En una amplia franja de la izquierda se ha impuesto un proceso de reflexión y autocrítica para superar el enfrentamiento sectario y la incapacidad para alcanzar acuerdos genuinos de frente único en la intervención político-electoral, sindical, vecinal, piquetera y juvenil. Esto culminó con la formación de un espacio de discusión política que adoptó, transitoriamente, el nombre de “Autoconvocatoria por un reagrupamiento de la izquierda, las fuerzas populares y los luchadores”, que organizó un Seminarminario Programático a fines de mayo, con la participación de más de 20 grupos y organizaciones. En una amplia franja de la izquierda se ha impuesto un proceso de reflexión y autocrítica para superar el enfrentamiento sectario y la incapacidad para alcanzar acuerdos genuinos de frente único en la intervención político-electoral, sindical, vecinal, piquetera y juvenil. Esto culminó con la formación de un espacio de discusión política que adoptó, transitoriamente, el nombre de “Autoconvocatoria por un reagrupamiento de la izquierda, las fuerzas populares y los luchadores”, que organizó un Seminario Programático a fines de mayo, con la participación de más de 20 grupos y organizaciones.
En este espacio confluyen grupos y organizaciones como el MST, Cimientos, MTR-12 Abril, Praxis, referentes del MIC, como “Beto” Pianelli del Subte, y nuestra corriente (Corriente Socialista El Militante), entre otros.
Lamentablemente, uno de los grupos relevantes de la izquierda, el PO, pese a su participación inicial “como observador”, se negó finalmente a integrarlo, obstaculizando toda iniciativa genuina que permita avanzar en la formación de un frente político de la izquierda, si no está hegemonizado por él. Creemos que esto es una mala cosa. Sería bueno que los dirigentes del PO meditaran profundamente sobre la experiencia de los últimos 4 años. Si no lo hacen y no sacan las conclusiones pertinentes sólo profundizarán los errores comunes cometidos por los demás grupos principales de la izquierda, amenazando las posiciones que conquistaron en el pasado, pese al esfuerzo abnegado de sus militantes.
El espacio conformado, aunque está dando sus pasos iniciales, acordó profundizar su construcción sobre la base de “una estrategia antiimperialista, anticapitalista y socialista, y encarando el reagrupamiento desde una perspectiva de independencia de clase”, además de apostar por el MIC como espacio sindical aglutinador del activismo sindical antiburocrático y combativo.
Está previsto celebrar nuevos seminarios para profundizar en el debate sobre la situación política nacional e internacional, avanzar en la redacción de un programa común, organizar actividades conjuntas y emitir declaraciones públicas.
