y la economía, ha tomado conciencia del inmenso poder que tiene y parece decidida a hacer cualquier sacrificio que sea necesario y luchar hasta el final. De extrema importancia es también el hecho de que la clase obrera esté ahora apoyada abiertamente por las clases medias, que han venido a darse cuenta de que sólo los trabajadores pueden proporcionar la energía y la dirección necesarias en esta batalla clave.
Por otro lado, vemos que la clase dominante está en un estado de estancamiento político y de confusión, con independencia del resultado de la votación en el Parlamento sobre las medidas de austeridad. Esta situación ha quedado muy clara tras el fracaso de las recientes conversaciones entre Papandreu, líder del PASOK, y Samaras, líder de los conservadores de Nueva Democracia. Lo que se ve es la ansiedad y el pánico que el movimiento tormentoso de las masas de trabajadores ha provocado en los dirigentes políticos. En lugar de presentar una imagen de “cooperación” para enfrentar la crisis, lo que parecía dominar en la reunión de estos dirigentes era un estado de vergüenza y el deseo de culpar a los demás por el desastre.
Lo único que falta para transformar esta ola de protestas masiva en un movimiento revolucionario victorioso es una dirección revolucionaria decidida. Desgraciadamente, los dirigentes de los sindicatos y de los partidos de izquierda van a la zaga del movimiento, están confusos y se comportan muy por debajo de las necesidades del momento. Se niegan a apoyar y organizar una escalada de la lucha con una huelga general indefinida, una huelga política, incluso ahora, después de que esta huelga general resonante haya cambiado radicalmente la situación y haya traído a la superficie un estado de ánimo de masas con la determinación de luchar, mientras los trabajadores en un sector tras otro han organizado ya huelgas políticas.
Nosotros, los compañeros de Synaspismos y de la Juventud de Synaspismos organizados alrededor de los periódicos “Marxistiki Foni” y “Revolución”, creemos que el siguiente paso natural y necesario después de esta potente huelga general de 48 horas es pasar a una huelga general política indefinida, organizada por los sindicatos, junto con la elección de comités de huelga en cada lugar de trabajo y el establecimiento de piquetes, comités de autodefensa, fondos de huelga, comedores populares; y también la elección de un comité central de huelga a nivel nacional con representantes de las centrales y federaciones sindicales, de los comités de huelga y de los lugares de trabajo donde no haya estructuras sindicales organizadas.
El objetivo debería ser la remoción inmediata de este gobierno y de la Troika que está detrás suyo (los representantes en Grecia del Banco Central Europeo, de la Unión Europea y del FMI), y la elección de un gobierno comprometido con la realización de las demandas del movimiento obrero, la cancelación de la deuda depredadora y el establecimiento de una economía socialista planificada democráticamente, que termine con este sistema capitalista podrido y ponga en marcha la transformación socialista de la sociedad, como paso hacia la victoria del socialismo en Europa y en todo el mundo.
Sobre la base de este plan de acción para aumentar el nivel de la lucha del movimiento obrero, y con este objetivo político en mente, aquí y ahora, el KKE (Partido Comunista), el SYRIZA [el frente electoral centrado en Synaspismos], y las fuerzas de masas del PASKE [la fracción sindical del PASOK] que participan en la lucha, y que están en contra de la dirección del PASOK, deben establecer un frente unido.
¡Todos a la lucha hasta la victoria!
¡Por una huelga general política indefinida!
¡Por un gobierno de izquierda con un programa socialista!